SANTIAGO, Chile.- Tal como ocurrió después del devastador terremoto que asoló Haití en enero pasado, las redes sociales Facebook y Twitter se transformaron en herramientas clave de comunicación para ayudar a las familias chilenas a comunicarse y saber de ellos, tras el potente terremoto de 8,8 grados que golpeó a la zona centro y sur del país.
"Las calles están llenas de vidrios y hay balcones colgando en el centro de Santiago", se leía en Twitter, en la pantalla del canal estatal TVN, mientras el ministro del Interior anunciaba el aumento de las víctimas mortales a causa del terremoto.
Datos como la cantidad de gente en las calles, descripciones de la destrucción y daños y la búsqueda de personas fueron una especie de termómetro del estado de ánimo de los chilenos, angustiados ante el colapso de las redes telefónicas.
"En Santo Domingo se recogió el mar, y el puente que une Santo Domingo con Llolleo sólo puede ser cruzado a pie. ¿Qué pasa con la alerta de tsunamis?", escribió Verónica, en Facebook, para fomentar la respuesta de los sitios en Internet.
"Si alguien puede llamar a mi casa que me dé señales de que están bien se lo agradecería", pedía Carlos Jaque, en su Facebook, y un amigo le respondía minutos más tarde: "Carlos: me comuniqué con tu papá, pero se cortó la llamada, supongo que están bien".
Por su parte, Nazly describió en Facebook lo sucedido en Concepción, la ciudad más afectada por el sismo, ubicada 500 km al Sur. "Es impresionante lo que he visto en las calles. Mi departamento resistió. Estamos bien gracias a Dios. Espero estén todos bien", posteó en su página personal.
Twitter, de gran penetración en Chile, también ha sido utilizado para publicar mensajes o para buscar noticias de familiares y de amigos, además entre periodistas para masificar informaciones útiles.
El periodista Pedro Peirano reenvío el siguiente mensaje: "Busco a Jimena González, mi madre embarazada vive en los edificios PDI [Policía de Investigaciones] en Hualpen, Concepción".
Tal fue la necesidad de estar presentes en la entrega de información que Google creó el sitio chilepersonfinder.appspot.com para ubicar a personas en Chile por el terremoto, según informó ayer radio Cooperativa.
Las autoridades reforzaron el llamado a utilizar con prudencia la electricidad para no generar nuevos cortes en el debilitado suministro. Y, así, al igual que durante las pasadas elecciones presidenciales, los medios de comunicación fomentaron el uso de Twitter, de Facebook y comentarios en páginas de Internet para abarcar la mayor parte de las zonas afectadas.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, confirmó que ya son 708 los muertos por el sismo del sábado y es creciente el número de desaparecidos a medida que avanzan las tareas de rescate. "Estamos ante una catástrofe enorme", afirmó.
La mayor parte de las víctimas se produjo en la región del Maule, con 541, seguida de Bío Bío, con 64. Las restantes fueron en las otras seis regiones afectadas, donde además hay dos millones de damnificados.
Además la primera mandataria chilena decretó el estado de catástrofe por 30 días en Maule y Concepción. Esta medida fue implementada para garantizar el orden público a raíz de los saqueos a supermercados que comenzaron esta mañana y acelerar la entrega de ayuda.
"Con las autoridades de las cadenas de supermercados dispusimos que los productos de primera necesidad sean entregados de manera ordenada", dijo Bachelet en la conferencia de prensa en la que no aceptó preguntas. En estos operativos se dispuso que la guardia de carabineros, que reforzaron las ciudades.
El ministro de Defensa chileno, Francisco Vidal Salinas, explicó qué significa el estado de catástrofe : "Desde el punto de vista legal hay un jefe de plaza que esta subordinado a la autoridad politica. Lo que la gente pide, que es tranquilidad y orden, se ve reforzado por esa figura jurídica. Para la protección, seguridad, distribución de ayuda".
Al realizar un detalle pormenorizado de la situación actual Bachellet confesó que Chile está ante una "emergencia sin parangón en la historia". Entre las necesidades básicas dijo que el gobierno está priorizando solucionar el suministro de energía, sobre todo en hospitales y todo centro relacione con el cuidado de la salud.
"Está claro cuáles son los hospitales que están operativos. Hoy ya iniciamos hospitales de campaña y habrá otros en las próximas horas", confió la presidenta.
