Se puede hablar de deshumanización o de insensibilidad, pero cuando el lector lea esta nota advertirá que por sobre todo, lo que menos guía al médico encargado de auditar a jueces y personal de la Justicia en la provincia, es el sentido común.
Unos días atrás llegó a nuestra casilla de correo un mail que como tantos otros, entran de distintos puntos de la provincia y del país. Allí se advertía a nuestra Agencia de un tema serio, de pura sensibilidad humana, de solidaridad con el prójimo, pero por sobre todo de criterio fundado en el sentido común; y este último atributo es el que aparentemente le falta al Auditor médico del Poder Judicial de Santa Cruz.
En conocimiento del caso buscamos realizar un contacto con su emisor y cuando encontramos nuestra fuente, pudimos interiorizarnos del verdadero drama que vive un hombre radicado en Caleta Olivia que se desempeña como Juez de Cámara en esa localidad; nos referimos al Dr Alejandro César Luzzetti, quien pasa por un trance personal muy difícil, con enfermedades graves que ponen en serio riego su vida y por consiguiente, necesita (imperiosamente) un tratamiento extremadamente particularizado que no puede quedar en manos de cualquier médico, no por desmerecer la capacidad de aquellos que cumplen su tarea profesional en Caleta, sino porque la delgada estabilidad por la que transita su salud hace necesaria su atención en Buenos Aires tanto para el cóctel de análisis y estudios a los que periódicamente se somete, como por los lógicos lazos de confianza que ha desarrollado como paciente con los especialistas que desde hace años atienden sus dolencias.
En este marco y a pesar de que el Magistrado tiene necesariamente que permanecer 30 días en Buenos Aires para realizar una verdadera maratón hospitalaria, el Médico Auditor del Poder Judicial de la provincia ha decidido, sin ningún tipo de criterio profesional acorde a su investidura, reducir a 10 los días de la derivación del Juez Luzzetti y le ordenó que los controles sean atendidos en Caleta Olivia, sin otorgarle al abogado la posibilidad de seguir con sus médicos de base.
Si bien no pudimos rescatar la opinión del Dr Luzzetti (a quien no conocemos) dado que nuestras fuentes nos indicaron que su estado anímico y emocional no es el mejor, ante tamaño despropósito impulsado por la auditoría médica del Poder Judicial, por intermedio de terceras personas pudimos acceder a la documentación que avala el difícil trance de salud por la que atraviesa el Juez y realmente es conmovedor conocer los detalles de vida por los que transita y que nadie advierta, desde el Superior Tribunal de Justicia, que no es comprensible un distrato de este tipo hacia un integrante del Fuero que hace tantos años cumple funciones en la provincia de Santa Cruz.
La historia de un hombre
El Dr Alejandro César Luzzetti, casado y con dos hijos, llegó a Santa Cruz el 16 de diciembre de 1985, fecha en que se incorporó al Poder Judicial Provincial. En el año 2.004, luego de casi 20 años de ininterrumpida labor judicial en localidades como Río Turbio, Pico Truncado y Caleta Olivia, contrajo un grave cáncer de próstata (Adenoma poco diferenciado con un Gleason 4/5) de alta invasividad.
Fue operado (Prostatectomía Radical) y posteriormente debió realizar radioterapia y hormonoterapia lo cual lo lleva a tener que efectuar un control cada seis meses de por vida.
A ello se sumó la aparición de una Diabetes Tipo II y de una Litiasis Calicial en el Riñón Izquierdo, Diabetes que Luzzetti también debe controlar de por vida.
En el mes de Junio de este año fue operado de un Cáncer de Piel (Carcinoma Basocelular con Lesión Profunda en Punta de Nariz), razón impide (también de por vida) disfrutar del aire libre pues obviamente no se puede exponer a los rayos solares.
