Miss Universo 2009 lo ganó Miss Venezuela (video)
Etiquetas: INTERNACIONALESSe trata de Miss Venezuela, Stefanie Fernández, una joven de 18 años de edad.
Un orgullo latinoamericano que se impuso entre las 84 candidatas del planeta por su capacidad, belleza y esplendor. El cetro lo entregó otra venezolana, Miss Universo 2008 a Miss Universo 2009, también del país sudamericano.
Un espectáculo interesante y lleno de mucha luz. Felicidades a Stefanie Fernández por su nominación. Es la mujer escogida como la más bella de la Tierra. En la página web del concurso de Miss Universo aparecieron seleccionadas 15 bellezas latinoamericanas.El concurso llevó unos preparativos de intensos ejercicios, dietas, ensayos generales y desde luego de una interrelación entre las candidatas y el intercambio de ideas y puntos de vista generales sobre sus respectivos países. Ellas durmieron solamente 4 horas al dia desde que inició el concurso.
Estaban desveladas, con hambre y cansadas pero dispuestas a lograr el triunfo. Es parte del esfuerzo personal para lograr la meta. Así son las cosas. Las dificultades realizan y no las cosas fáciles.
Un orgullo latinoamericano que se impuso entre las 84 candidatas del planeta por su capacidad, belleza y esplendor. El cetro lo entregó otra venezolana, Miss Universo 2008 a Miss Universo 2009, también del país sudamericano.
Un espectáculo interesante y lleno de mucha luz. Felicidades a Stefanie Fernández por su nominación. Es la mujer escogida como la más bella de la Tierra. En la página web del concurso de Miss Universo aparecieron seleccionadas 15 bellezas latinoamericanas.El concurso llevó unos preparativos de intensos ejercicios, dietas, ensayos generales y desde luego de una interrelación entre las candidatas y el intercambio de ideas y puntos de vista generales sobre sus respectivos países. Ellas durmieron solamente 4 horas al dia desde que inició el concurso.

Exclusivo: los medios mienten
Etiquetas: ACTUALIDAD
La obsesión de los Kirchner con los medios de comunicación no sólo surge de la doctrina de Perón. También aprendieron de la experiencia de Carlos Menem: todavía hoy se escucha a algunos posmenemistas maliciar contra la “alta traición” del Grupo Clarín, a quien creen haberle hecho el favor de convertirlo en un multimedio sin rival.
Dijo Perón: “El proceso de captación de la masa, si uno fuera a tomar uno por uno, es inalcanzable. Es algo así como el que quiere terminar con las hormigas agarrándolas una por una y tirándolas al fuego. Hay un procedimiento mucho más eficaz que los hombres olvidan, que es el de tomar la masa en grandes sectores. Los políticos nunca habían utilizado la radio para su acción (…). Imagínense lo que significa la utilización de los medios técnicos en la política, cosa que no habían hecho mis antecesores. Por eso me fue posible, el día anterior a las elecciones, dar una orden que al día siguiente todos cumplieron. Fue así como ganamos las elecciones.” Así relataba el General, a comienzos de la década del 50, la batalla que le aseguró el poder. El peronismo es un producto de la cultura de masas, y ésta una resultante del desarrollo tecnológico de los medios de comunicación. Por eso, Néstor Kirchner aparece hoy ante los ojos peronistas como un ganador de la política nacional a pesar de haber perdido en las urnas.
Primero los medios, después las urnas y por último los ciudadanos. Por eso Kirchner analizó que su derrota electoral se la debía principalmente a Clarín. Y por eso no perdió tiempo descifrando el mensaje de las urnas: mientras sus empleados distraían a la oposición presuntamente triunfante en mesas de diálogo, él operaba su golpe más audaz contra la Matrix de la opinión pública. El cable sin fútbol no es un negocio seguro, y Clarín sin “los cables” es apenas un diario influyente y rentable. Si a lo que le queda al Grupo además se le retira la pauta oficial, para –como avisó Cristina en el festín de Ezeiza– “reorientarla” hacia otros medios de la competencia, el reinado de Clarín tambalea, justo en un momento de turbulencia interna (por el proceso de recambio generacional que debe encarar la empresa en toda su conducción estratégica), y en un contexto regional de revolución tecnológica de consecuencias impredecibles para el negocio de la información y el entretenimiento. Este escenario explica el clima de euforia que embriagaba a los kirchneristas asistentes al acto de traspaso del fútbol televisado.
La obsesión de los Kirchner con los medios de comunicación no sólo surge de la doctrina de Perón. También aprendieron de la experiencia de Carlos Menem: todavía hoy se escucha a algunos posmenemistas maliciar contra la “alta traición” del Grupo Clarín, a quien creen haberle hecho el favor de convertirlo en un multimedio sin rival, para luego sufrir la puñalada de una campaña sistemática de estigmatización de la era menemista. Así llegamos a un momento en que la clase política argentina desconfía profundamente de la prensa, la radio, la tevé e internet, al mismo tiempo que sus principales caudillos dedican buena parte de su tiempo y dinero a erigirse como magnates de los odiados medios de comunicación. Y en este punto aplica el dilema del huevo y la gallina: ¿los políticos quieren comprar medios porque temen su poder letal o los medios se volvieron armas letales precisamente en manos de los operadores de la política? Como muchas preguntas teóricas, ya es tarde para responderla, o al menos es tarde para que su respuesta cambie el estado de las cosas. Lo sabe muy bien Kirchner, que es un Homo pragmaticus disfrazado –como buen pragmático– de Homo ideologicus.
El tonificante massmediático que acaba de administrarse Kirchner le devolvió la fuerza para soñar a lo grande en el 2011. La duda es si daría la pelea dentro del peronismo o por afuera, pero en todo caso es la misma duda que tienen hoy todos los presidenciables: Cobos coquetea en la cornisa de la UCR, igual que Lilita Carrió. Lo mismo debaten las facciones internas del PROperonismo. ¿Se reconstruirá algo parecido a un bipartidismo o se profundizará esta onda larga de atomización de la oferta electoral? En parte depende de los tiempos de la política, que estarán marcados por los vaivenes de la estabilidad institucional. Por ahora, Kirchner parece haberse recuperado del cachetazo electoral, mientras que los espacios opositores verifican que la buena performance en las urnas no les garantiza cohesión interna, sino más bien al revés, a juzgar por la balcanización del antioficialismo y su dramática incapacidad para apropiarse de la agenda pública. Es cierto que sigue vigente la paradoja K, que dice que a más hegemonía, más poder autodestructivo: el kirchnerismo también ha demostrado –como la oposición– su habilidad para malograr un panorama favorable. Así que es posible que, si la oposición no encuentra un liderazgo aglutinador con fuerza para contrapesar a Kirchner, el propio Néstor se enrede en un laberinto de soberbia que lo haga chocar contra la pared, y ese muro está formado por la sociedad civil, llámese Villa 31, militancia ruralista, ligas de consumidores de energía hogareña impagable, fieles católicos escandalizados con las cifras del hambre, etc. El problema es que, mientras tanto, el sector privado teme que no haya nadie que se le pueda plantar a Kirchner cada vez que interviene en el mercado con recursos estatales. Por eso impactó tanto la semana chistosa del Lole Reutemann, quien prácticamente se bajó –por enésima vez– del podio de los presidenciables. Y si la oposición no produce algún emergente que defienda con firmeza los intereses privados mientras dure la iniciativa K, entonces es posible que los empresarios que en los últimos tiempos se animaron tibiamente a diferenciarse del Gobierno vuelvan temerosos a protegerse bajo el ala oficial, lo cual fortalecerá más esta resurrección kirchnerista.
Entonces sólo quedará, como ya es costumbre en la democracia argentina, la presión del periodismo contra los actos polémicos del Gobierno. Aunque incluso eso está puesto en duda por estos días. Por ejemplo, en el macrismo acusaron recibo de la lluvia de críticas por la elección del Fino Palacios para comandar la policía porteña. Pero en un segundo análisis, se permitieron dudar de la opinión pública reflejada en los medios de comunicación, y mandaron a medir estadísticamente la valoración de los votantes PRO acerca de la figura del Fino Palacios: dicen que el resultado fue nulo. Casi nadie sabía quién era cuando los encuestadores sondeaban la opinión sobre el personaje. La conclusión que sacaron es que no debían preocuparse tanto por los títulos de los diarios, hasta que el flamante jefe policial comenzara a mostrar los primeros resultados concretos de su gestión. “Hechos, no palabras”, sería la traducción más simple.
Kirchner predica la misma lógica, que hoy es moda en la política: los medios mienten. ¿Será por eso que se los quiere comprar?
Dijo Perón: “El proceso de captación de la masa, si uno fuera a tomar uno por uno, es inalcanzable. Es algo así como el que quiere terminar con las hormigas agarrándolas una por una y tirándolas al fuego. Hay un procedimiento mucho más eficaz que los hombres olvidan, que es el de tomar la masa en grandes sectores. Los políticos nunca habían utilizado la radio para su acción (…). Imagínense lo que significa la utilización de los medios técnicos en la política, cosa que no habían hecho mis antecesores. Por eso me fue posible, el día anterior a las elecciones, dar una orden que al día siguiente todos cumplieron. Fue así como ganamos las elecciones.” Así relataba el General, a comienzos de la década del 50, la batalla que le aseguró el poder. El peronismo es un producto de la cultura de masas, y ésta una resultante del desarrollo tecnológico de los medios de comunicación. Por eso, Néstor Kirchner aparece hoy ante los ojos peronistas como un ganador de la política nacional a pesar de haber perdido en las urnas.
Primero los medios, después las urnas y por último los ciudadanos. Por eso Kirchner analizó que su derrota electoral se la debía principalmente a Clarín. Y por eso no perdió tiempo descifrando el mensaje de las urnas: mientras sus empleados distraían a la oposición presuntamente triunfante en mesas de diálogo, él operaba su golpe más audaz contra la Matrix de la opinión pública. El cable sin fútbol no es un negocio seguro, y Clarín sin “los cables” es apenas un diario influyente y rentable. Si a lo que le queda al Grupo además se le retira la pauta oficial, para –como avisó Cristina en el festín de Ezeiza– “reorientarla” hacia otros medios de la competencia, el reinado de Clarín tambalea, justo en un momento de turbulencia interna (por el proceso de recambio generacional que debe encarar la empresa en toda su conducción estratégica), y en un contexto regional de revolución tecnológica de consecuencias impredecibles para el negocio de la información y el entretenimiento. Este escenario explica el clima de euforia que embriagaba a los kirchneristas asistentes al acto de traspaso del fútbol televisado.
La obsesión de los Kirchner con los medios de comunicación no sólo surge de la doctrina de Perón. También aprendieron de la experiencia de Carlos Menem: todavía hoy se escucha a algunos posmenemistas maliciar contra la “alta traición” del Grupo Clarín, a quien creen haberle hecho el favor de convertirlo en un multimedio sin rival, para luego sufrir la puñalada de una campaña sistemática de estigmatización de la era menemista. Así llegamos a un momento en que la clase política argentina desconfía profundamente de la prensa, la radio, la tevé e internet, al mismo tiempo que sus principales caudillos dedican buena parte de su tiempo y dinero a erigirse como magnates de los odiados medios de comunicación. Y en este punto aplica el dilema del huevo y la gallina: ¿los políticos quieren comprar medios porque temen su poder letal o los medios se volvieron armas letales precisamente en manos de los operadores de la política? Como muchas preguntas teóricas, ya es tarde para responderla, o al menos es tarde para que su respuesta cambie el estado de las cosas. Lo sabe muy bien Kirchner, que es un Homo pragmaticus disfrazado –como buen pragmático– de Homo ideologicus.
