Y Rudy ¿Dónde está?
Las averiguaciones que practicamos entre los habituales contactos que suelen compartir algunas veladas con la gente del poder, dieron como resultado una confusa sospecha: “Rudy vino a El Calafate, pero el “patrón” no le dio ni bola… dicen que está encerrado deshojando margaritas”, nos dijeron en tono de broma, aludiendo a la vigilia que estaría haciendo el ex secretario de Kirchner, esperando que al menos el ex presidente le diera la oportunidad de explicarle que la compra de la mansión no fue una idea de él, sino un capricho de Jessica.
En tanto, otra fuente bien informada que se vincula con la custodia, le aseguró a nuestro cronista que mientras el domingo al mediodía se realizaba el acto central en la plaza Perito Moreno, evento al que asistieron la presidenta Cristina Fernández, el Gobernador Daniel Peralta y el Intendente Javier Belloni, en Los Sauces, Néstor Kirchner, mantenía una reunión con su amigo, ex chofer e inversionista de ocasión.
El origen de la bronca
Después del día de furia que vivió Néstor Kirchner la semana pasada, cuando se enteró que el diario Crítica de la Argentina había publicado la compra, por parte de Rudy Ulloa Igor, en la módica suma de dos millones setencientos mil pesos al contado, de una mansión en Lomas de San Isidro, señalan las fuentes cercanas al gobierno que le confían datos íntimos del poder a esta Agencia, que el ex presidente no solo le cortó el teléfono a su inefable Secretario personal, sino que profirió palabras irreproducibles hacia toda la ascendencia chilena del millonario empresario que hasta hace escasos cinco años atrás vivía con su esposa Jesica Uliarte en una modesta pero confortable casa del Barrio APAP en Río Gallegos.
“Cuando Néstor se enoja con alguien cercano a él, se las agarra con todos”, nos referían confidencialmente y agregaban que el comportamiento del ex mandatario fue muy duro de soportar esta semana, al punto que cuando se embarcó en el avión rumbo a El Calafate dejó tras de si a varios mascullando bronca e insultos reprimidos.
“Al Lupo lo peor que le podes hacer es sacar los pies de plato” nos confesaba un ex amigo del primer caballero, “y no se banca que el entorno muestre guita que él no autoriza, porque sabe que está en el ojo de la tormenta y cuando se le termine el poder todo eso se le viene encima” nos aseguraron.
Por otra parte y casi como una paradoja, la misma fuente nos indicaba que Lázaro Báez se encuentra en tratativas de adquirir dos hosterías que están emplazadas en el trayecto del borde costero en El Calafate y de acuerdo a los planes desarrollados para el futuro pretenden apropiarse de la mayor cantidad de tierras de la costanera que comienza detrás de Los Sauces y en el futuro conectará con Punta Soberana
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