Como todas las sensaciones de Internet, solo toma a una persona para encender la imaginación y la estupidez de un millón de personas alrededor del globo. Tome a esta mujer rusa por ejemplo.
Por motivos desconocidos, ella la pegó, pero bien pega, se tiro una foto con su teléfono celular y ahora hay cantidades innumerables de mujeres que la imitan.