El tonificante massmediático que acaba de administrarse Kirchner le devolvió la fuerza para soñar a lo grande en el 2011. La duda es si daría la pelea dentro del peronismo o por afuera, pero en todo caso es la misma duda que tienen hoy todos los presidenciables: Cobos coquetea en la cornisa de la UCR, igual que Lilita Carrió. Lo mismo debaten las facciones internas del PROperonismo. ¿Se reconstruirá algo parecido a un bipartidismo o se profundizará esta onda larga de atomización de la oferta electoral? En parte depende de los tiempos de la política, que estarán marcados por los vaivenes de la estabilidad institucional. Por ahora, Kirchner parece haberse recuperado del cachetazo electoral, mientras que los espacios opositores verifican que la buena performance en las urnas no les garantiza cohesión interna, sino más bien al revés, a juzgar por la balcanización del antioficialismo y su dramática incapacidad para apropiarse de la agenda pública. Es cierto que sigue vigente la paradoja K, que dice que a más hegemonía, más poder autodestructivo: el kirchnerismo también ha demostrado –como la oposición– su habilidad para malograr un panorama favorable. Así que es posible que, si la oposición no encuentra un liderazgo aglutinador con fuerza para contrapesar a Kirchner, el propio Néstor se enrede en un laberinto de soberbia que lo haga chocar contra la pared, y ese muro está formado por la sociedad civil, llámese Villa 31, militancia ruralista, ligas de consumidores de energía hogareña impagable, fieles católicos escandalizados con las cifras del hambre, etc. El problema es que, mientras tanto, el sector privado teme que no haya nadie que se le pueda plantar a Kirchner cada vez que interviene en el mercado con recursos estatales. Por eso impactó tanto la semana chistosa del Lole Reutemann, quien prácticamente se bajó –por enésima vez– del podio de los presidenciables. Y si la oposición no produce algún emergente que defienda con firmeza los intereses privados mientras dure la iniciativa K, entonces es posible que los empresarios que en los últimos tiempos se animaron tibiamente a diferenciarse del Gobierno vuelvan temerosos a protegerse bajo el ala oficial, lo cual fortalecerá más esta resurrección kirchnerista.
Entonces sólo quedará, como ya es costumbre en la democracia argentina, la presión del periodismo contra los actos polémicos del Gobierno. Aunque incluso eso está puesto en duda por estos días. Por ejemplo, en el macrismo acusaron recibo de la lluvia de críticas por la elección del Fino Palacios para comandar la policía porteña. Pero en un segundo análisis, se permitieron dudar de la opinión pública reflejada en los medios de comunicación, y mandaron a medir estadísticamente la valoración de los votantes PRO acerca de la figura del Fino Palacios: dicen que el resultado fue nulo. Casi nadie sabía quién era cuando los encuestadores sondeaban la opinión sobre el personaje. La conclusión que sacaron es que no debían preocuparse tanto por los títulos de los diarios, hasta que el flamante jefe policial comenzara a mostrar los primeros resultados concretos de su gestión. “Hechos, no palabras”, sería la traducción más simple.
Kirchner predica la misma lógica, que hoy es moda en la política: los medios mienten. ¿Será por eso que se los quiere comprar?
El Gobierno avanza contra Cablevisión y enviaría Radiodifusión el 3 de septiembre
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Como quien goza cuando ve el fruto de su trabajo, Cristina Fernández de Kirchner disfrutó ayer desde su despacho, a través de un celular, el inicio de las transmisiones del fútbol por la TV pública. Se puede interpretar como una síntesis de la primera batalla que el kirchnerismo le gana al Grupo Clarín, dueño de una parte de la empresa que antes transmitía el deporte que es pasión de multitudes.
Pero difícilmente sea la última batalla. El Gobierno ya aceleró su embestida en contra del multimedios en por lo menos cuatro frentes: el legislativo, el político, el empresarial y el judicial.
En la Secretaría Legal y Técnica de Presidencia, que comanda el más fiel asesor kirchnerista, Carlos Zannini, ya están trabajando contrarreloj, junto a funcionarios del Comfer, para pulir los últimos detalles del proyecto de ley de medios audiovisuales. Su envío al Congreso sería “inminente”.
La semana pasada algunos kirchneristas sostenían que la Presidenta iba a enviarlo esta semana, con el anuncio del convenio firmado con la Asociación del Fútbol Argentino. Sin embargo, dejó a muchos con el aplauso atragantado y sólo atinó a decir que “un capítulo muy importante de esa ley era precisamente lograr el derecho al acceso al deporte más importante de los argentinos, para todos los argentinos”. “Hoy lo estamos llevando a cabo”, concluyó. Ahora, los rumores que suenan con más fuerza indican que el Gobierno enviaría el proyecto el próximo jueves o, a más tardar, el 3 de septiembre.
En el plano político, algunos intelectuales de Carta Abierta, periodistas y académicos lanzaron anoche una agrupación política para militar activamente en contra de la concentración de medios. “Faro de la Comunicación”, como lo denominaron, prevé como caballito de batalla promover la ley de radiodifusión en el Congreso. No obstante, algunos de sus miembros le adelantaron a PERFIL que mandarán otros proyectos legislativos para quebrar los monopolios (ver recuadro).
Los intelectuales de Carta Abierta y de Fatpren (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa) han sido en los últimos seis años un sostén ideológico del kirchnerismo. Durante el lanzamiento de la agrupación, uno de los miembros de la federación advirtió que estamos “ante los seis mejores años de los últimos 35”. Y reclamaron por la democratización de la comunicación. Además, en la sede de Fatpren trascendió que el Poder Ejecutivo tiene la firme intención de dar marcha atrás con la fusión entre Cablevisión y Multicanal, otra pata de la embestida contra el Grupo Clarín.
Pero no fueron los únicos que dieron pie a la especulación sobre una avanzada contra el mayor multimedios del país en el plano empresarial. El propio titular del Comfer, Gabriel Mariotto, reconoció ayer en diálogo con Mauro Viale, en Radio Rivadavia, que el Gobierno estaría próximo a rechazar la fusión entre los dos principales proveedores de televisión por cable del país, que agrupan el 80 por ciento de los abonados. El negocio del cable representa entre el 60 y el 70 por ciento de la rentabilidad del holding, por lo que, de concretarse, el golpe a los balances de la compañía sería profundo.
“Estamos evaluando ese expediente y pidiendo la documentación respaldatoria. Hasta ahora advertimos que hay más licencias de las permitidas por la Ley de Radiodifusión actual en una misma área de cobertura, y eso indicaría que no se podría aprobar la fusión de Cablevisión y Multicanal”, afirmó Mariotto. Y anticipó que si “la documentación no modifica esta interpretación que tenemos, es una resolución que puede salir inmediatamente”. De este modo, el Gobierno daría marcha atrás con una decisión que había aprobado el propio Néstor Kirchner cuando era presidente.
Por último, justo a la par de todas estas situaciones, esta semana se volvió a reactivar la causa contra la viuda del fundador de Clarín, Ernestina Herrera de Noble, por la supuesta apropiación de hijos durante la última dictadura militar. El miércoles, el juez federal de San Isidro, Conrado Bergesio, le tomó declaración indagatoria a José Pirillo, ex director del diario La Razón y socio de Clarín en Papel Prensa. Allí ratificó su declaración anterior, en la cual había asegurado que el CEO de Clarín, Héctor Magnetto, le había confesado que “él le había conseguido los hijos a través de (Jorge Rafael) Videla” (ver aparte).
El fútbol “gratuito para todos” ya comenzó. Y la embestida del matrimonio Kirchner contra el Grupo Clarín no parece estar cerca de dejar de rodar. La presidenta Cristina vio las primeras imágenes junto a Mariotto y al director del Sistema Nacional de Medios Públicos, Tristán Bauer. Pero no toda la transmisión resultó una alegría: Gimnasia y Esgrima de La Plata, el equipo del que es hincha y su mamá fanática, debutó en el torneo con una derrota.
Cuba difunde el 1er. video de Fidel en 14 meses (video)
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La televisión estatal cubana mostró el domingo el primer video del convaleciente líder Fidel Castro en más de un año, donde aparece hablando animadamente con un grupo de abogados venezolanos.
Estas imágenes se han hecho públicas un día después de que fuera distribuida una foto en la que el líder de la revolución cubana aparece charlando con el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
En las imágenes, de 6 minutos, Castro, de 83 años, aparece sentado conversando con una decena de jóvenes recién graduados de la Universidad de Carabobo, en Venezuela, durante una visita el sábado 22/08.
Según la información, el ex jefe de Estado conversó con el reducido grupo de estudiantes por espacio de más de tres horas. En las imágenes, acompañadas de sonido, Castro conversa distendidamente con los estudiantes venezolanos entre otros asuntos sobre el cambio climático.
"Estamos ante acontecimientos muy, muy, muy graves", les dice el histórico líder de la revolución cubana.
Las imágenes, emitidas sin previo aviso, lo muestran con jóvenes venezolanos a los que recibió el sábado con su tradicional ropaje deportivo de los últimos años, en vez de la camisa blanca de manga corta con la que se fotografió el viernes con el presidente ecuatoriano, Rafael Correa.
La televisión cubana mostró por última vez un video del ex presidente el 17 de junio de 2008, en el que vestía también ropa deportiva holgada y aparecía animado, charlando con los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez, y de Cuba, su hermano menor, el general Raúl Castro, que lo sucedió en febrero del año pasado.
A diferencia del anterior, en la que sólo se le oye una breve frase -le dice a Chávez “hasta la victoria siempre”-, en el vídeo de este domingo se escucha conversar extensamente al líder cubano con los jóvenes y leerles parte de su último artículo de “Reflexiones”, titulado “El imperio y los robots”.
Según Castro, que no aparece en público desde que enfermó en julio de 2006, “el imperio” (Estados Unidos) está reemplazando los soldados por robots “en las guerras de conquista”, e igualmente pueden sustituir a millones de trabajadores.
Según el aparte que leyó a los jóvenes, “los científicos podrían igualmente diseñar robots capaces de gobernar; así le ahorrarían ese horrible, contradictorio y confuso trabajo al Gobierno y al Congreso de Estados Unidos”.
Castro dijo que el mundo está “ante acontecimientos muy graves, graves para la supervivencia”, en referencia al cambio climático, una de sus preocupaciones de los últimos años, y reiteró a los jóvenes venezolanos lo que el piensa que es un verdadero revolucionario.
“Hasta el Pentágono (…) ha metido el cambio climático entre las cosas que amenazan la seguridad de Estados Unidos”, dijo el líder cubano, aún primer secretario del gobernante Partido Comunista.
Carta Abierta vs. Jauretche, según La Rosa
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En la esquina de Defensa e Independencia, el colectivo kirchnerista Carta Abierta difundió su 6ta. misiva que en la Quinta de Olivos imaginan como 'ejes intelectuales' del Frente para la Victoria, en este caso sobre la pobreza.
