El 23 de diciembre de 2008, dos horas después de bajar del colectivo de la empresa “Chaltén Estudiantil” (Agencia de V y T - Menditur S.R.L) en Río Turbio, finalizando un viaje de fin de curso por la provincia de Córdoba, el joven Damián Félix Eladio Maichil Barrientos de 14 años de edad, con una altísima fiebre que lo invadía, debió ser internado por su padres de urgencia e inmediatamente traído de urgencia al hospital de Río Gallegos. Algunos minutos después de arribado, Damián falleció en brazos de su padre.
Esta terrible historia no es tan lineal como supone el lector. Hay en la crónica de este caso, un historial de desidia, omisiones, culpas compartidas, negligencia de las empresas, de los padres acompañantes, de la organización estudiantil y en definitiva de la empresa responsable de velar por el bienestar de aquellos niños que son entregados en custodia, cuando los padres confían la vida de sus hijos cada vez que contratan un servicio de estas características.
Póngale nombre
Luego de leer lo que a continuación vamos a relatar en forma sucinta, es importante que el lector encuentre un calificativo para nombrar la actitud que han tenido todos los actores de esta triste historia con trágico final.
Damian tenía 14 años y había egresado en el 2008 del 9º año de la EGB Nº 60 de Río Turbio, su sueño inmediato era ingresar al polimodal, pero antes lo esperaba su primera gran salida solo, independiente, lejos de la manos de sus padres y para organizar la escapada se juntaron con los alumnos de la EGB 68 y 67, esta última de 28 de Noviembre, y contrataron a la empresa “Chalatén Estudiantil” que los llevaría rumbo a Carlos Paz, provincia de Córdoba.
El 14 de diciembre partieron desde la cuenca con todas las ilusiones y la felicidad que uno se puede imaginar, entre el alboroto y el desorden que planteaban aquellos hijos de tantos otros padres que estaban despegando recién de su niñez.
La dotación del micro con 47 alumnos se completó con cuatro padres (designados por la comisión de padres de la EGB 60), dos coordinadores y un chofer. Sin embargo cuando salieron de Turbio, Damián ya no estaba bien, esto lo supo la familia después que sucedió lo irremediable, de boca de sus propios compañeros.
Al tercer día de viaje, ya en Carlos Paz, en una de las comunicaciones que entabló la mamá de Damián, Cármen Esther Barrientos Álvarez, con una de las madres acompañantes, le informó que todo estaba bien y que el chico se encontraba tranquilo compartiendo juegos con los otros alumnos, sin embargo hubo compañeros de Damián que aseguraron haberlo visto mal, con decaimiento y hasta señalaron que se dormía en la mesa.
Bajo estas condiciones de salud prosiguió el viaje de Damián a quien indiscutiblemente se le iba complejizando el cuadro de su enfermedad y el día 19 de diciembre, cuando el contingente ya se encontraba de regreso, camino a Río Turbio, debido a la fiebre que no le bajaba, quienes estaban a cargo de los chicos, decidieron hacerlo ver por un médico en Santa Rosa (La Pampa), intención que se frustró por un accidente que había ocurrido y tenía convulsionado al hospital local.
Los responsables del viaje decidieron entonces proseguir hasta Caleta Olivia; mientras que durante todo el viaje Damián seguía con una fiebre altísima y vomitaba sangre.
Recién el 22 de diciembre una de las mamás que acompañaban el contingente le informó desde Caleta a la familia Maichil que Damián tenía 40 grados de fiebre y vómitos pero los “tranquilizó” porque el médico que lo había atendido le indicó que padecía una fuerte angina y por tal motivo loa había medicado.
En esas condiciones arribó el micro el día 23 de diciembre a las 06:45hs en inmediaciones de Julia Dufaur con las balizas encendidas y rodeado de autos que alegremente esperaban el descenso de los chicos que arribaban de su inolvidable viaje.
Damián bajó ayudado, mareado y con un estado visiblemente desmejorado. Los padres se asustaron mucho al verlo así e inmediatamente lo llevaron al hospital de Río Turbio. Las placas y los estudios preliminares que le hicieron arrojaron un triste diagnóstico: uno de sus pulmones estaba totalmente tomado por una terrible infección.
Inmediatamente lo trasladaron a Río Gallegos y minutos después de ingresar Damian falleció en presencia de su papá Eladio, producto de un paro cardíaco.
¿Y ahora qué?
Hace tres meses ocurrió este suceso que enlutó a la cuenca carbonífera y trajo la desgracia al hogar de Damián. Hace tres meses que la familia no tiene paz, respuesta ni consuelo. La justicia, siempre lenta, amenaza con diluir este caso como tantos otros, mientras ello ocurre, mientras el dolor carcome con lo irremediable a padres y hermanos, nadie entiende qué hizo la gente que en aquel viaje tenía la tarea de velar por el estado de salud de los chicos; nadie se explica dónde está la responsabilidad empresaria y mucho menos la preocupación de quienes tenían, durante el trayecto, la obligación de advertir situaciones anormales y actuar en la prevención.
Un juez allí, por favor
La empresa “Chalten estudiantil” firmó con todos los padres, al momento de realizar el convenio para el viaje de estudios, un contrato en cuyo anexo uno de los puntos expresa textualmente “Servicio Médico MED. Incluye atención médica las 24 horas, con dos (2) rondas diarias de los médicos especialistas. Gastos de medicamentos, internaciones, yesos, cirugías, servicio odontológico, traslados aéreos y/o terrestres en caso de emergencias”.
“Chaltén Estudiantil” (Agencia de V y T - Menditur S.R.L) ha comenzado a realizar sus nuevas promociones de viajes en Santa Cruz, la familia Maichil de Río Turbio, llora.
