
Los manifestantes se instalaron con un centenar de vehículos en la planta de impresión ubicada en la calle Zepita al 3.200, barrio de Barracas.
La medida se llevó adelante pese a que el Gobierno se había comprometido a custodiar las plantas "en prevención de eventuales bloqueos por parte del Sindicato de Camioneros", según se informó oficialmente en la Casa Rosada.
Pasada la 1, los camiones comenzaron a dispersarse y se retiraron del lugar, por lo que recién en ese horario se inició la impresión del diario, con más de dos horas de atraso.
Esto perjudicó la distribución de los periódicos, a lo que se suma que hoy se celebra el Día del Canillita y hay menos trabajadores para repartirlos.
La protesta de los camioneros fue más fuerte que en las dos jornadas anteriores, cuando se habían producido intentos de intimidación.