Todos los integrantes de Carta Abierta reivindican a Arturo Jauretche como un probable origen de su pensamiento peronista-nacionalista. Sin embargo, ¿Arturo Jauretche se reflejaría en los integrantes de Carta Abierta? ¿Y si Jauretche les impusiera rectificaciones para aceptarlos como herederos o seguidores?
Esto es lo que deja entrever Carlos Salvador La Rosa, en el otro texto de este debate. El periodista mendocino escribió precisamente sobre Jauretche y sus falsos discípulos kirchneristas.
Para comenzar, el texto de Carta Abierta, largo hasta la monotonía, que va del desempleo a Honduras, de la Ley de Medios Audiovisuales a Mauricio Macri, en fin: todas las paronias de la intelectualidad kirchnerista:
Con un pedido de profundización de los cambios que lleva adelante el Gobierno, el colectivo Carta Abierta leyó, en la esquina de Defensa y Avenida Independencia, el sexto documento público elaborado desde su creación. Entre los temas tratados, sobresalieron la pobreza, las elecciones del 28 de julio, la defensa de las instituciones, las retenciones y la necesidad de la recaudación impositiva y las críticas a la gestión de Mauricio Macri.
No somos mujeres y hombres del escándalo, nuestras conciencias no son saltimbanquis de la alarma. Al contrario: los hechos graves como el de la pobreza de amplios sectores de la población nos atañen. La pobreza atañe al fondo último de nuestros compromisos, la idea de igualdad, nuestras antiguas y recientes militancias. Nos compete, nos atraviesa. Por eso podemos decir: no nos escandaliza. El escándalo es gesto espectacular y ademán avieso. El rostro de los pobres se vuelve superficie de inscripción de llamados evangélicos, sacralidades disponibles, obsceno plano televisivo y objeto de malversación política. Nos atañen tanto las vidas dañadas por la miseria como su circulación en un imaginario que las despoja de creación, potencia y libertad.
Un presidente que desguazó las anteriores tramas sociales pudo decir “pobres habrá siempre” mientras creaba las condiciones para un inédito hundimiento de los salarios y los empleos. La conmoción del 2001 hizo visibles a contingentes de desocupados que habían encontrado en su exclusión el ímpetu para un descubrimiento de sus propias facultades organizativas y políticas.
El gobierno iniciado en 2003 pensó al trabajo como una vía de recuperación de la dignidad para los desposeídos. Expansión del empleo y paritarias fueron las llaves precisas y, a la vez, el horizonte deseado. Detenido el ciclo, en la tormenta del mundo, la pobreza se hizo tópico de lo irresuelto. También, núcleo rutilante de una confrontación que es necesario deshojar.
En una iglesia de Liniers, en los palacios vaticanos, en los palcos ruralistas y en los grandes medios se agitan hilos que provienen del mismo ovillo. Ovillo que es idea: es posible aunar la mayor riqueza –dada por la propiedad privada de ciertos recursos- con la asistencia caritativa a los más pobres. Campo y Cáritas. Soja y comedor popular. Para que ese enlace sea fructífero y económico debe prescindir de lo que es visto como poder coercitivo y expoliador: el Estado.
Y también del enlace de la cuestión de la pobreza con los temas de la justicia y la igualdad. Pobres habrá siempre, para atenderlos está Cáritas. La limosna es la vía celeste para unos y la sobrevivencia menoscabada para otros. Contra ella es necesario volver a situar la defensa de lo público, el engarce de la cuestión social con otros modos de la justicia y la apuesta no a la victimización de lo popular sino a su recreación política.
¿La justicia pendiente del presente no está ligada a la justicia respecto de un pasado criminal? ¿No está la deuda social impaga vinculada a una renovada reflexión sobre las condiciones de una redistribución del ingreso que afecte no sólo a los trabajadores en blanco? ¿Es posible encarar medidas imprescindibles, como un plan orientado a la resolución de las necesidades alimentarias de la población, que tenga alcance nacional y solidez nutricional, sin herramientas impositivas y recaudatorias? Sin retenciones hay limosna. Con retenciones: debate público y politización.
Decir eso suena a mala palabra: ¡quiénes son los extraviados que en el contexto de un ataque masivo a la política reclaman mayor politización! Nosotros: en la intersección, ya lo decimos, de Defensa e Independencia. En otras esquinas priman otros tonos: la indignación y la sospecha. El hombre típico de Corrientes y Esmeralda es hoy alguien que sospecha. Alguien que ve, tras los discursos y los valores de la política, una razón oscura que sería su verdadero sentido.
Una razón material, crematística, que funcionaría como hilo explicativo de toda conducta pública. ¡Quién les paga!, es el grito de guerra en una Argentina con una larga devastación de las conductas políticas. Contemporáneo a ese sentimiento está el de la indignación, el ademán del usuario enojado, del ciudadano reclamante, del movilero agitado en persecuciones varias, del periodista de piso que frunce el ceño. ¡Hasta cuándo!, resuena como eco. Entre la sospecha y la indignación se sumerge la vida política del país.
Quizás el ejemplo más claro de esto es la mutación de la condición del lector en gritón de los diarios digitales: ya no es el que acude a un encuentro con lo desconocido -que le exige no poca disposición amorosa para comprender- sino el que lee como excusa para el rezongo o la suspicacia insidiosa. Es el rumor mismo, la pasión arraigada en los subsuelos de los modos de vida que agrieta los cimientos mismos de lo público. Alimentados por una larga historia de desalientos y exacciones. Recreados como fábula moral en las usinas mediáticas. La nueva derecha vive en esos relatos y hace de ellos santo y seña.
Hoy esos ríos profundos de la vida contemporánea minan las bases de la gobernabilidad. Lo hacen ahora con el gobierno nacional. Lo harán luego contra otras representaciones. Lo que en su momento llamamos destituyente es eso: una articulación y un impulso, una organización de sentimientos difusos para dirigirlos, sin pausa y sin errancia, contra un objetivo determinado.
Por eso los jefes de ese movimiento no son hombres de la política, aunque ellos pretendan usufructuar sus resultados inmediatos. En el fondo se intuyen las futuras víctimas si no logran pactar con ese sordo rumor. Nadie es creíble, nadie está firme. Parecen a salvo aquellos que se escudan en el reconocimiento directo de las razones mercantiles: los que declaman sus historias empresarias, los que piensan la política como un momento más de la expansión de los negocios. Bajo sospecha quedan aquellos que intentan recurrir a los discursos ideológicos o a las tradiciones políticas. Los que confiesan se convierten en testigos protegidos del juicio al entero sistema partidario.
¿Puede reconstituirse lo público en un tembladeral animado por esas fuerzas sentimentales y anímicas? ¿Puede reconstituirse lo público amenazado por la sensibilidad del miedo, la sospecha y la indignación? ¿Qué política podrá sustraerse de esa atmósfera en la que se reclama el reino desembozado de los intereses privados, porque finalmente serían los únicos sinceros?
Una elección parlamentaria ha transcurrido hace algunas semanas. Los resultados fueron adversos para el proyecto que desde estas cartas acompañamos. En cierto sentido, las advertencias que recorrían los escritos anteriores fueron confirmadas: crecieron electoralmente los adalides de la restauración conservadora, fueron ungidos los que debaten en sus gabinetes cerrados si apurar el paso hasta la caída o dejar llegar las cosas –el gobierno exánime- hasta el 2011.
El triunfo de Unión Pro en la provincia de Buenos Aires, con un candidato que exhibe como méritos una caudalosa fortuna y destrezas televisivas, pone en evidencia la articulación política de los rasgos profundos de la época: el llamado a la desnuda presencia de las razones mercantiles como latir vital de la actividad pública y la mediatización de la política, convertida en mero apéndice de ficciones publicitarias que toman inspiraciones épicas –en una época que sin embargo pretenden disciplinada por las grandes fuerzas corporativas económicas- y se basan en idealizaciones de la vida popular –cuando estamos en un tiempo en que lo popular resiste dificultosamente la segmentación brutal de las experiencias colectivas-.
Esos rasgos no los inventó la derecha. A lo sumo, sus políticos y publicistas son los que más descarnadamente, sin culpa y sin velos, los incorporan y expanden y por ello pueden recibir los mejores dividendos. Los que se mueven como peces en el agua en la sociedad del espectáculo.
La elección de junio hizo visible la debilidad en la construcción de otra escena para la política. De una escena en la que las fuerzas provengan de la militancia popular y no de las mediciones de rating, en la que los candidatos y funcionarios se elijan menos por la opinión pública y más por sus compromisos persistentes, en la que los diálogos tengan menos de representación de roles que de apertura a problemas, en la que el voto se dirima por la defensa de las condiciones reales de vida y no por la presión de los conjurados mediáticos.
¿No serían éstos menos eficaces en su monserga destituyente si estuvieran menos impagas las deudas sociales? Al gobierno lo atacan los jefes agromediáticos por sus aciertos y no por sus errores. Pero en las urnas perdió también por sus traspiés, sus titubeos, sus debilidades. En manos de un electorado que parece más tomado por el desánimo o la apatía que por el entusiasta abrazo a las consignas de derecha.
La restauración conservadora está en curso y en ella se unifican poderes corporativos –el empresariado nucleado en AEA, la airada mesa de enlace, el bloque mediático y algunos políticos-. Sin embargo no puede pavonearse de legitimidad por el resultado electoral. Porque no está mellada la capacidad gubernamental y porque en los cuartos oscuros también fueron ungidas representaciones parlamentarias que arrojan a la escena problemas necesarios de ser tratados en pos de una sociedad más equitativa y justa.
Si el proceso abierto en el 2003 estuviera cerrado, si sólo quedase la organización de una retirada ordenada, el gesto de la crítica sería intento de autoexclusión de la derrota. Una precaria salvación. Por el contrario, si hay que mencionar errores es en función de otra hipótesis: la de que hay un núcleo de valores fundamentales de este proceso que es necesario no sólo defender sino expandir en los próximos dos años.
Y que se defienden y se expanden si hay capacidad de reinventar a la vez políticas de gobierno y de impulso de las autónomas voluntades militantes. Si hay capacidad de pensar como interlocutores no a las corporaciones con sus poderes de veto y sus agitadas amenazas sino a los argentinos de a pie: a esos que tienen el poder de su reunión, su fuerza y su voluntad.
Las urnas hablaron, pero su mensaje no tiene por qué ser aquel que los personeros de la destitución creen escuchar. Al contrario, muchos leyeron en ellas el llamado a un activismo renovado, capaz de procurar ámbitos de encuentro, creación de ideas en común, imaginativas defensas de lo público. En algunos lugares el nombre de Carta abierta bautizó esas experiencias que cavan el presente no sólo para atrincherarse en la prioritaria defensa de un gobierno legítimo sino también para encontrar los destellos de una política renacida. En muchas ciudades los hombres se reúnen en Defensa e Independencia. Quizás porque esa esquina siempre esté en el núcleo más íntimo de nuestras búsquedas.
