
En estos últimos años, este ex jugador no estuvo haciendo las cosas como se debía y se metió en un negocio oscuro y jugaba con la esperanza de los pibes que querían triunfar como futbolistas.
Pinino le prometía a los padres de los más chicos que los pondría a jugar en las inferiores del club de sus amores a cambio de algunos pesitos. Pero una vez que cobraba el dinero, el ex ídolo se borraba y los pibes se quedaban sin entrar a las canchas.