Alcohol
Coronel testificó que posteriormente a la secuencia descripta González “pide una botella de champaña y como sabía que a mi me gustaba el whisky, la traen”. “Abre la botella sirve dos copas me da una, quiere brindar por el día de la madre, yo apenas mojo los labios, quiere que tome, todo esto con la supuesta finalidad de esperar a las personas que iban a ir a la habitación”.
Más adelante “comienza nuevamente a pedirme que me case con él, vuelve con sus promesas de casa y de bienestar, me pedía que eligiera la casa que quería comprar, en qué lugar la quería”. Según consta en las fojas en todo momento él –por el agresor- querría que la mujer reconociera que después de la fiesta se retiró con un hombre con quien mantuvo relaciones sexuales, y en ese momento en el que ella nuevamente niega, la vuelve a golpear con una botella en la frente, mientras la mujer está sentada en la cama, saliéndole muchísima sangre. “Entonces saca un cinto del placard, y comienza a pegarle con el mismo en las piernas, con la parte de la lonja, luego le manifiesta que le iba a tener que pegar con la hebilla porque sino no le quedarían marcas, luego la levanta, la para contra la pared con la misma modalidad para obtener un doble golpe y la vuelve a golpear con los puños cerrados, le arrojó piñas en las mamas y patadas, le pegó con el cinto “hasta que se cansó, mientras tanto seguía amenazándola con arrojarle ácido en la cara, con infringirle todo tipo de lesiones físicas, dejarla pelada, pincharle las prótesis con el tenedor, etc.” Continuando con la transcripción del testimonio ante la justicia las fojas relatan que “en un momento dado él le reclamó que por su culpa, el se había lesionado una uña”. Al ser consultada Coronel si en algún momento respondió a los golpes o se defendió agrediéndolo físicamente contestó “no, en todo momento la dicente sólo esperaba que se tranquilizara, tratando de seguirle la corriente, solo atinaba a secarse la sangre con toallas. La dicente, para entonces ya estaba muy mal, habiendo perdido la noción del tiempo”. “Que en un momento dado le arroja por lo menos cinco golpes de puño sobre la mandíbula, mientras le decía que no iba a poder comer mas, que iba a tener que alimentarse a sopa”.
Escape
Según los dichos de la mujer, González le habría manifestado que estaba muy cansado y se duerme. Ante esto “me quiero levantar, me voy al baño, me ducho rápido, para limpiarme la sangre, me visto y cuando salgo de la habitación me ve el conserje, éste no me dice nada, me voy a la cochera, a la camioneta, aclaro que yo antes de salir de la habitación saqué las llaves de la camioneta”. “Cuando llego saco mis cosas, vuelvo a la habitación le dejé las llaves de la habitación, vuelvo a bajar le pido al conserje que me llame un taxi y él me dice ya llega su móvil, subo al taxi y me voy a mi casa, nadie me pregunta absolutamente nada”. Finalmente relata que cuando llega a la casa de su madre “me ve así, llega tambien mi hermano y nos vamos al hospital”. “Yo tenía mucho miedo porque entre las amenazas que esta persona me hizo, fue decirme que iba a matar a mi hija, yo tenía terror; es por eso que en un primer momento no quería hacer la denuncia”. “Cuando llego al Hospital me atienden en la guardia, me dejaron internada, la doctora Campbell me dijo que las lesiones que tenía eran para matarme, que esperaba que yo hubiera hecho lo que correspondía a lo que le contesté que si, que ya había hecho la denuncia”, concluye la declaración.
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