La Torre Eiffel, el icono por excelencia de París, será la pantalla donde desde hoy hasta fin de año se proyecte una composición ondulante de colores, para terminar de celebrar los 120 años de historia del célebre monumento.Después de iluminarse de forma progresiva como una guirnalda blanca desde su base hasta la cumbre, a 325 metros de altura, lució todos los colores en la cara que da al Sena y a Trocadero.
Se engalanó con los tonos de la bandera tricolor francesa, pero también se atrevió con el violeta, el verde, el turquesa, el azul chillón e incluso con una pata de cada color, una azul cobalto y la otra roja, recortando su esbelta silueta.
Los proyectores, de última tecnología, consiguieron un efecto óptico conocido como estroboscópico que jugó con las luces y sombras sobre el contorno del monumento.
El espectáculo, que dura doce minutos y fue diseñado por Bernard Schmitt y Jacques Rouveyrollis, rememora los dos años de construcción de la Torre, erigida con motivo de la Exposición Universal de 1889 gracias al arquitecto Gustave Eiffel.
El propio arquitecto fue objeto de una muestra inaugurada el pasado mes de mayo con motivo de los 120 años de su creación, un hombre que decía de la torre que era “una belleza nueva, resultado de la combinación entre la fortaleza de su estructura y la ligereza de sus formas”, frente a las feroces críticas de la época.
Convertida hoy en el momento más visitado del mundo, con cerca de siete millones de visitantes por año, el nuevo espectáculo lumínico del que será objeto la torre recordará también a las 10.000 faroles de gas que revistieron su estructura durante su inauguración.
