Sin más mérito que su popularidad, Agustina Vivero participó de una comedia musical. Una crítica de teatro y un periodista blogger opinan sobre el inicio en las tablas de la flogger argentina más famosa.
"En la obra, Cumbio no canta, no baila, no modula, no actúa. Decir que habla es mucho. Sin embargo, los diálogos que mantiene con la profe Sol del Fun College fueron hechos a su medida y constituyen los momentos más graciosos de la obra. El intercambio es la crónica de la brecha generacional y digital: la flogger le explica el funcionamiento de un fotolog mientras que la docente le da fotos de rollo, sin escanear, imposible de publicar en Internet.
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