Varias mujeres asistían al funeral por Imad Mughniyeh, celebrado en Beirut hace un año. (Foto: M. G. P.)
Imad Mughniyeh figuraba en las listas de hombres más buscados del FBI y de Israel desde los años 80, cuando se le atribuye la organización de los macroatentados contra las fuerzas extranjeras en Beirut. Se le consideraba responsable de ataques contra intereses judíos en el exterior y de la operación de captura de dos soldados israelíes que desencadenó la guerra de 2006, entre otras muchas.Buscado en 42 países, Mughniyeh se sometió a varias operaciones de cirugía plástica para modificar su rostro y burlar a sus perseguidores. Apenas había fotos suyas, sólo leyenda. Según el rotativo saudí Al Asharq al Awsat, se le conocía como 'el zorro' en Irán, el 'Bin Laden chií' en Israel y 'el mayor asesino' en EEUU, dado que se le consideraba como uno de los hombres que más crímenes de norteamericanos había cometido hasta el 11-S. Para Hizbulá, era el su jefe de operaciones, lo cual le convertía en uno de los más estrechos colaboradores de Nasrala.
Con semejante currículo, es imposible que no se produzca venganza. El responsable del Centro Carnegie para Oriente Próximo, Paul Salem, coincide en que "siempre habrá tiempo en el futuro" para una respuesta que no parece inmediatamente necesaria. "Mi previsión es que Siria e Irán continúan interesadas en las discusiones con Estados Unidos y pedirán a Hizbulá que no dinamite esta posibilidad".
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