No venimos aquí, al púlpito de la esquina, a presentar la cartilla para la reconstrucción de una militancia popular. Por el contrario: venimos a decir que estamos perplejos y asombrados. Que a la vez que hay indicios de la posibilidad cierta de una catástrofe conservadora hay un énfasis del gobierno en no retroceder en sus decisiones fundamentales y los hay también de una múltiple voluntad colectiva.
Podríamos decir: falta la construcción. Nos privamos de hacerlo, para que quede el vacío ruidoso de aquello que no sabemos ni qué sería ni cómo se hace. Apenas intuimos, y que valga como susurro, que mucho de pasión por el presente, de donación a los entusiasmos de lo que viene y de renuncia a las rigideces del pasado, serán actitudes necesarias.
¿Estamos pidiendo más a un gobierno cuya existencia está, sin dudas, amenazada? ¿Estamos concurriendo a la conjura de las exigencias que pueden alterar la vida institucional? ¿Es tiempo de solicitar, una vez más, profundización de los cambios, o sólo se trata de apegarnos a los hechos, a un realismo de la continuidad, para evitar lo peor: la desestabilización, el ascenso brusco de las derechas, el triunfo de las más radicales presiones corporativas, el escenario hondureño? El gobierno está sitiado. Por una confluencia que quizás nadie pueda detener.
En el sitio conjuga gestos defensivos, audacias inesperadas y perseverantes compromisos. Entre estos últimos, la actitud de condena frente al golpe en Honduras ante la indiferencia de muchos e incluso la crítica obtusa ante la decisión de la Presidenta de ir al lugar de los hechos para dejar claro que la recuperación democrática en ese país no sólo reclama la acción de las cancillerías o de las instancias diplomáticas internacionales. Honduras nos atañe. Habla de nosotros. Como Argentina habla de Bolivia. Y Bolivia de Venezuela. Y Venezuela de Ecuador. Destinos cruzados y necesidades mutuas en un contexto signado por la expansión de la presencia estadounidense en Colombia de un modo que remeda, amenazante, las viejas prácticas imperiales.
En cuanto a la actitud que el gobierno de Cristina Fernández debiera tener en esta situación amenazada, algunos prescriben concesiones ante grupos de presión; otros la defensa de las políticas económicas sostenidas. Si solicitamos más, es porque consideramos que esa defensa sólo puede desplegarse sobre la constitución de un horizonte político, sobre el hallazgo colectivo de un proyecto que exceda y desborde la actualidad, sobre el sueño común de reinvención de lo público.
Sin esa dimensión utópica, sin esa perspectiva que reinscriba los hechos cotidianos en un relato que los excede y potencia, no hay renovación de las posibilidades gubernamentales pero tampoco de las políticas populares. La idea de cambio fue, publicitariamente, capturada por las derechas mientras el gobierno hizo campañas de reivindicación de lo hecho. Pero la política no es el cierre sobre el presente, salvo que se resigne a devenir administración de lo dado. Es desde las fuerzas que efectivamente han transformado mucho en este país y en estos años, desde las fuerzas que han puesto en discusión razones profundas de la transformación social, que se debe recuperar la invocación al cambio. El llamado a la construcción de una sociedad emancipada de sus grilletes y reparadora de sus injusticias.
Se hizo, es cierto. Defendemos lo hecho. Pero lo que pende es fundamental: la reposición de las instituciones estatales en las condiciones de producción contemporáneas, el planteo de un sistema impositivo que tenga un carácter progresivo o desplegar nuevas regulaciones al capital financiero, son algunas. Otras ya las hemos mencionado. Insistimos: no como gestores de un balance de una empresa en quiebra. Sino como trabajadores de su recuperación.
La nación está en juego. Y las vísperas del bicentenario podrían ser ocasión de una apuesta imaginativa que desborde los fastos conmemorativos y los rituales previsibles. De una apuesta que incluya los temas postergados de la emancipación, como la relación entre la nación y las comunidades culturales y étnicas que la precedieron. La reivindicación de los pueblos originarios presupone una profunda invitación a poner en cuestión los fundamentos culturales que nos cobijan, no para abandonar los que nos son comunes sino para que nos sean comunes los que surjan de nuevas revisiones históricas.
La idea de que es necesario reabrir las posibilidades de la historia, no puede escindirse de la emergencia renovada de organizaciones populares. ¿A quién le habla el gobierno cuando habla?, es una pregunta que si notoriamente está vinculada con los estilos comunicacionales dice también sobre cuestiones estratégicas. Porque a la escena de las presiones de las corporaciones patronales sólo se la combate con una escena de escucha y conversación con los partidos políticos populares y con los movimientos sociales.
Y a la escena de los titiriteros mediáticos se la confronta no sólo con medios públicos -que son necesarios-, no sólo con la democratización que supone una ley de servicios audiovisuales -que es urgente e imprescindible-, sino también con una escena política autonomizada de la lógica mediática. Incluso, la que ocurra en los esfuerzos últimos que realicemos para que nuestra propia conciencia vuelva a albergar la noción básica de autonomía crítica, ética de convicción y templadas responsabilidades para reconstruir un sentido de verdad ante las derechas que en el vaciadero de los conceptos, se revisten con los viejos temas de las izquierdas. No es que las ideologías hayan desaparecido, sino que se las modula como una más de las mercancías que se le ofrecen al consumidor.
Alguna vez dijimos que a las acciones de este gobierno, incluso a algunas de las más relevantes, les faltaba lo previo: una cierta elaboración en la cual se inscribieran con la fuerza necesaria, pero también su enhebramiento con un entramado de voluntades y activismo, capaz de proponer temas, de situar problemas, de hacer y defender políticas.
No se trata sólo del horizonte político futuro. Incluso la institucionalidad gubernamental requiere, para sustentarse sin graves cesiones a los poderes corporativos -que encuentran hoy en el empresariado más concentrado un programa completo de transformación de la economía argentina- , de una revitalización de las organizaciones populares.
Eso que falta es necesario para preservar los aspectos más profundos y relevantes de estos años. Para preservar y expandir la política de derechos humanos; la integración regional; los derechos laborales; decisiones soberanas respecto de los organismos financieros internacionales; instituciones de defensa alejadas de las doctrinas de la represión; la inversión de recursos en ciencia y técnica. Preservar y expandir es, también, ir más allá de una concepción economicista que sitúa al crecimiento como estrategia rectora última.
La crisis mundial dejó interrumpido ese camino de expansión de la inversión, empleo y mercado interno. La idea de distribución de la riqueza vino asociada no sólo a un retintineo promisorio sino a la efectiva reactivación de la economía. La crisis afecta ese despliegue, que quizás tenía núcleos internos que lo volvían ciego ante ciertas situaciones de exclusión y desigualdad social.
El debate sobre las asignaciones familiares a trabajadores informales o a desocupados, la idea de ingreso universal de ciudadanía, los planes diferenciados para atender situaciones de pobreza, fue postergado en función de una perspectiva economicista. La ausencia de políticas reparatorias que atenuaran las desigualdades dentro del interior del mundo laboral, aligeró como palabras al viento aquellas que nombraban las efectivas medidas de justicia existentes.
¿No tuvieron relación los resultados electorales con esa ausencia? Porque no hay metáfora más errónea que la de traición, que supone a los votantes como seres arrastrados a una decisión cuyo sentido ignoran. Hay, en todo caso, un disgusto, una necesidad, una crítica, que benefició, especialmente, a los dirigentes surgidos de las falanges restauradoras y los gabinetes fantochescos que inventan políticos por encargo. Lamentamos esa decisión emanada de las urnas. Pero no serán las explicaciones consoladoras las que permitan revertirla.
La reversión es posible, pero requiere un modo novedoso de tratar lo público. De volver a considerar lo público. Está en juego eso en la política nacional pero también en la ciudad de Buenos Aires, en esta ciudad con sus plazas en las que se leen estas cartas, con sus edificios sanitarios amenazados por operaciones inmobiliarias, con sus parapoliciales que desalojan espacios comunitarios, con sus jefes de policía que surgen de las más tenebrosas historias de encubrimientos y exacciones. Medidas que pretenden hacer campo raso de lo heterogéneo y de la ciudad laboratorio de la nueva derecha. Nuestra calle, aquí, es Resistencia.
El jefe de gobierno de esta ciudad es un empresario. Como tal parece menos enjuiciable que los hombres de la política. Ante el banquillo del juicio que la sociedad mediática encara, se lo presume inocente. Quizás no del todo, pero sí más que aquellos que hablan más de política que de negocios. Por eso, puede reírse de las combinaciones entre tintorerías y prostíbulos en los barrios pobres de la ciudad. Ha ordenado desalojar huertas y expulsar hombres y mujeres sin techo. Ha burlado a los docentes y a los trabajadores de la salud.
Ha imaginado desalojar los antiguos neurosiquiátricos, menos por un libertarismo antimanicomial que por la valorización de los terrenos. Ha nombrado un jefe de policía en cuyo nombre se anuncia la acentuación de estrategias represivas y de funcionamientos corruptos. Perdiendo votos, sin embargo ha ganado las elecciones. Quizás porque en figuras así se condensan las fuerzas anímicas del miedo, la sospecha y la indignación.
No es un problema de los porteños. En Nueva York le pagan a los desocupados un pasaje de ida para privar de su miseria a la ciudad. Pero esta es nuestra ciudad: en ella debemos disputar cada esquina, cada barrio, cada discurso y cada idea. Contra esa articulación reaccionaria, es necesario situar una agenda de recuperación de lo público: del espacio, de las conversaciones, de las políticas, de las instituciones, de los recursos naturales, de las facultades humanas.
El mercado, sabemos, es capaz de apropiarse y gestionar todo eso, bajo la lógica de la ganancia y el rendimiento comercial. Y hay políticas estatales que se subordinan a la obediencia de esa lógica. Incluso, algunas políticas nacionales, como la que regula la minería, en la que prima la explotación inmediata antes que el resguardo de los derechos comunitarios. Recuperar lo público es poner en cuestión esos criterios, situarlos en el marco de una discusión que no debe aceptar para sí los límites de lo ya dado, sino que debe constituir el horizonte utópico y realizable de lo porvenir.
Hay mucho que preservar y hay mucho por hacer. Aunque minado por la sospecha y la indignación existe un terreno en el que eso se dirime: la política. Las diversas tradiciones ideológicas que han puesto el acento en lo popular y sus potencias tienen ante sí un desafío mayúsculo: el de considerar su confluencia sin exclusiones, su situación sin mezquindades y el futuro con inédita imaginación.
Aquí en esta esquina somos una suerte de conjurados. En defensa de un conjunto de políticas desplegadas desde el 2003 y del derecho del gobierno a perseverar en ese camino y con la independencia de criterio que nos dan nuestras propias experiencias, valores, ideas.
Nuestro llamado al coraje colectivo contra el operativo derrumbe no resuena en el eco de los espacios vacíos. Al contrario, rebota en los cuerpos, se ahínca en los sueños, se intercambia en la reflexión común. Por eso creemos que no se puede hablar de derrota ni de victoria ni nos está dado el tono de la certeza. Sí saber que lo que sucede nos atañe. Y por eso no nos escandaliza.
