El detenido ex comisario Jorge "Fino” Palacios terminó poco antes de las 17 su declaración indagatoria ante el juez federal Norberto Oyarbide y seguirá detenido, ahora en Marcos Paz, hasta que se resuelva su situación procesal.En su declaración Palacios aseguró no saber nada de las escuchas ilegales por las cuales fue detenido anoche.
Palacios, ex jefe de la Policía Metropolitana escoltado por personal de seguridad, había llegado a las 14.05 al despacho del magistrado, en el cuarto piso de Comodoro Py 2.002, acompañado por su abogado defensor Diego Richards.
Palacios fue detenido anoche por disposición de Oyarbide en la causa por las escuchas ilegales. Minutos después de las 20, se presentó espontáneamente, acompañado por su abogado, en los tribunales de Comodoro Py. Tras reunirse con el juez, el ex comisario salió de los tribunales en calidad de detenido y fue trasladado a la comisaría 46.
El fiscal general Alberto Nisman había solicitado a Oyarbide que ordene la detención y le tome declaración indagatoria a Palacios, por considerarlo responsable de haber ordenado, implementado y supervisado la escucha telefónica a Sergio Burstein, miembro de la agrupación Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA.
Al pedido de Nisman se sumó el abogado que representa a Burstein, quien solicitó no sólo la detención de Palacios, sino también las del ex subjefe de la Metropolitana Osvaldo Chamorroy del ministro de Educación porteño, Mariano Narodowsky.
La escucha ocurrió en momentos en que Burstein era uno de los más severos críticos a la designación de Palacios al frente de la Policía Metropolitana e impulsor de su desplazamiento, y reclamaba su procesamiento por encubrimiento en la investigación del atentado terrorista, medida que se concretó pocos días después.
La petición sólo alcanza al hecho del que resultó víctima Burstein, ya que respecto de los restantes espiados, como el empresario Carlos Ávila, aún se está analizando la información, pruebas y cruces telefónicos.
Según el fiscal, Palacios incurrió en los delitos de violación a la intimidad mediante al intrusión telefónica agravada, abuso de autoridad en el ejercicio de su cargo como jefe de la Policía Metropolitana y partícipe necesario de los delitos de falsificación de documentos públicos en cuatro oportunidades.
Nisman explica en su presentación que, a través de Ciro James, Palacios mantenía una relación de confianza y amistad, introdujo el número celular de Burstein en una causa que tramitaba ante el Juzgado en lo Penal Nº 1 de Misiones, a cargo de Horacio Gallardo, donde se investigaba el homicidio del José María Piccoli, ocurrido el 5 de agosto de 2005. A Burstein "se lo vinculó falsamente con un prófugo” de esa causa, sostiene el fiscal
Idéntica maniobra, con la complicidad de dos jueces de Misiones, había sido llevada a cabo con anterioridad, para escuchar las comunicaciones telefónicas de distintas personas, entre ellos se encuentran los empresarios Carlos Ávila, Alfredo Coto, dos de sus gerentes, el abogado Mariano Castex, Jorge Navarro, el cuñado del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Daniel Leonardo, Susana Sainz Torrez, entre muchos otros, añadió el fiscal.
En todos los casos los datos eran introducidos por el detenido Ciro James, quien a su vez era facultado para retirar las escuchas telefónicas de la Dirección de Observaciones Judiciales de la Secretaría de Inteligencia.
A Burstein solamente le intervienen uno de sus seis teléfonos celulares que se encontraban registrados a su nombre, justamente el que utilizaba exclusivamente para hablar de la causa AMIA, y era por el único de sus teléfonos con los que mantenía comunicación con el resto de los familiares y con el fiscal que investiga la causa del atentado.
