Con la participación de cerca de 200 vecinos de la localidad, la Unidad Académica San Julián de la UNPA produjo ‘Flores en el Desierto’, el primer largometraje generado en el ámbito de la Casa de Altos Estudios, que narra la irrupción del Gobierno Nacional en la pequeña población sanjulianense a comienzos del siglo XX y refleja la diversidad cultural, la idiosincrasia y la vida cotidiana de las primeras ciudades costeras de Santa Cruz.
“A comienzos del Siglo pasado dos decretos del Estado Nacional alteran la vida del pequeño caserío de San Julián. El desolado paisaje es sacudido por un creciente conflicto entre los pintorescos habitantes del lugar y los funcionarios del gobierno de Roca”, reza el afiche del film dirigido por Pablo Walker, responsable del Laboratorio de Medios Audiovisuales de la UASJ y descendiente de la primera oleada de inmigrantes.
Se trata de un largometraje realizado con bajo presupuesto, pero con mucho esfuerzo y profesionalismo, basado en hechos y personajes reales, que busca reflejar la realidad de la sociedad sanjulianense durante el proceso político-administrativo que determinó la fundación oficial del pueblo.
La película fue estrenada en San Julián a mediados de mayo y hasta el momento la vieron unos cuatro mil vecinos de la localidad. Posteriormente fue exhibida en la Feria del Libro de El Calafate y ya está programada la proyección en toda la provincia una vez que finalice la suspensión de actividades a raíz del avance de la Gripe A.
De corto a largo
El director de la película, ‘Poli’ Walker, comentó que el proyecto “tuvo un trayecto bastante atípico, porque empezó hace casi cuatro años atrás como una iniciativa que iba a convertirse en un cortometraje de no más de 15 minutos”.
“Después por cuestiones de producción el plazo original se extinguió, y cuando comenzamos a editar las primeras escenas nos dimos cuenta del potencial que había y el rodaje se fue complejizando y enriqueciendo hasta convertirse en una película de 97 minutos de duración”, acotó el realizador, quién aclaró sin embargo que el producto final “no es un cortometraje estirado, sino un largometraje con pleno derecho, con una estructura narrativa razonablemente bien concebida y con una trama que mantiene atento al espectador”.
Walker aclaró además que “si bien está basada en hechos históricos, no deja de ser una ficcionalización” centrada en “la biografía de 5 o 6 personas representativas de la enorme diversidad cultural que caracterizaba a estos pueblos de la costa santacruceña, como Río Gallegos, Puerto Santa Cruz, San Julián y Puerto Deseado, que son los cuatro más antiguos”.
“San Julián - explicó- tenía en 1903 cerca de 40 habitantes de unas 18 nacionalidades distintas, una concentración de personas sumamente singular. Y creo que ahí básicamente se forma lo que sería la idiosincrasia de estas localidades, con un tejido social bien consolidado, una actitud muy cosmopolita, y una filosofía muy abierta a recibir cosas nuevas”.
Walker detalló que los hechos de la película transcurren entre 1901 y 1903, durante la segunda presidencia de Julio Argentino Roca, quién firmó el decreto de creación del pueblo, y precisó que “todo el discurso está atravesado por la controversia sobre el rol que jugó el mal llamado liberalismo en la historia argentina”.
Descendiente de dos de los primeros 20 habitantes de San Julián – sus bisabuelos llegaron a poblar la provincia a fines del siglo XIX desde Gran Bretaña- el realizador indicó que “en la película no hay hallazgos históricos excepcionales sino simplemente la necesidad de urdir un poco en los hilos que conformaron nuestra historia”.
Cine comunitario
Un dato novedoso es que ‘Flores en el Desierto’ no cuenta con la participación de actores profesionales, sino con la buena voluntad de cerca de 200 vecinos de San Julián que pusieron su tiempo, sus casas, y sus objetos a disposición de este proyecto de la universidad.
“Queríamos demostrarnos a nosotros mismos que podíamos hacer cine sin dinero. En realidad la película se hizo de manera económica, pero gracias al a colaboración de cerca de 200 personas y unas 50 instituciones, así que básicamente es un esfuerzo cooperativo que está organizado por la universidad, pero en realidad es un trabajo prácticamente comunitario”.
Walker contó además que el hecho de hacer una película de época trajo “enormes dificultades” que “en buena medida fueron subsanadas con el uso de las nuevas tecnologías, como la edición digital en computadora para hacer un recorte visual de algunos elementos intrusos de la modernidad”.
No obstante, confió que “todas las casas que aparecen en la película son viviendas que aún están dentro del ejido urbano”, aunque aparecen de una manera novedosa: “el espectador que conoce el paisaje se desconcierta, porque esos ranchitos aparecen completamente despojados, en una San Julián sin infraestructura, enfrentando heroicamente la adversidad climática”.
Otra novedad es que el propio Poli Walker interpreta uno de los papeles protagónicos del film: “Es una experiencia que no voy a volver a repetir, porque es muy trabajoso ponerse de un lado y del otro de la cámara. Pero igual es divertido sacar afuera la faceta histriónica, y es muy liberador; ahorra mucho dinero en terapia”.
Una de las cosas más gratificantes para el director fue devolverle a San Julián, al menos por unas semanas, “la liturgia de ir al cine”, dado que la localidad cerró su sala hace más de 20 años. “El cine en este sentido intenta restituir esa esfera social y colectiva de participar de una experiencia en conjunto”, dijo Walker, quién reconoció que la película tuvo “un impacto emotivo que superó todas las expectativas”.
Cinco mil horas
Declarado obsesivo de la fotografía y los encuadres, el director reveló que la postproducción de la película – realizada con equipamiento propio y de la UNPA- “levó más de 5 mil horas, con el trucaje digital y la sonorización”.
“Pero está todo hecho acá en San Julián. La única contribución externa que tuvimos son las tres versiones del tema Ana de la Colmena, de Hugo Jiménez Agüero, que fueron interpretadas por Poly Cárdenas, el músico de Río Gallegos, con una solista de San Julián. Son tres versiones fantásticas de un tema que es como el leitmotiv de la película”, manifestó.
A pesar de la calidad del material, Walker descartó que la película sea transferida a 35 mm y entre en el circuito comercial, dado que “eso implica un costo y nos mete dentro de otra lógica”. Sus expectativas, por el momento, se centran en la posibilidad mostrar la película en toda la provincia, asistir a festivales de cine independiente y, fundamentalmente, lograr que “pueda servir como un insumo pedagógico en todos los niveles educativos”.
A Poli le dura todavía esa “sensación de vacío muy grande” al haber finalizado una producción que demandó tres años. Sin embargo, este inquieto realizador santa ya está trabajando, desde la universidad, en un documental que va a abordar la estadía de Darwin en Santa Cruz, con motivo de celebrarse el bicentenario del nacimiento del naturalista.
FICHA
‘Flores en el Desierto’ cuenta con la actuación de Pinky Giacobo, Claudio Mondelo, Pablo Walker, Pablo Llaneza, Rulo Piovano, Eduardo D. Razmilic, Sandra Bahamondez, Mario P. Boffi y elenco.
Equipo Técnico: Pablo Walker, Alejandro Granero, Cristian Troncoso, Claudio Mondelo.
Equipo de Producción: Josefina Silva, Graciela Suppo, Norhy Fueyo, Myriam Beguiristain.
Músicos: Poly Cárdenas, Chino Paredes. Voz: Mónica Medina. (Fuente: Prensa UNPA).