Ahora, el texto de Carlos Salvador La Rosa, en el diario Los Andes, de Mendoza:
Si hay un pensador argentino al que Cristina Fernández y los intelectuales K citan con gran frecuencia es a Arturo Jauretche; algo raro porque antes los “setentistas” se referenciaban mucho más en Cooke, Hernández Arregui, Puiggrós o hasta Scalabrini Ortiz, porque -sin decirlo directamente- veían a Jauretche como tibio, como poco de “izquierda”. Pero ahora parece que no.
Releyendo a Jauretche, es cierto que lo que éste decía y lo que dicen hoy los kirchneristas es bastante parecido. Pero si las ideas, más que analizadas literalmente lo son en base a su contexto histórico, quizá aparezcan algunas diferencias entre el pensamiento de Jauretche y el K.
Jauretche en su tiempo
Don Arturo era un radical nacionalista, pero en los albores del peronismo, frente a la mayoría de los radicales y nacionalistas que lo vieron como un movimiento bárbaro, de desclasados conducidos por un demagogo de ideas fascistas, Jauretche explicó así su apoyo al peronismo naciente:
“El nacionalismo de ustedes se parece al amor del hijo junto a la tumba del padre; el nuestro se parece al amor del padre junto a la cuna del hijo; y ésta es la sustancial diferencia. Para ustedes la nación se realizó y fue derogada. Para nosotros, todavía sigue naciendo”.
Cuando cayó Perón, Jauretche esbozó la siguiente crítica hacia el movimiento que defendió y que desde ese día defendería aún más: “Se cometió el error de desplazar y hasta hostilizar a los sectores de clase media... permitiendo al adversario unificarla en contra, máxime cuando se lesionaron inútilmente sus preocupaciones éticas y estéticas”.
Cuando Perón regresó en los ‘70, Jauretche -que había luchado como nadie por ese regreso- criticó a la juventud peronista que se proponía conducir el gobierno aún enfrentándose con Perón, diciéndoles: “Y este mocito no se para aquí, sino que ya empieza a clasificarnos a los que de lejos venimos por la huella nacional, diciendo éste sirve y éste no sirve y eligiendo como el indio con la lanza entre Albrieu, Cooke, Cardozo,Vandor, Osella Muñoz, etc. ¿No les digo que quieren agarrar las riendas? Menudo lío que tenemos los nacionales en aclarar nuestras cosas para que vengan las visitas y en cuanto se les sirve un mate, empiecen a decir, éste toma y éste no toma”.
A partir de estas significativas citas de fechas tan distintas, se deduce que en todo su devenir histórico, Jauretche sostuvo que se trataba de abrir, no de cerrar. De ir hacia adelante en vez de mirar atrás. De integrar a los diversos en vez de temer ser integrado por los otros.
De sumar y no de restar. De desplegar las banderas, no de guardarlas para una minoría de elegidos. Toda su vida estuvo fascinado por el futuro por venir, por los hijos por nacer, no encerrado en la veneración de un pasado mítico. Vivió criticando a los “viudos tristes”, esos que pasaban añorando lo que fue, en vez de construir lo que debería ser.
Jauretche en tiempos de Kirchner
El kirchnerismo y sus aliados, aunque repitan a Jauretche, no parecen tener la misma mirada política que tuvo él. Más bien, con respecto a la evolución histórica parecen tener la mirada opuesta.
A Hebe de Bonafini no vale la pena criticarla tanto por sus exabruptos -quizá comprensibles en una madre con un dolor irrenunciable a cuestas- pero la frase con la que ella critica a otra madre (Graciela Fernández Meijide) es algo más que un exabrupto: “Desde esta plaza repudiamos todo lo que se diga con respecto a los desaparecidos. Las Madres no vamos a discutir el número; lo que vamos a discutir es quiénes tenemos derecho a gritar, a decir y a defenderlos y quienes se asoman de vez en cuando para vender un libro rastrero”.
La señora de Bonafini nos está diciendo que sólo ella o quien ella permita, son los representantes en la tierra de los desaparecidos. El resto -incluso otras madres como Fernández Meijide- son “ratas” cuando hablan de ellos.
De proliferar tales ideas, el movimiento de los derechos humanos, cuya universalización a partir de la gesta de las madres fue cada vez mayor en la Argentina, tendería a encerrarse en un grupo de elegidos que serían sus únicos intérpretes. El resto sería “la derecha”.
Salvo cuando Bonafini autorice. Porque así como no autoriza a Fernández Meijide a hablar ni de su propio hijo desaparecido, permite y avala que Cristina Fernández compare el secuestro de personas con el “secuestro” de goles de fútbol. O que Néstor Kirchner compare una manifestación multitudinaria en apoyo del campo con los “grupos de tarea” de la dictadura.
Los intelectuales kirchneristas de “izquierda” creen que “la nueva derecha” es distinta a la “vieja”, porque antes la derecha hablaba con palabras de derecha, mientras que ahora se disfraza de izquierda. Por eso, de lo que se trata, dicen en su “Carta Abierta 3”, es de denunciar a los impostores: “Es cierto que, visiblemente, hoy no son muchos los que aceptan enarbolar blasones de derecha. Hay que buscarla en todos los lenguajes disponibles, en todos los partidos existentes, en todas las conductas públicas que puedan imaginarse”.
O sea, la misión de la izquierda K es la de delatar a los nuevos brujos, a los infiltrados, a los que hablan como “buenos de izquierda” pero en realidad son “malos de derecha”.
Así, en vez de buscar imponerse convenciendo a las mayorías populares de sus ideas mejores, como creen que hoy la gente es idiota (o, al menos, que está idiotizada por la tevé) lo que se proponen es -cual nuevo Tribunal de la Inquisición- quemar a los brujos, a ver si una vez quemados los “malos” la gente vuelve a pensar como los “buenos”.
Antes, cuando eran jóvenes y creían que el futuro era suyo, hacían todo lo posible para adelantarlo. Ahora, como creen lo contrario, hacen lo imposible por pararlo. Se sienten una élite iluminada, una aristocracia del espíritu incomprendida por la vulgaridad dominante de una clase media influida por el “complejo agromediático”: esos periodistas mediocres que quieren quitar a ellos el liderazgo intelectual y esos productores burgueses con olor a bosta.
Los intelectuales K antes de ser K, estaban encerrados en sus cenáculos universitarios, hasta que un aprendiz de brujo los hizo salir, pero no para ayudar con sus saberes a la sociedad sino para dar peroratas sobre su superioridad moral de academia medieval contra los nuevos bárbaros, a los que se proponen exorcizar y despreciar.
En los ‘70, estos intelectuales eran los “infiltrados de izquierda” dentro de un movimiento que se resistía a incorporar sangre nueva, pese al trasvasamiento generacional declamado por Perón. Ahora son ellos los que denuncian a los “infiltrados de derecha” que les quieren robar sus banderas. Por eso en vez de desplegarlas, las guardan para que no se las roben.
Ésa es la confianza que tienen en sí mismos, en el pueblo (hoy dominado culturalmente -dicen- por el “complejo agromediático”) y en la historia (que si ellos no la paran -dicen- se bandea definitivamente hacia la derecha). Por ende, terminan defendiendo la concentración del poder en una sola persona, porque para ellos el autoritarismo estatal es el mal menor.
Los “cabecitas negras” del primer peronismo se sentían dueños de su destino y amaban el futuro porque sabían que sería mejor que su pasado. Jauretche luego explicó a la clase media que debía conjugarse con los obreros para luchar todos juntos por un país más justo, por un futuro mejor.
En cambio, los jauretchianos actuales -repetidores mecánicos de Jauretche- son “viudos tristes” de un pasado que ya fue y no volverá. Un pasado que no disfrutaron cuando fue porque entonces también les parecía de “derecha” y tampoco ahora lo pueden disfrutar porque no está más. Entonces, contra todo sentido y razón, lo quieren resucitar.
En síntesis, los resultados de esa lógica política e intelectual están a la vista: en 2007 el kirchnerismo perdió el apoyo de las clases medias urbanas. En 2008 perdió el apoyo de las clases medias rurales. Y en 2009 perdió el conurbano bonaerense, al que intentó retener con candidaturas truchas creyendo que los pobres votaban como ganado. Pero los pobres se resistieron a ese menosprecio y derrotaron a ese oficialismo que cree que la gente es manipulable.
Es que a tales fracasos inevitablemente conduce toda propuesta política que, en vez de abrir, cierra; en vez de integrar teme ser integrada; en vez de amar el futuro añora el pasado; en vez de sumar, resta; en vez de entender la realidad y conducirla, busca enfrentarla o negarla. No parece ser nada de eso a lo que ofrendó su vida don Arturo Jauretche.
Habla un testigo de la sociedad Kirchner-Grupo Clarín
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José Sbatella dejó hace justo un año el timón de la oficina antimonopolios que comandó durante dos años y medio, con Néstor y luego con Cristina Kirchner. Lo hizo enemistado a muerte con Guillermo Moreno, a quien acusa de haber favorecido la concentración de la economía y de haberle concedido la venia al grupo Clarín para la fusión entre Cablevisión y Multicanal.
“El Loco” –como llaman al economista platense sus compañeros de militancia en el peronismo revolucionario de los '70– recomendó no entregarle al holding el mercado del cable, pero no fue escuchado en la Casa Rosada. Poco después fue despedido. Cree que es porque Kirchner “quería un trato amigable con el Grupo”, pero que el conglomerado después “detectó su debilidad política” y lo abandonó, porque ya le había sacado todo lo que podía dar.
Pese a las críticas, el ex funcionario apoya la vuelta del fútbol a la TV abierta. Opina que abre “una oportunidad para democratizar los medios” y que los $ 600 millones que pondrá el Estado “se pueden recuperar con creces”. Igual recomienda reforzar la regulación estatal del negocio. Y advierte a los opositores que “si pactan con el Grupo, van a terminar condicionados como terminó Kirchner”.
–¿Cómo ve la decisión de sacarle a Clarín el negocio del fútbol por el acuerdo con la AFA?
–Pienso que más vale tarde que nunca. Porque si siguen creciendo va a ser peor. Creo que el Grupo detectó la debilidad política del Gobierno tras las elecciones y empezó a definir con quiénes se aliará de sus potenciales reemplazantes. Ahí estalló la guerra. Por eso me sorprende que los opositores le hagan el juego, porque les va a terminar pasando lo mismo: van a ser jaqueados y condicionados por un grupo que prácticamente dirige lo que piensan 18 millones de argentinos.
–¿Pero esto solo va a acabar con la concentración del mercado?
–No. Hace falta una regulación más fuerte. Si se desarticula a Clarín en el cable pero dejando entrar a Telefónica y Telecom con el triple play (la TV por celular), se estaría cambiando de manos un mismo monopolio. Y encima uniéndolo al oligopolio de la telefonía fija. En la regulación tienen que prohibirse los contratos a tan largo plazo. Tienen que ser a un año o dos como máximo. Lo ideal sería por temporada.
–¿Pueden recuperarse los $ 600 millones que cobrará la AFA del Estado por los derechos?
–Si se hace como en Europa, donde se comercializan los partidos por temporada y por equipo, se puede hacer un negocio muy rentable sin necesidad de comprar tecnología propia. En España, por ejemplo, un gran negocio es la compra de goles por celular. Y el gobierno obliga a que sean otras empresas las que los vendan. Si se prohíbe que el transmisor de la imagen sea a su vez el dueño exclusivo de todos los derechos, esa plata se puede recuperar con creces. Hay millones de chinos que ven a River y a Boca pagando a sus proveedores de cable. Y los partidos también se venden en Europa.