Desde el último control semestral obligatorio realizado por Luzzetti en el mes de abril de 2009, el Dr Osvaldo Enrique Scippo, Auditor Médico del Poder Judicial de la Provincia de Santa Cruz desconoce la patología de Diabetes que lo afecta y pretende que se controle en las especialidades psiquiatría, traumatología, cardiología, dermatología y oftalmología en la Ciudad de Caleta Olivia, cuando existe un equipo profesional médico que hace este seguimiento y control desde hace años en la ciudad de Buenos Aires donde el Juez asiste semestralmente.
Médicos y especialistas
De acuerdo a la documentación suministrada, el Dr. Fernando Oscar Cabello, fue médico de los padres de Luzzetti y lo asiste al magistrado desde hace más de 15 años. Lo mismo sucede con el Dr. Germán Galaretto especialista en Columna Vertebral, quien lo trata de hernias discales cervicales y lumbares, hace más de 12 años, también en Buenos Aires.
En lo que hace a la especialidad Dermatología, en el mes de junio de 2.009 fue operado en Capital Federal de un cáncer de piel por Dr. Daniel O. Ballesteros, mediante una Cirugía Micrográfica de MOHS, por lo tanto obvio resulta decir que solamente quién lo operó, sea el facultativo que lo pueda controlar eficientemente en su evolución.
La diabetes le ocasionó un serio programa oftalmológico que lo sume en un control estricto cada seis meses mediante la práctica de Fondo de ojo, lo cual lleva adelante desde hace cinco años en Buenos Aires por medio del Oftalmólogo Dr. César Raimundi.
¿Qué pretende el Auditor?
Como puede ver el lector, a pesar del impresionante desglose que detallamos de las graves enfermedades que padece Luzzetti, el Dr Scippo ha ordenado que el Juez se atienda en Caleta Olivia, olvidando – entre otras cosas – la relación médico-paciente, el seguimiento de las patologías y la evolución de los tratamientos con sus daños colaterales.
Tal como lo confirman los documentos, el 06 de octubre de 2009 el Auditor del Poder Judicial dispuso que “Con respecto a los controles oncológicos y urológicos sugiero autorizar su derivación por un período de diez días, evaluando los resultados para definir nuevas pautas terapéuticas“. Curiosamente esto le fue notificado a Luzzetti el 19 de octubre 2.009 a las 12:20 horas.
A la fecha el Juez de Cámara de Caleta Olivia se encuentra sin haber concluido sus controles obligatorios de salud y sin el alta médica correspondiente y las fuentes de esta Agencia aseguran que tal situación son disparadas por la negligente actitud del médico Auditor.
A consideración de un médico especialista que consultamos para conocer aspectos procedimentales de estos tratamientos, diez días es un plazo palmariamente exiguo para que un paciente como Luzzetti pueda realizar estudios de Laboratorio, Fondo de Ojo, Centellograma Óseo Total, Ecografía Renal Bilateral y Vesical, Tomografía Axial Computada de Abdomen y Pelvis con y sin contraste y Eco Doppler de miembros inferiores, siempre y cuando no aparezca alguna otra sintomatología clínica que amerite otro estudio.
Solidaridad Cero
Para cumplir con todos estos trámites clínicos Luzzetti ha llegado a la Capital Federal el día 05 de octubre de 2009 y obviamente los intensivos estudios que se han detallado le insumen no menos de 30 días, con lo cual estaría por fuera de los días acordados por el Auditor, lo que le acarrearía algún tipo de sanción, entre ellos el descuento de haberes.
Tal como resulta del análisis documental el Médico Auditor no puede indicar “pautas terapéuticas”, hecho reservado exclusivamente a los especialistas que atienden las distintas patologías que sufre el Juez quien se encuentra comprendido en la normativa prevista en la Ley provincial 2.774.
Paradójicamente ha sido el mismo Dr Osvaldo Scippo quien con fecha 14 de diciembre de 2007 dictaminó, conforme a una disposición refrendada por el Excelentísimo Tribunal Superior de Justicia de la provincia de Santa Cruz una Resolución que dispone “controles semestrales por especialistas”.
Quizás la última palabra sobre este tema la tenga el propio Superior Tribunal de Justicia quien, tal vez, tenga algo que decir al respecto.
(Agencia OPI Santa Cruz)