China rumbo a ser la potencia Nº2 de la economía global

El presidente peruano, Alan García Pérez, afirmó que China "no es un milagro, es esfuerzo. Le he dicho muchas veces al presidente Hu Jintao que nosotros miramos con envidia el gran salto de China, que sin perder su milenaria civilización ha sabido adaptarse a los tiempos y marchar por la senda del progreso, erradicando la pobreza, creciendo a un ritmo del ocho por ciento y consolidando el avance científico-tecnológico", precisó García. "Nosotros debemos aprender a educar y capacitar para afrontar los desafíos del mundo", tal como lo ha hecho China en los últimos 30 años", explicó. Buena introducción para esta noticia:

60 años después de que Mao Zedong fundara el régimen comunista en un país devastado por la guerra, China está a un paso de situarse como la potencia económica mundial Nº2, gracias a la industrialización y la apertura más veloz y radical en la historia de la Humanidad.

Cuando el 01/10/1949 la República Popular de China inició su camino, Mao, apodado 'el Gran Timonel' tuvo que empezar a reconstruir una economía casi feudal bajo los principios del comunismo más ortodoxo procedentes de la URSS: colectivización de tierras, nacionalización de la industria y limitación a los capitales y compañías extranjeras.

Siguiendo el modelo soviético, China inició la planificación a través de planes quinquenales hasta que Mao -siempre más ideólogo que gestor- dispuso su 'Gran Salto Adelante' (1958-1960) para aumentar la producción agrícola del país.

Ese proyecto, junto con la posterior Revolución Cultural (1966-1976), que pretendía purgar la 'burguesía liberal' y descabezó la incipiente industria del país, dejaron un reguero de más de 30 millones de muertos y condenaron a China a una evolución más lenta.

A pesar de las cifras positivas (el crecimiento medio del PIB entre 1952 y 1975 fue del 6,7%), los analistas asumen errores en las políticas de Mao.

"Sus decisiones no fueron malas, pero podrían haber sido mejores", afirma Yu Miaojie, miembro del Centro de Investigación Económica de China, Universidad de Pekín.

"En las 3 primeras décadas, la economía china creció más porque partíamos de una base mínima por la eficacia de las políticas económicas: es más fácil convertir 1 yuan en 2 que 1 millón en 2 millones", ejemplifica Yu.

Sin embargo, fallecido Mao en 1976, la gran explosión de China empezó a gestarse en 1978 con la llegada al poder de Deng Xiaoping, 'el Pequeño Timonel', responsable con su pragmatismo de la revolución económica de China.

Ese año, China fue la economía Nº32 del mundo, su PIB representaba el 1,8% del total mundial y el 80% de la población eran campesinos.

"Reforma (del sistema económico) y apertura (de los mercados)" fueron las consignas para que China se convirtiera en una potencia económica en un tablero de juego capitalista, para horror de los maoístas ortodoxos.

El establecimiento de 4 zonas económicas especiales en la costa oriental fue el inicio del "socialismo con características chinas".

Una economía planificada y de mercado que la leyenda dice que Deng ya remedó con su famosa sentencia durante el Congreso del PCCh de 1960: "¿Qué más da si el gato es blanco o negro? Lo importante es que cace ratones".

Abierta al comercio y a las inversiones extranjeras, la estrategia de Deng, continuada por su sucesor Jiang Zemin y por el actual presidente Hu Jintao, es, con los datos en la mano, la industrialización y modernización más rápida que un territorio jamás experimentó.

Con un crecimiento anual medio del 9,8% en estos 30 años, China contribuye ahora al 6% del PIB mundial y, gracias al ingreso a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001, su comercio exterior se ha multiplicado por 105 hasta alcanzar los US$ 2,17 billones.

Por supuesto que surgen dudas: el modelo de crecimiento masivo ha aumentado las desigualdades sociales -el coeficiente de Gini se sitúa en el 0,46, por encima del límite 0,4 que establece Alarma Social- y el gigante asiático se ha convertido en la mayor amenaza medioambiental del mundo, tras superar a USA como emisor mundial Nº1 de CO2.

Aunque la reforma ha conseguido sacar a entre 300 y 400 millones de personas de la pobreza, el ingreso medio por habitante es de US$ 5.963 al año, el puesto Nº100 en la lista del Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Todavía somos una economía emergente", explica Zhang Xiaojing, analista de la Academia China de Ciencias Sociales.

China ya es la mayor economía Nº3 del mundo por valor nominal de su PIB -77 veces mayor que el de 1952- y los pronósticos coinciden que superará a Japón en 2010 ó 2011.

Y hacia 2030 podría superar a USA. Obviamente que, para entonces, ya no será emergente...


 
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