–¿No puede terminar el Estado contratando a TyC como proveedor por incapacidad de cubrir todo desde Canal 7? ¿O reprivatizando?
–Creo que en este caso va a ser muy difícil dar marcha atrás. Se hizo todo muy público, como con la Ley de Radiodifusión. Hubo tanta difusión que las decisiones ya se van a tomar con menos miedo de salir en los diarios. Hay foros en todas las ciudades y se les dio esperanzas a las universidades de que tengan canales propios y radios.
–¿Tan importante fue el fútbol para la expansión de Clarín?
–Para darle una idea, de los $ 5.700 millones que facturó el Grupo el año pasado, más de 3.400 millones salieron de la TV por cable. Entre las dos empresas tienen 3 millones de abonados y 800.000 de ellos pagan por ver el fútbol. Sólo por ese servicio (sin contar la publicidad, la provisión de imágenes y otros negocios vinculados) embolsan $ 240 millones anuales. Es claramente el principal instrumento de acumulación del Grupo.
–¿Cuándo empezó a investigar a Clarín?
–Cuando asumí en marzo de 2006, el expediente de la fusión ya estaba abierto. Había una presentación donde Multicanal avisaba que compraba el 20% de Cablevisión. Y como no llegaba al 50% del paquete accionario, consideraba que no tenía que notificar la operación y que la ley antimonopolios no se podía aplicar. Había sospechas de que el resto del paquete estaba en posesión de otras empresas del grupo, por lo que había control indirecto. Pero no se podía demostrar porque eran firmas offshore. Así que se acepta la operación, pero se les aclara que si en algún momento blanqueaban ese control indirecto (ante un banco para pedir financiamiento, por ejemplo), se les iba a exigir que notifiquen la operación a la Comisión.
–¿Y eso terminó pasando?
–Pasó algo peor. Ellos aseguraron que no iba a haber colusión, que no iban a aprovechar la posición dominante para subir los precios. Pero a la semana que se autoriza la fusión, Cablevisión y Multicanal envían un aviso de aumento a sus abonados en conjunto, en simultáneo y por el mismo monto. Una verdadera tomada de pelo.
–Ahí abren la investigación por conducta monopólica.
–Yo ahí dicto una cautelar para que retrocedan con el aumento, devuelvan el dinero y den sus explicaciones por el aumento. Ellos no dan marcha atrás y justifican la suba en que los costos habían aumentado para todos los cableoperadores del país.
–¿Y no se los sancionó?
–No. Ésa fue la primera vez que tuvieron que dar explicaciones. Multas nunca pagaron porque en la Comisión todo se cajoneó siempre. Incluso yo empecé a pedir informes internos sobre por qué sus expedientes nunca avanzaban. Cuando yo llegué ya había una multa extendida a Cablevisión, Multicanal y Torneos y Competencias por $ 900.000. Era a raíz de las primeras denuncias de los cableoperadores independientes que denunciaban que ellos ofrecían el servicio a pérdida para sacarlos del negocio y quedarse con todo.
–¿Eso tampoco lo pagaron?
–No. El Grupo apeló ante la Cámara en lo Civil y Comercial, que le condonó la multa, y después el Ministerio de Economía volvió a apelar ante la Corte Suprema. El caso todavía está ahí.
–O sea que la Comisión no tiene poder propio para frenar la monopolización de mercados.
–Claro, porque nunca se constituyó como tribunal, como exigía la ley que la creó. Yo creo que esa medida cautelar le hizo ver por primera vez al Gobierno el papel que podía tener la Comisión.
–¿Después informaron la fusión definitiva?
–En esa situación aparece la fusión, hacia fines de 2006, con la compra de lo que faltaba de Cablevisión. Nosotros preveíamos el conflicto y por eso yo aproveché un subsidio de Canadá para hacer un estudio junto con la Universidad de La Plata sobre el mercado de cable en todo el mundo.
–¿Y qué encontraron?
–Que la situación era la misma en todo el mundo. Que el fútbol fue el arma principal de la concentración de los medios en España y en Francia y que en Estados Unidos pasó lo mismo con el fútbol americano y el béisbol. En todos los casos hubo que intervenir regulando desde el Estado, para que ninguna señal tuviera contratos de exclusividad de las transmisiones. Porque donde eso se permitía se cerraba el mercado para el resto y se generaba debilidad aguas abajo, entre los productores de imágenes, que quedaban presos de venderle solamente a esa señal.
–¿Acá tuvo ese mismo efecto?
–Sí. Clarín fundó Multicanal y empezó a comprar los cables del interior uno por uno. Tenían que maximizar los ingresos por la transmisión del fútbol y lo hicieron, gracias al contrato de exclusividad de 1991 y la seguridad de tenerlo hasta 2014.
–¿Cuántos cables compraron?
–Cuando se anuncia la fusión, entre las dos empresas tenían provisión exclusiva (monopólica) en 121 ciudades y competían entre sí (sin terceros) en otras 22 ciudades de más de 200 mil habitantes. Había denuncias muy fuertes de presiones por parte de los cables más chicos, que al final se terminaban vendiendo porque no les podían dar fútbol a sus abonados.
–¿Ese proceso se dio durante el gobierno de Kirchner?
–No, con Menem. Cuando asume Kirchner esa concentración ya se había hecho y los únicos que quedaban eran los cableros más resistentes, que siguen hasta ahora en lugares como Rosario, Salta o la costa atlántica. Lo que esperaba Clarín de Kirchner era el aval a la fusión. Y lo consiguió.
–Usted dictaminó en minoría que había que imponerle condiciones a la fusión. ¿Cuáles eran?
–En los lugares donde cada una de las empresas operaba sola, dije que se les podía dar licencias a otros operadores. Donde estaban solapados, que tendrían que vender una de las dos empresas. Y con el fútbol, la experiencia indica que había que obligarlos a desprenderse del negocio.
–¿En la Comisión quiénes impulsaron la aprobación?
–El dictamen que salió en mayoría tiene las firmas de dos vocales, Diego Póvolo y Humberto Guardia Mendonça, que responden al secretario de Comercio (Guillermo Moreno). Dice que la fusión es casi un beneficio para la sociedad y que el Grupo se compromete a darles cable gratis a los hospitales y a no abusar de su posición dominante. Lo cual obviamente no ocurrió. Hay al menos dos casos donde se probó que incurrieron en conductas monopólicas: en Punta Alta imponían precios predatorios (más bajos que los de mercado para borrar del mapa a la competencia) y en Merlo le sacaron el fútbol a una cablera chica.
–¿Por qué cree que lo aprobaron justo en el cambio de mando? ¿Por orden de Kirchner?
–Los dos vocales representaban una visión donde teóricamente Clarín era aliado del Gobierno. Hubo una fantasía –a mi entender– sobre que eso iba a generar una forma amigable de tratar con el Grupo. Pero lo que hace el Grupo es aprovechar cada período de gobierno para sacar un rédito propio y cuando se desgasta el poder político eligen a otros representantes a futuro. Están acostumbrados a ver pasar gobiernos. Kirchner quería ser amigo de Clarín y por eso le entregó Cablevisión.
–¿No sufrió presiones externas para aprobar la fusión?
–No físicas, pero sí aparecieron un par de notitas perdidas en el diario que yo tomé como advertencias, con títulos como “investigan a Sbatella” sobre situaciones totalmente fantasiosas. Lo que yo hice para protegerme fue pedir asistencia a la Oficina Anticorrupción y denunciar los manejos internos que podían salpicarme.
–¿Cree que Kirchner pecó de ingenuo o que se arriesgó a hacerles un favor para contenerlos?
–Está en su lógica de negociación. Hay áreas del Gobierno, como Comercio Interior o Planificación, donde creo que están convencidos de que se puede manejar mejor una economía concentrada como la Argentina negociando con los actores dominantes en cada cadena que discutiendo con miles de pequeños actores. Y en eso entra Clarín. Pero una vez aprobada la fusión, la empresa quiso dar por cerrada la etapa. Por eso es probable que hayan pensado en generar varios liderazgos débiles en vez de uno fuerte. Obtenido el objetivo, empezaron a buscar reemplazante para esta etapa.
–¿Lo del fútbol es una venganza, entonces?
–Y... reacciona tardíamente. Casi por una cuestión de inocencia en la negociación con los poderosos. Y porque descuidó el estado del Estado. El poder de control, que se desguazó en los '90, no se reconstruyó para nada con Kirchner. El Gobierno todavía tiene la fantasía de la alianza con una burguesía nacional, con diez grupos grandes que lideren el crecimiento del país.
–¿Qué va a pasar? ¿Se viene una guerra abierta?
–No creo que sea una confrontación brutal. El que pierde la paciencia en estos casos pierde la guerra. Clarín puede perder el ritmo de acumulación económica acelerado que venía sosteniendo, pero tiene que seguir trabajando y va a participar en las licitaciones por la televisación que haya. Lo cual no quita que la venganza vaya a ser terrible .
¿Y el gasoducto NEA?: El nordeste argentino se abastecería con gas de Tierra del Fuego
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Pasaron inadvertidas las declaraciones que hace 15 días emitió el senador nacional por la provincia de Misiones Luis Viana. El legislador justicialista reveló que el secretario de Energía Daniel Cameron le expresó que el gas que abastecerá a la región del NEA, de las que 4 provincias carecen de conexión a la red de gas natural, no provendrá de Bolivia como figura en el contrato de firmado en 2006 sino de Tierra del Fuego.
El senador misionero dijo, citado por la Agencia Corrientes, que el secretario de Energía "explicó que desde marzo próximo va a quedar habilitado el paso de un importante volumen de gas que va a provenir desde Tierra del Fuego y que servirá para abastecer de este combustible a las provincias que aún no lo tienen como lo es Misiones, Chaco, Corrientes y Formosa".
Según el contrato firmado en 2006 por el presidente de Bolivia, Evo Morales, y e por entonces presidente argentino Néstor Kirchner, el vecino país proveería de 27,7 millones de m3 diarios de gas a partir de 2010 a través del Gasoducto Nea cuya construcción sigue siendo una incógnita.
Viana fundamentó esta demora con que "las negociaciones con Bolivia están frenadas porque en ese país están imposibilitados de hacer mayores inversiones para extraer más gas ya que lo que sacan actualmente no les alcanza para enviar también a la Argentina", según recoge la agencia Corrientes.
Sin embargo, en Bolivia las petroleras presionan al gobierno de Morales para que se avance con más rapidez en la construcción del GNEA para "asegurarse" el mercado argentino.
Según consigna el sitio Siete Puntas desde la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH), pidieron por la construcción de capacidad de transporte dentro del cual se incluye el mencionado conducto.
Los empresarios petroleros señalaron que tanto la construcción de gasoductos como el establecimiento de garantías de fiel cumplimiento que aseguren el pago por parte de la Argentina y la producción por parte de Bolivia, "son elementos fundamentales y urgentes a resolver entre ambos países".
Además, insistieron en "asegurarse" el mercado argentino como destino del gas, ya que actualmente el gas boliviano es una "opción privilegiada" para la seguridad energética de la Argentina, pero "no es la única opción", por lo que se requiere firmar un acuerdo sustentable y a largo plazo.
