
Sin embargo, a pesar de la belleza natural que irradia la británica, ésta no tuvo en un principio vocación de modelo y para nada pasó por su cabeza cuando era más joven ponerse de esta guisa delante de una cámara de fotos.



A pesar de esto, caprichos del destino quisieron que Elle Liberachi se replantease su postura y decidiese encaminar su carrera subida a una pasarela, oficio que ejerce a las mil maravillas.
Respecto a ella, es imprescindible decir que le apasiona la moda (obvio), la música, los animales y viajar. También monta a caballo, esquía y juega al tenis y, por si fuera poco, cuida su dieta 'devorando' comida japonesa.
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