El ex presidente no se hizo presente en el gimnasio municipal de Caleta Olivia donde se velaban los restos de Judtih Fortsman. Cumplieron: Cristina Fernández, Peralta, Intendentes y varios Senadores, sin embargo Néstor Kirchner estuvo ausente en el adiós a la mayor colaboradora que tuvo en Santa Cruz, cuando le tocó transitar por la crisis del 2007 y cuado debió manipular el blanqueo de los Fondos en el exterior.
Las fuentes de esta Agencia en Caleta Olivia fueron claras y contundentes “Kirchner no llegó y el entorno político está dolido, aunque el que lo conoce no se sorprende”, nos señalaron.
El cuerpo de Judith Fortsman fue llevado al cementerio de Caleta Olivia, pasadas las 11:45hs, luego que fueran a despedir sus restos la presidenta de la nación Cristina Fernández, el Gobernador de Santa Cruz Daniel Peralta, funcionarios, intendentes y legisladores nacionales que llegaron al gimnasio municipal en medio de un despliegue de seguridad inusual y permanecieron junto al féretro por espacio de 25 minutos aproximadamente, antes de emprender viaje hacia Capital Federal.
Sin embargo, el gran ausente de hoy ha sido el ex presidente Néstor Kirchner, quien en un principio se anunciaba que vendría por vía terrestre, junto a un grupo de Senadores, con el fin de brindarle el último homenaje a su gran colaboradora, la Sra Judtih Fortsman.
Al mediodía se inició un nutrido cortejo que terminó con una emotiva despedida en el cementerio de Caleta donde habló el Senador Miguel Pichetto, también lo hizo la más estrecha colaboradora de la legisladora fallecida, la Sra Mercedes Beatriz Olea y finalmente la recordó y agradeció a los presentes el esposo de Judith, el Dr Emilio Papusek.
El ataúd no fue puesto en tierra ni en nicho, sino en depósito por pedido de la familia, porque están considerando la posibilidad de la cremación. Las fuentes consultadas señalaron que no hubo un marco popular importante en el velatorio de la senadora, sino que por el contrario las gradas del gimnasio estuvieron ocupadas, en su mayoría, por militantes y colaboradores cercanos a la legisladora fallecida en un número que no superaban los 200.
“Solo cuando llegó la presidenta y el Gobernador se observó un aumento de asistentes al velatorio”, nos señaló la colega Adela Gómez; a su vez otro periodista amigo, Horacio Gallardo de “El Vecinalista”, remarcó “la presidenta y su comitiva estuvieron unos minutos, abrazaron a la familia y partieron para Buenos Aires, mientras todos esperaban que en algún momento apareciera (Néstor) Kirchner, que nunca llegó”.
Como decirlo…
El mundo político de Santa Cruz se conmocionó con la tragedia de Forstman, sin embargo no muchos se sorprendieron con la actitud que ha tenido el ex presidente Néstor Kirchner, que eludió ir a las exequias de su colaboradora directa en la provincia.
“Es natural en Lupín – nos decía un viejo afiliado del PJ que dice no serlo del FPVS – en primer lugar porque es supersticioso con la muerte, pero más que nada no fue porque hoy Kirchner tiene la mente ocupada 24 horas con el poder”, remarcó.
“Además, hay que decirlo, para Kirchner Judith no era “paladar negro” y ese es el destino que le espera a todos los que se “convierten” al kirchnerismo. Lupín te usa y te tira. Si sos del palo (léase militante de la primera hora) y te mandaste una macana, te enfría, te pone a parir y algún día te vuelve a tirar un cabo, como pasó con San Felice, Copetti y muchos más que pasaron por la “mala”; pero si no sos del “riñón” actúa como si nunca hubieras existido”, nos dijo descarnadamente.
La legisladora Judith Fortsman, proveniente de las filas del Puricelismo, fue, durante toda su militancia en el FPVS, una aliada incondicional de Néstor Kirchner en Santa Cruz y tuvo un papel preponderante durante el 2007 cuando la falta de gobierno y los conflictos sociales amenazaban con la pérdida de poder del FPVS en la provincia.
Allí Fortsman tomó el timón y generó todas las maniobras indicadas por Kirchner, oficiando de vocera del gobierno inexistente de Carlos Sancho y como punta de lanza en la Cámara de Diputados.
En lo más álgido del conflicto sostuvo públicamente que la provincia “no iba a rifar la plata en salarios” o que “no eran convenientes las paritarias” y después fue la encargada de hablar con los gremios cara a cara manteniendo una posición inflexible ante la avanzada de problemas que en el 2007 se ceñían sobre Santa Cruz.
Le hizo a Kirchner el enorme favor de blanquear los Fondos en el exterior, cuando en ausencia de Sancho, siendo presidenta de la Cámara de Diputados, asumió interinamente el Ejecutivo provincial y elevó a la HCD el informe de los Fondos, que a la semana siguiente, aprobó como presidenta del Cuerpo.
“Lo que ha hecho Fortsman por Kirchner no merece esta falta de respeto por parte del ex presidente, pero los que conocemos como actúa en algunas circunstancias no nos sorprenden cosas como ésta”, indicó nuestra fuente que se jacta de conocer a Kirchner desde que trabajaba en la financiera Finsud.
“Como decirlo…el Lupo es un animal político. Vive 24 horas pensando en el poder. Son muy pocos los tipos que realmente le interesan porque son partes de su construcción política más íntima, como Zanini, Julio (De Vido), el Chango (Héctor Icazuriaga) y dos o tres más, pero todos los otros son monedas de cambio para él, por eso muchos Peronistas nos alejamos de su entorno cuando vimos cómo nos trataba”, dijo nuestra respetable fuente.
La otra diferencia en el proceder de Néstor Kirchner que estableció nuestro interlocutor fue la siguiente: “Recordá que cuando murió “Cacho” Vázquez y al tiempo Mario Vidal, Néstor enseguida estuvo en el velatorio junto con Cristina… lo que pasa es que tanto Cacho como Mario fueron parte de su despegue político en Santa Cruz, eran amigos, lo apuntalaron, lo defendieron y venían con él. Es triste decirlo pero esto tiene mucho que ver a la hora de juzgar el porqué a veces Kirchner hace lo que hace”. Concluyó.
Muchos de los presentes en el cementerio de Caleta este mediodía, confiaban que en cualquier momento aparecería Néstor por la puerta para brindarle honores a quien fue su discípula incondicional en la provincia. Esto no sucedió. Todos se retiraron de allí, incluyendo la familia y el gran ausente fue el Presidente del Partido Justicialista, el hombre a la que Judith Fortsman no dudó en apoyar en cualquier circunstancia política que se le presentara.