Los primeros datos que surgen de la inspección ocular indican que Gabriela, tenía heridas importantes en su rostro, que se encontraría desfigurado, no se sabe si producto de los golpes o de el deterioro por estar a la intemperie, lo que si pudo saber por fuentes policiales, es que le faltaba parte de su cara. Además extraoficialmente, aunque aun falta la autopsia que lo confirme, se conoció que Gabriela presentaba heridas de arma blanca en su cuerpo. Las heridas serian ocho puñaladas en su tórax y cuatro en la espalda. De esta manera se estaría confirmando la peor de las sospechas, que presumían que Gabriela Montenegro tuvo una muerte violenta y con saña.