Otra urgencia es asegurar la llegada de agua potable y el alimento, garantizar la vivienda y las comunicaciones. Por todo esto Bachelet le pidió a los países que ofrecieron ayuda que faciliten insumos para hospitales, purificadores de agua, puentes móviles, sistemas de comunicación, equipos electrógenos y rescatistas.
Una masa de hielo de 2.550 kilómetros cuadrados de superficie -más de 12 vececes el tamaño de la Capital Federal- avanza a la deriva frente a la Antártida oriental, al sur de Melbourne, Australia. Los especialistas advierten que su movimiento puede alterar las corrientes marítimas y perjudicar la fauna de la zona, en su mayoría pingüinos y algas. Pero, en principio, adelantaron que el desprendimiento del iceberg gigante no generaría una catástrofe a corto plazo.
La lengua de hielo, de 78 kilómetros de largo, y entre 33 y 39 kilómetros de ancho, se desprendió del Glaciar Mertz después de chocar con otro iceberg, el B-9B, entre el 12 y el 13 de febrero. La investigación que permitió descubrir el bloque helado está a cargo del centro de investigación australiano Antarctic Climate and Ecosystems (ACE), que monitorea el Glaciar Mertz desde 2007, en el ámbito de un proyecto elaborado en el Año Polar Internacional. Según trascendió, la preocupación de los científicos ahora está puesta en que si el bloque se queda en la Depresión de Adelia, un sector donde se produce agua densa y helada, rica en sal, podría bloquear la corriente oceánica.
"Estamos usando la lengua de hielo como un laboratorio para estudiar los procesos que podrían verse afectados por el cambio climático, incluyendo desprendimiento de témpanos, temperatura de los océanos y fluctuaciones en el nivel del mar", señaló a la agencia AFP Benoit Legrosy, glaciólogo del Laboratorio de Geofísica e Investigación Oceanográfica de Tolouse, Francia.
¿De qué manera afectaría el movimiento de la masa de hielo a la circulación oceánica? "Imaginamos que las corrientes son como grandes cintas transportadoras de agua que dan vueltas por el planeta y que claro, para moverse, tienen motores. El paso de los hielos pueden alterar o bloquear el funcionamiento de esos 'motores'", explicó a Clarín Juan Carlos Villalongo, director de Campaña de Greenpeace Argentina. El especialista dejó en claro que el glaciar no es peligroso para la vida humana. "Pero su presencia sí es significativa para la comunidad científica porque permitirá estudiar su influencia", analizó Villalongo.
Es que según detallaron los especialistas, el iceberg gigante amenaza con dañar el sistema ecológico de la región, dominado por la gran cantidad de algas y el pingüino emperador. "Si el hielo se derrite, puede alterar la composición del agua del mar en la zona, que es salada, densa y fría. También puede desequilibrar los niveles de oxígeno de las corrientes oceánicas profundas afectando al ciclo de vida en el fondo del mar", dijo Rob Massom, uno de los científicos responsables de la División Antártica Australiana, a la agencia Reuters. Según Mario Hoppema, oceanógrafo del Instituto Alfred Wegener para la Investigación Polar y Marina de Alemania, "como consecuencia de este fenómeno, puede haber áreas oceánicas que pierdan oxígeno y, consecuentemente, muera la vida marina que hay allí". Pero los científicos son optimistas. Por lo pronto, evaluarán los movimientos del bloque de hielo porque por primera vez se podrá monitorear en un registro detallado el ciclo completo de la separación de un témpano: antes, durante y después.
Antecedentes En 2002, tras permanecer quieto durante 18 años, el iceberg B-9B, que se desprendió en 1987 de la barrera de hielo de Ross, estrelló sus 97 kilómetros de largo por 20 de ancho contra la lengua de hielo que el Glaciar Mertz proyectaba sobre las frías aguas del Océano Antártico.
El 30 de marzo de 2000, un iceberg de 130 kilómetros de largo se desprendió de la Antártida, en el extremo austral del Océano Pacífico. Una semana antes y en la misma zona, registraron otro desprendimiento que ocasionó distintos inconvenientes en la navegación.
En 2007, una lengua de hielo del tamaño de Singapur se desprendió de la Antártida Occidental.