
La mujer, Hoteline Losama, estuvo todo ese tiempo en un hueco formado entre tabiques y cascotes, aprisionada por un refrigerador y cerca de un cadáver, dijo una fuente del operativo de rescate, que calificó como una "bendición" el haber logrado salvar a la muchacha.
Una vez fuera del edificio derrumbado, en la camilla en la que esperaba ser introducida en una ambulancia, con las manos juntas y lágrimas en los ojos, la joven consideró su caso "un milagro".
Varios rescates a una semana
Expertos en rescates de diferentes países llegados a Puerto Príncipe para buscar supervivientes del temblor venían repitiendo desde hace varios días que las posibilidades de encontrar gente con vida eran mínimas pasados los primeros tres o cuatro días.
Sin embargo la realidad les desmintió en varios casos, algunos de ellos hoy, cerca de la catedral y en la Universidad, donde fueron rescatadas varias personas. El último, hasta ahora, ha sido el de Hoteline.
Los trabajos para rescatar a la chica comenzaron hacia las 13:00 horas (18:00 GMT) y concluyeron en torno a las 23:30 (05:30 GMT) cuando la joven fue izada desde el agujero en el que se encontraba y colocada en una camilla mientras entonaba un cántico.
Una bolsa de suero
Durante las diez horas y media que duró el rescate, los equipos de salvamento hablaron con ella, la tocaron y comprobaron sus constantes vitales y ella les contó que rezaba todos los días.
"Está contenta. Sabe que la vamos a salvar", decía nervioso dos horas antes del final del rescate el bombero haitiano Ardouin Zepherin. El grupo de socorro hizo llegar a Losama una bolsa de suero para que ingiriera el contenido y permaneciera hidratada, ya que no podían inyectar el líquido, debido a las dificultades de acceso del lugar.
Después fue necesario hacer un hueco lo suficientemente grande para que un doctor pudiera acceder al lugar donde la chica estaba encajonada e inyectarle medicación para después, con mucho cuidado, practicar una abertura mayor poco a poco y sacarla.
Aplausos y abrazos
El rescate estuvo liderado por efectivos franceses, aunque también participaron haitianos y turcos, con el apoyo de especialistas de los Estados Unidos. En el operativo trabajaron bomberos, socorristas, médicos e ingenieros para dar orientación a los demás sobre el estado del edificio semiderruido.
El salvamento terminó con abrazos, felicitaciones y aplausos entre los socorristas y ante la atenta mirada de un grupo de curiosos ávidos de conocer el feliz desenlace de la historia.
Todavía hay 43 equipos de rescate operando en Puerto Príncipe, buscando finales felices como el de Losama, cada vez más inviable por el paso de las horas.
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