Fue a través de TiempoSur –Digital que este medio conoció lo que en principio era un simple comentario, que al ser chequeado con fuentes policiales, se transformó en una noticia.Habría ocurrido en pleno invierno, pero trascendió en las últimas horas. Se trata de un presunto caso de abuso sexual en las que las víctimas serían policías abusadas por sus compañeros.
A raíz de esa situación, este medio comenzó a recabar información y finalmente distintas fuentes, dieron del aberrante hecho, que sí habría ocurrido.
Una joven agente de la Policía de Santa Cruz no sólo habría sido sometida a los “típicos” abusos de poder, sino que además habría sido víctima de un abuso sexual en las dependencias policiales.
Dos policías habrían manoseado a su compañera dentro de la Seccional Quinta, ubicada en la zona del Barrio 240 viviendas.
Según datos recabados por este medio, la mujer damnificada efectúo la denuncia contra un suboficial escribiente, que se desempeñaba como Jefe de Guardia y un agente, que trabajaba como chofer.
La causa estaría en etapa investigativa. Los dos uniformados continuarían prestando servicio en otras seccionales.
Para la Justicia, se trataría de un caso de abuso de sexual simple calificado por sus condiciones de funcionario público.
En tanto, los otros dos presuntos casos no fueron confirmados.
Casos e interrogantes
Parece insólito que la policía, que debe velar por la seguridad de los ciudadanos, sea la misma que es denunciada por distintos delitos y abusos de poder a la comunidad. Ahora no sólo parece ocurrir con los civiles, sino entre sus pares.
En lo últimos meses se informó sobre detenciones indiscriminadas, arbitrarias y reiteradas. También se dieron a conocer abusos de poder y apremios ilegales. Incluso en muchos casos, en las detenciones, no quedó registrado el ingreso y no se labraron actas que informen los motivos de la detención. En algunas oportunidades, a los detenidos no se les permitió realizar una llamada telefónica para dar a aviso a su familia (Habeas Corpus).
Otras, el hecho de que las aprehensiones se excedieron de las seis horas estipuladas (según facultades de la policía) y durante ese lapso cualquier persona demorada parece un delincuente de alta peligrosidad, que debe quedar detenido incomunicado.
Dadas estas terribles situaciones, se conformaron ONG´s que luchan contra la violencia policial, junto con una Secretaría de Derechos Humanos, que tiene como uno de sus objetivos escuchar y atender a víctimas de la policía. Pero, ¿qué sucede cuándo los casos ocurren en la misma policía? ¿Quién resguarda a los efectivos que denuncian a sus jefes y compañeros? ¿Por qué casos tan aberrantes no salen a la luz si no es por una publicación periodística?
Preguntas que aún no se resuelve a finales de este 2009.
Como en todo organismo, hay policías que trabajan por la seguridad y prevención del delito, pero otros continúan dejando marcados casos que sólo degradan la función policial.