Denuncias en Medios de Tierra del Fuego
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(se respetaron las faltas ortográficas de los denunciantes)
Un blog que denuncia casos de personas vinculadas al narcotrafico en Ushuaia, promete levantar mas de una polemica, con los nombres de algunas de las personas.
Ahi se puede observar un mapa sobre los puntos de venta de droga, según su creador, Claudio Izaguirre (nota audio), la misma es una iniciativa ciudadana para que los responsables gubernamentales sepan que sabemos, que ellos saben y no hacen nada.
El sitio fue creado por la Asociación Antidrogas de la República Argentina. Su objetivo es recojer denuncias, fotografías y filmaciones sobre el accionar de vendedores de drogas en todo el territorio nacional.
En el capitulo destinado a Ushuaia, donde hasta se detalla los lugares y los nombres, se menciona que la distribución se realiza a través de CORREO ARGENTINO y que cuenta con la complicidad de la Justicia Federal.
Imperdible: Un policía coimeando a un automovilista (video)
Etiquetas: ACTUALIDADUn comerciante residente en la capital entrerriana que traslada habitualmente mercadería hacia Santa Fe, donde también posee un negocio, filmó a un policía mientras le ofrecía un importantísimo “descuento” en el monto de una multa por inconvenientes con un remito si la abonaba en el lugar. Incluso, hacía hincapié en que podía cambiarle la tipificación de la infracción para que no tuviera dificultades con la AFIP.
De acuerdo al video del conductor, que emitió Canal 11 de Paraná, la negociación concluyó con el pago de $120 que el agente embolsilló sin darle a cambio ningún tipo de recibo.
"El total son 300 litros de combustible a precio de nafta súper", le explicaba el policía mientras le ofrecía que si pagaba la multa en el lugar no le ponía "por el remito sino por falta de documentación exigible o cualquier otro artículo para evitar el quilombo de la DGI".
"A eso lo manejo yo”, afirmaba, al tiempo que le solicitaba 399,07 pesos. "Yo voy a hablar con el jefe", le decía e insistía "fijate cuánto tenés".
El comerciante le ofreció $50 y el policía no aceptó por considerar que no llegaba ni siquiera al valor de una multa mínima. "El jefe me va a echar al la p...", adujo.
"Puedo tener 100 mangos si querés después te alcanzo algo", insistió el negociante y el policía contestó: "No te puedo hacer la boleta si el mínimo es 117. Si me das esa plata te hago por el cinturón o el matafuegos".
"Alcanzale 120 mangos a ver si se arregla, más no tengo", ofertó finalmente el comerciante. Tras darle algunas precisiones sobre los requerimientos para transportar mercadería de una provincia a otra, el agente tomó el dinero. "Vos querés comprobante por esto", le preguntó al negociante, quien le contestó: "No yo quiero zafar".
"Bueno, andá nomás, yo te hago zafar. Quedate tranquilo", manifestó finalmente.
Más presión: Por "sabotajes", YPF decidió suspender toda actividad administrativa y productiva en el norte de Santa Cruz
Etiquetas: REGIONALES
En medio de un grave conflicto petrolero y la tensión generada entre la operadora y el gobernador Daniel Peralta, YPF informó a través de un comunicado que decidió suspender la totalidad de los trabajos que realiza en el norte santacruceño, no solo productivas sino también las administrativas.
Según dice, los "indicentes" incluyeron "atentados" contra la planta de Corte EL Cordón 19 y la Estación Transformadora de Koluel Kaike, entre otros.
El comunicado especifica que se registraron derrames petroleros en un pozo de Pico Truncado en donde "se puso en marcha la válvula de purga" provocando un derrame que afecta una superficie de 150 metros cuadrados".
También, según la operadora, se registraron roturas de válvulas de tanques y en los cercos perimetrales de las instalaciones.
Robo en Estación de Servicio
Etiquetas: truncado hoy
Otro comercio de nuestra ciudad vuelve a sufrir un robo por medio de métodos violentos. Esta vez se trata de la estación de servicio de YPF “San José”, ubicada en la calle Gregores y Ruta N° 12 que conduce a Caleta Olivia.
El atraco se produjo en horas de la madrugada del día sábado, cuando, malhechores atacaron al playero sustrayéndole la recaudación del día.
Aunque faltan datos para poder completar la información con detalle por la reticencia de la policía a brindar datos, se pudo saber que el robo fue provocado con un arma de fuego.
Lamentable la estación de servicio que se encuentra ubicada en el principal acceso a Pico Truncado, no es la primera vez que padece este tipo de incidentes, ya que años atrás el playero de turno había pasado un cinematográfico episodio, donde fue maniatado para proceder al defalco.
Esta vez, una de las referencias con que cuenta la policía indicaría que los ladrones huyeron del lugar del robo con un auto color blanco con vidrios polarizados, que seria un Volkwagen Gol.
A partir de ese dato se emitió un alerta a todas las seccionales de policía de la zona norte para poder dar con los autores del hecho.
Santa Cruz se desafilia de la Federación Petrolera
Etiquetas: truncado hoy
El Secretario de Prensa Pablo Fonseca quien fue el vocero de la comisión, mostro su satisfacción por el resultado de la asamblea, al finalizar la misma dialogó con Imagen y Noticias.
Fonseca manifestó que: “La asamblea fue mas que nada informativa ya que pedimos a los compañeros de Pico Truncado que nos acompañen en la desafiliación de la Federación, y como ustedes vieron, el apoyo fue masivo con mas de 800 personas que estuvieron y tomamos la decisión entre todos de des afiliarnos de la Federación”.
Sobre los justificativos que se expusieron para tomar esta drástica decisión de separarse de Federación, Fonseca dijo “Nos desafilamos por muchas cosas, entre otras porque ellos están jugando sucio usaron un par de delegados de Las Heras entre ellos Juanito Barrientos y el Sr. Anuate y un delegado de Pico Truncado que es de apellido Zarate, con el fin de desestabilizar a esta comisión, hicieron juntar firmas para intervenir nuestro sindicato”, expreso el Secretario de Prensa y agrego “Eso no lo vamos a permitir, hoy los 800 operarios que estuvieron en la playa de tanques nos dieron un acompañamiento total y un apoyo para seguir adelante en esta lucha”.
A pesar de que hubo una movida fuerte en Las Heras para desactivar el paro de actividades con delegados que se entregaron a la petrolera, los resultados que tuvieron esa movida no fueron los esperados por parte de YPF, “En Las Heras sigue un alto acatamiento al paro, excepto los rebeldes que fueron una minoría, pero se les obstruyeron los caminos alternativos y no pudieron pasar a trabajar” manifestó finalmente Fonseca.
SIGUEN LAS NEGOCIACIONES
En las últimas horas del día viernes se confirmo que las negociaciones que se habían cortado en horas tempranas volvían a resurgir por intervención del Ministro de Planificación Federal, Arquitecto Julio de Vido.
Pablo Fonseca confirmo que con el inicio de la semana comienza la posibilidad de solucionar el conflicto, “El lunes hay una reunión en Buenos Aires con el Ministro de De Vido que llamo a Héctor Ramón Segovia y a la Camara Empresaria para poder destrabar este conflicto y para poder hacer que vuelvan a trabajar a nuestros compañeros”, expreso Fonseca, quien se mostro optimista por los resultados que puedan tener en Bs. As. “La expectativa es muy buena, porque como dice Segovia que “nos llamen para negociar” y si nos convocaron es evidente que es para negociar asi que pensamos que esto va a salir de la mejor manera”
El ultimo punto que falta resolver en las negociaciones es el reconocimiento de los días no trabajados. Hasta el momento se logro un aumento del 20%, más el incremento de las viandas y otros adicionales que redondean un incremento salarial del 33 % aproximadamente.
Por otro lado Fonseca destaco el apoyo que manifiesta al reclamo el Primer Mandatario Provincial, “El Apoyo del Gobernador eso lo sabemos, porque viene hace rato, estamos convencidos del acompañamiento de Peralta, sabemos que ayer hizo una asamblea en Punta Loyola con los compañeros de Skanka que tienen la planta tomada y el compañero Gobernador se subió a una camioneta y dejo explicito el respaldo a nuestro reclamo y nosotros de igual manera lo apoyamos a el”.
Congreso de Adosac, en Caleta Olivia
Etiquetas: REGIONALES
En el mismo sentido, el cónclave votó una jornada de lucha intersindical para este miércoles, consistente en volanteada y difusión.
Tales definiciones se dieron luego del análisis que el cónclave realizó de lo actuado desde el Congreso anterior, cuando no se votó paro, y en cambio, se decidió unificar un reclamo salarial estatal.
En cuanto al reclamo salarial, el sector decidió además, continuar insistiendo en la discusión paritaria, con la devolución de los descuentos por los días no trabajados en conflicto, que durante la primera mitad del año fueron 22, y descontados por el gobierno a cada trabajador.
En el orden sectorial, el Congreso Provincial de la ADOSAC definió la realización, el próximo sábado 29 de agosto, de plenarios por localidad, para analizar y definir criterios de titularización en las Escuelas Industriales.
Según pudo conocer la ADOSAC no pudo aunar con la AMET un criterio al respecto, y lo definirá en el próximo Congreso Provincial, cuya convocatoria fue fijada para el 5 de septiembre, contando con las definiciones de los plenarios.
En lo estrictamente gremial, el Congreso Provincial de la ADOSAC decidió poner a consideración de las distintas filiales una propuesta de modificación del Estatuto gremial, en varios de sus articulados.
Las principales modificaciones propuestas están relacionadas con el tipo de elección de congresales, para dejar de lado la vigente de una mayoría y una minoría, y en cambio, quede conformada la representación por el sistema d’Hont para repartir los cargos de congresales de modo aproximadamente proporcional a los votos obtenidos por cada lineamiento interno.
También se propone modificar el sector gremial, la distribución de fondos sindicales cambiando el porcentaje que se asigna a la Comisión Directiva Provincial, que es actualmente del 60 % y el que se distribuye entre las filiales, del 40 %, para que sea exactamente a la inversa .
La relación del “Potro” Velásquez con Kirchner
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“El Potro”, como se lo llama en su círculo íntimo a Velásquez conoce al matrimonio presidencial desde hace años. Oriundo de la ciudad patagónica Puerto San Julián, mantiene una relación cercana con el ex mandatario desde que él era gobernador en Santa Cruz y usaba aviones sanitarios como taxis aéreos. Este piloto civil pasó a ser su director de Aeronáutica a cargo de los pilotos del avión oficial de la gobernación y a partir de ahí no se despegó.
Cuando Kirchner llegó a la presidencia lo designó para que piloteara el Tango 01. Una medida polémica que, según fuentes del sector, generó malestar entre la tripulación. Es que rompió con la tradición histórica de que quien volara el avión pertenecía a la Fuerza Aérea Argentina. Velásquez es piloto civil.
Más de uno se sorprendió cuando maniobró con rotundo éxito los cuatro episodios de emergencia aérea que vivieron los Kirchner en el Tango 01. “El Potro” se mantuvo en el aire cuando se prendió fuego la turbina izquierda en octubre de 2004, y cuando trasladaba a toda la familia presidencial a Río Gallegos y se recalentó el motor en octubre de 2007.
