El pugil filipino Manny Pacquiao se convirtió en el primer boxeador de la historia en ganar siete títulos mundiales en siete divisiones distintas, al derrotar al puertorriqueño Miguel Cotto por KO técnico y consagrarse en el peso ‘welter’.
Pacquiao volvió a demostrar que no tiene ningún interés de decir que es el mejor de todos en las ruedas de prensa, lo reivindica cuando se enfrenta a sus rivales, aunque presenten la valentía y el corazón de Cotto, que prefirió sufrir un castigo brutal durante los últimos tres asaltos antes que tirar la toalla.
“Nuestro plan de pelea era no tener prisa en hacer las cosas, debíamos tomar nuestro tiempo”, declaró el ahora siete veces campeón mundial.
El referee Kenny Bayless paró la pelea a los 55 segundos del round final.
“Hice lo más que pude para acabarlo”, dijo Pacquiao.
“Pensé que pararían la pelea en el 11º round. Estoy sorprendido de que él haya continuado”.
Cotto sufrió una paliza como pocas. Fue tanto el castigo que recibió que su rostro quedó cubierto del rojo de la sangra por el impacto implacable de los golpes de Pacquiao. “No sabía de dónde llegaban los golpes”, dijo.
Tras esta victoria, el filipino, que comenzó llevándose el campeonato del mundo de peso ‘mosca’ en 1998, hizo rugir al MGM de las Vegas dando muestras de su enorme potencial y técnica.
El nuevo campeón de la categoría consiguió embolsarse 13 millones de dólares por esta pelea y todo parece indicar que tendrá que conservar su nuevo título peleando contra Floyd Mayweather Jr. en el Yankee Stadium de Nueva York.
Pacquiao volvió a demostrar que no tiene ningún interés de decir que es el mejor de todos en las ruedas de prensa, lo reivindica cuando se enfrenta a sus rivales, aunque presenten la valentía y el corazón de Cotto, que prefirió sufrir un castigo brutal durante los últimos tres asaltos antes que tirar la toalla.
“Nuestro plan de pelea era no tener prisa en hacer las cosas, debíamos tomar nuestro tiempo”, declaró el ahora siete veces campeón mundial.
El referee Kenny Bayless paró la pelea a los 55 segundos del round final.
“Hice lo más que pude para acabarlo”, dijo Pacquiao.
“Pensé que pararían la pelea en el 11º round. Estoy sorprendido de que él haya continuado”.
Cotto sufrió una paliza como pocas. Fue tanto el castigo que recibió que su rostro quedó cubierto del rojo de la sangra por el impacto implacable de los golpes de Pacquiao. “No sabía de dónde llegaban los golpes”, dijo.
Tras esta victoria, el filipino, que comenzó llevándose el campeonato del mundo de peso ‘mosca’ en 1998, hizo rugir al MGM de las Vegas dando muestras de su enorme potencial y técnica.
El nuevo campeón de la categoría consiguió embolsarse 13 millones de dólares por esta pelea y todo parece indicar que tendrá que conservar su nuevo título peleando contra Floyd Mayweather Jr. en el Yankee Stadium de Nueva York.
