"Nunca antes tuvimos un escape de petróleo de semejante magnitud y ya hemos hecho todo para reducir el daño", dijo Obama al anunciar que se había frenado la salida de crudo que afectó las costas y el ecosistema de tres estados del sur de ese país.
El responsable del operativo denominado “Top Kill”, Thad Allen, informó que se logró detener la pérdida de petróleo, que afectaba la región desde hacía cinco semanas, a través de un sistema nunca aplicado a tanta profundidad.
El procedimiento consistió en el bombeo de miles de litros de barro por minuto a través de la válvula de seguridad, ubicada sobre el pozo de perforación, en dirección contraria al petróleo vertido y luego el sellado de la fuente con cemento.
El derrame de petróleo contaminó más de 100 kilómetros, entre ellos humedales sensibles a las perturbaciones y aparecieron muertas cientos de aves cubiertas de petróleo, mientras que se
ampliaron las prohibiciones de pesca.
En tanto, Obama anunció medidas regulatorias más estrictas para la perforación de petróleo en el mar.