También lo hizo un mes más tarde cuando tuvo problemas con el tren de aterrizaje. Un karma que no terminó con la presidencia de Kirchner. Cuando regresaba con Cristina de la Cumbre de las Américas, Velásquez tuvo que aterrizar en Caracas por un desperfecto en el parabrisas.
Pero este piloto no sólo tenía una buena relación con Kirchner, sino también con ejecutivos del Grupo Marsans. Según fuentes del sector, “El Potro coqueteó mucho tiempo con algunos directores de la empresa que administraba Aerolíneas Argentinas e incluso se convirtió en su asesor de contratación de aviones para vuelos presidenciales entre 2003 y 2005”. Entre otras cosas, logró que Antonio Matta, ex ejecutivo de Aerolíneas, hiciera configurar un Jumbo 747 200 en forma especial para transporte del entonces presidente Kirchner, aún cuando en ese momento ya se conocían las intenciones de “argentinizar” la compañía.
Una situación que no generaba roces en la relación, pero sí lo hizo el paro de pilotos que el grupo español sufrió entre el 24 de noviembre y 5 de diciembre de 2005. “En esos días su vínculo con el grupo Marsans se deterioró completamente”, recuerdan.
Sin embargo, no fue la relación cercana al ex presidente lo que lo llevó a Jaime. Según Urgente 24 quien hizo el contacto con el secretario de Transporte fue el ex corredor de turismo carretera, Jorge Cupeiro, un gran conocedor de la Quinta presidencial desde la época de Carlos Menem.
Los jueces Bonadío y Oyarbide investigan de quién es el Jet 31A en el que vuela el secretario de Transporte y quién paga los costos de los millonarios viajes a Córdoba, Brasil y Uruguay. El funcionario le alquila la aeronave a la empresa “Aires Argentinos”, de la que es socio Sergio Velásquez, el piloto civil que, contra la tradición de la Fuerza Aérea, vuela el Tango 01.
Cuando Kirchner llegó a la presidencia lo designó para que piloteara el Tango 01. Una medida polémica que, según fuentes del sector, generó malestar entre la tripulación. Es que rompió con la tradición histórica de que quien volara el avión pertenecía a la Fuerza Aérea Argentina. Velásquez es piloto civil.
Más de uno se sorprendió cuando maniobró con rotundo éxito los cuatro episodios de emergencia aérea que vivieron los Kirchner en el Tango 01. “El Potro” se mantuvo en el aire cuando se prendió fuego la turbina izquierda en octubre de 2004, y cuando trasladaba a toda la familia presidencial a Río Gallegos y se recalentó el motor en octubre de 2007.
También lo hizo un mes más tarde cuando tuvo problemas con el tren de aterrizaje. Un karma que no terminó con la presidencia de Kirchner. Cuando regresaba con Cristina de la Cumbre de las Américas, Velásquez tuvo que aterrizar en Caracas por un desperfecto en el parabrisas.
Pero este piloto no sólo tenía una buena relación con Kirchner, sino también con ejecutivos del Grupo Marsans. Según fuentes del sector, “El Potro coqueteó mucho tiempo con algunos directores de la empresa que administraba Aerolíneas Argentinas e incluso se convirtió en su asesor de contratación de aviones para vuelos presidenciales entre 2003 y 2005”. Entre otras cosas, logró que Antonio Matta, ex ejecutivo de Aerolíneas, hiciera configurar un Jumbo 747 200 en forma especial para transporte del entonces presidente Kirchner, aún cuando en ese momento ya se conocían las intenciones de “argentinizar” la compañía.
Una situación que no generaba roces en la relación, pero sí lo hizo el paro de pilotos que el grupo español sufrió entre el 24 de noviembre y 5 de diciembre de 2005. “En esos días su vínculo con el grupo Marsans se deterioró completamente”, recuerdan.
Sin embargo, no fue la relación cercana al ex presidente lo que lo llevó a Jaime. Según Urgente 24 quien hizo el contacto con el secretario de Transporte fue el ex corredor de turismo carretera, Jorge Cupeiro, un gran conocedor de la Quinta presidencial desde la época de Carlos Menem.
Los jueces Bonadío y Oyarbide investigan de quién es el Jet 31A en el que vuela el secretario de Transporte y quién paga los costos de los millonarios viajes a Córdoba, Brasil y Uruguay. El funcionario le alquila la aeronave a la empresa “Aires Argentinos”, de la que es socio Sergio Velásquez, el piloto civil que, contra la tradición de la Fuerza Aérea, vuela el Tango 01.
Miss Universe 09 -David Guetta y Kelly Rowland rehearse en Bahamas (video)
Etiquetas: INTERNACIONALESvideo Aficionado:
Los artistas Flo Rida, Heidi Montag, David Guetta y Kelly Rowland Fueron las estrellas invitadas al Miss Universo 2009.
David Guetta and Kelly Rowland rehearse for the Miss Universe 2009 in Bahamas
Norberto Oyarbide, el juez federal que puede jaquear la hegemonía K
Etiquetas: ACTUALIDAD
De aspecto elegante y gustos refinados, Norberto Oyarbide se erigió, en las últimas semanas, como el juez federal con mayor protagonismo por el peso de las causas que investiga contra el matrimonio presidencial. Nacido en Entre Ríos, soltero y de 58 años, Oyarbide investiga el abultado patrimonio de Cristina Fernández y su esposo, Néstor Kirchner. El juez también sigue la pista de los sobreprecios pagados por la empresa Skanska para ganar una licitación. Y sumó el misterioso avión del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime a los expedientes que amenazan con jaquear al kirchnerismo en la Justicia.
Como en los viejos tiempos, cuando llevaba adelante las causas por la cuenta en Suiza de Carlos Menem o el enriquecimiento ilícito de Armando Gostanian, Oyarbide volvió hacer declaraciones públicas en la puerta de su casa.
Comenzaron los problemas con el “Fútbol para todos”
Etiquetas: ACTUALIDAD
EXCLUSIVO / El partido Arsenal vs. Estudiantes, que se jugó las 18, fue emitido en simultáneo por Canal 7 y Canal 9. Pero el canal de la calle Conde haría intentado hacer algunos cambios con la señal original y al parecer puso relatores propios. A los pocos minutos del comienzo del encuentro, los periodistas del 9 dejaron el aire y sin dar explicaciones comenzó el relato original de la gente del 7. El motivo: habría existido un llamado oficial que advirtió que eso “estaba prohibido”. Cuentan que en los pasillos del 9 el llamado no gustó nada y que ya se empezó a hablar de “censura”.
100.000 nuevos desempleados en 1 año, ¿qué hacemos Néstor?
Etiquetas: ACTUALIDAD
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Idesa). Con el empleo estancado prácticamente la totalidad del ingreso de nuevos trabajadores fue a engrosar el desempleo. Este proceso responde a factores internos más que a la crisis internacional.
Por eso, a diferencia de lo que ocurre en el resto del mundo, donde hay síntomas de que lo peor ya pasó, en la Argentina lo peor estaría por venir.
La desocupación es la consecuencia de ahuyentar la inversión y poner trabas a la generación de empleos “en blanco”. Esto no se resuelve con los empleos precarios del nuevo plan trabajar, ni haciendo gestos para regresar al FMI, sino con una profunda transformación en la organización del sector público.
El Indec dio a conocer los indicadores laborales básicos del 2do. trimestre de 2009 para los 31 grandes aglomerados urbanos del país.
La tasa de participación laboral (es decir, la gente que trabaja o busca trabajo, también denominada población económicamente activa) se mantuvo en el 45,9% de la población total. Esto implica que la oferta de trabajo aumentó sólo en función de la demografía.
Por otro lado, el empleo total se mantuvo prácticamente en el mismo nivel que hace un año. Esto significa que casi la totalidad del aumento de la fuerza de trabajo se tradujo en crecimiento del desempleo. La tasa de desocupación pasó del 8% al 8,8% de la PEA.
Las cifras merecen ser tomadas con precaución dadas las manipulaciones que vienen produciéndose en el Indec (por ejemplo, no se publica desde hace varios semestres la base usuarios de la EPH lo que permitiría hacer un análisis más desagregado y evaluar la consistencia de los datos).
Sin perjuicio de ello, resulta interesante resaltar las dinámicas laborales que se dieron entre el 2º trimestre del 2008 y el 2º trimestre del 2009:
> La población económicamente activa (PEA), es decir, la gente que trabaja o busca trabajo aumentó en 101.000 personas.
> El empleo total, o sea la gente que tiene trabajo o consiguió uno nuevo –sin distinción sobre la calidad de la ocupación–, aumentó en apenas 5.000.
> La diferencia entre lo que aumentó la PEA y el empleo total son los que no pudieron conseguir empleo, es decir, 96.000 nuevos desocupados.
La principal novedad, respecto a lo que venía ocurriendo desde el año 2004, es que prácticamente no hubo creación neta de empleo. Más aun, aunque los datos del Indec no permiten desagregar la información, hay indicios de que la calidad del empleo se ha deteriorado, como por ejemplo la disminución de los puestos de trabajo registrados reportada por el propio Indec durante el 1º trimestre del 2009.
Es decir, el estancamiento del empleo total se sostuvo gracias a la expansión de empleos precarios que compensó la destrucción de empleos “en blanco”. En este marco, el aumento del desempleo es apenas uno de los síntomas del deterioro en la situación laboral y social.
¿Esta situación es un “piso” que en la 2da. mitad del año tenderá a recuperarse emulando el proceso que se insinúa en los países desarrollados?
Aunque el cambio de contexto internacional es una buena noticia, en la Argentina el grueso de los problemas se origina en factores domésticos.
Entre otros, las distorsiones generadas por las prohibiciones, intervenciones arbitrarias y los controles de precios; la irracionalidad de la estructura impositiva y el derroche del gasto público (que prioriza intereses espurios en desmedro de la inversión social imprescindible para incrementar la productividad económica). Se trata de barreras infranqueables para quien pretende producir, de allí la masiva fuga de capitales drenando ahorro nacional hacia el atesoramiento en dólares.
Las contradicciones en la política laboral agregan factores de desaliento.
Por un lado, se ponen todas las traba imaginables a la generación de empleos 'en blanco' (incrementos de salarios de convenios del orden del 20% en un marco de productividad estancada, aumentos de impuestos al trabajo, normas laborales cada vez más rígidas, incentivo a la litigiosidad laboral y maximización de la burocracia).
Pero, por otro lado, se usan fondos públicos para financiar planes asistenciales destinados a generar empleos precarios como forma de suplir la insuficiente creación de empleos que producen estas normas laborales.
El Estado nacional ha sostenido el superávit estatizando los ahorros previsionales y apropiándose de fondos que corresponden a las provincias y los municipios. Este esquema de financiamiento público no es sostenible.
En materia previsional, los impactos más negativos serán percibidos en el mediano y largo plazo, pero las restricciones de las provincias y municipios se hace insostenibles en el corto plazo.
De allí que está latente la emisión de cuasi-monedas, lo que pone en evidencia que, más allá de la voracidad del gobierno nacional, el sector público consolidado sigue sufriendo la tradicional insolvencia.
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