
Una mujer perdió su embarazo tras ser violentamente reprimida este viernes en la plaza 9 de Julio de Posadas donde se desató una batalla campal a tres días de la manifestación que realizaban integrantes de la Corriente Clasista y Combativa reclamando al Gobierno provincial la implementación del programa nacional Argentina Trabaja.


Posadas (Línea Capital). Este viernes, a tres días del acampe de los manifestantes de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) en la plaza 9 de Julio, ésta se transformó en un campo de batalla. Esta vez, a los sucesivos reclamos que realiza la CCC, se sumó una inusitada represión policial.
El movimiento piquetero reclamaba megáfono en mano, fuentes de trabajo y de golpe un estallido en las ventanas de la Casa de Gobierno provocó un disturbio descomunal, mientras que un grupo de mujeres golpeaban las puertas la Casa de Gobierno que estaba cerrada, los agentes que cuidaban la sede gubernamental, fueron contra ellas y todo se convirtió en un caos, los militantes trataron de impedir que golpearan a sus compañeras, y comenzó una especie de razzia, al rato llegó el GOE (Grupo de Operaciones Especiales) trató de persuadir a los manifestantes que se resistían a las detenciones, y el camión de bomberos repartía agua a diestra y siniestra.
El dirigente de la CCC, Felipe Mazacote, señaló que “los incidentes no fueron provocados por la Corriente, las compañeras estaban reclamando trabajo, todos pedimos trabajo y la respuesta fue la represión”.
Admitieron que cuentan con contratos para 250 desocupados; “pero necesitamos para 1500 compañeros que hay en la asociación y no tienen trabajo. Hace tres meses que muchos compañeros no cobran, y están desesperados”, fustigó.
No hubo distingos en una represión que terminó con doce detenidos y varios heridos, entre ellos dos mujeres embarazadas, una de ellas, fue salvajemente arrastrada hasta el móvil policial por cuatro policías; para las personas mayores, niños, y algunos trabajadores de prensa que cubrían semejante caos, no existió ningún tipo de consideración por parte de la Policía Provincial.
Clima enrarecido
Después de los violentos disturbios ocurridos en la plaza 9 de Julio, en una conferencia de prensa, el ministro de Gobierno, Jorge Franco anunció que hay nueve policías heridos, y diez manifestantes detenidos. El Ejecutivo provincial radicó una denuncia en la Justicia por « destrucción del patrimonio público », y se convocó a una mesa de diálogo para resolver los problemas. Deslizó que lo ocurrido se enmarcaría en « el clima político enrarecido que existe a nivel nacional, nosotros vamos a garantizar el orden y la seguridad de todos los misioneros como garantiza la Constitución Nacional y Provincial, el patrimonio del Estado y, en el marco de la ley actuará la policía », dijo Franco, acompañado del intendente de Posadas, Orlando Franco, quién hizo un llamado a la reflexión, “ésta no es una manera razonable de vincularse con el Estado ni con el Gobierno; tiene que haber racionalidad en el diálogo, estamos haciendo un gran esfuerzo para atender las necesidades de todos los posadeños », indicó, y enumeró todas lo que hizo el Gobierno para ayudar a los desempleados de la Corriente Clasista y Combativa, a los que « desde varias áreas de este Gobierno hemos destianado cerca de de cuatro millones de pesos entre varias acciones se destinaron para cerca de mil personas de esa agrupación », enfatizó.
Horas después, el Partido Justicialista a través del Proyecto Misiones, los diputados del bloque Peronismo Federal de Misiones, el Movimiento Social y el Foro de Trabajadores de Prensa y Comunicadores Sociales de Misiones (Fopremi), entre otros, repudiaron el accionar policial.