Más de 300 dealers cayeron KO ante los vecinos

TUCUMAN.-Ya no podían soportar ver los cuerpos escuálidos de sus hijos: mientras ellos consumían "paco", el "paco" los consumía también a ellos. Por eso, alzaron sus voces en tono estridente; los pedidos de auxilio tuvieron eco, y la Policía logró atrapar este último año a varios dealers. Sin embargo, los padres no bajan la guardia. "Realmente se trabajó muy bien, porque muchos de los grandes vendedores están presos. Pero, lamentablemente, los 'peces' chicos nos siguen perjudicando. A esas personas no les interesa la vida de los demás", expresó preocupado Armando Trejo, dirigente barrial de Costanera Norte.





Para la Policía, el aporte de los vecinos es fundamental: más del 60% de los datos que impulsan investigaciones en causas por drogas provienen de ciudadanos comunes. Sobre la base de las estadísticas de 2009, se supo que más de 300 narcos fueron apresados tras la intervención vecinal. "El año pasado hubo un récord con todo esto, pero mucha gente todavía sigue con temor y toma la postura del 'no te metás'. Este es un tema delicado", explicó Mary Carabajal, dirigente del barrio San Ramón.
Aunque el "paco" está instalado en varios barrios desde 2007, la bomba estalló en diciembre del 2008, cuando Walter Santana fue asesinado en una casa de barrio Costanera. Según sus familiares, el joven era adicto, discutió con un dealer de la zona y recibió un tiro fulminante en el pecho.
Desde entonces, madres de diferentes vecindarios que están a la vera del Río Salí comenzaron a protestar públicamente por la terrible situación. "Durante años, faltó que los jóvenes reciban una contención adecuada. El consumo empieza por casa: la falta de trabajo, de educación y de proyectos de vida hace que salgan a la calle a buscar lo que sus padres no les dan. Pero no tengo dudas de que con programas adecuados, a largo plazo, esto va a cambiar", dijo Mirta Braco, quien reside en Costanera Norte y dirige la fundación Alborada, situada en el corazón del barrio. "Estamos trabajando muy bien con jóvenes adictos o que están en riesgo de consumo. En la institución hay alumnos de 14 a 60 años. Ellos tratan de progresar y ponen mucho de sí. Por eso me duele cuando hablan de este barrio como una zona roja, de delincuentes. Acá hay muchos chicos sin recursos que estudian durante el día y a la noche salen corriendo con su carrito a buscar cartones", aclaró la dirigente.
Cada jueves, representantes vecinales de diferentes zonas de barrio Costanera se reúnen en una mesa de trabajo, donde exponen los problemas que tienen en común los habitantes del lugar. También participan especialistas del CAPS y de la escuela de la zona. Luego, le exponen la situación al Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia. "Cuando se trata de temas referidos a la seguridad, hacemos notas y se las entregamos a la Policía. Este año obtuvimos muy buenas respuestas. Incluso, antes de estas fiestas arrestaron a cuatro o cinco delincuentes que tenían mal al barrio con sus robos", relató Trejo. Sin embargo, afirmó el referente barrial, la cuestión de la droga es muy particular. "Estábamos mucho mejor. Pero ahora aparecieron vendedores 'chicos'. Por ejemplo, hay mujeres que usan almacenes como 'pantalla'; por izquierda venden drogas y así se ganan la vida. No les interesa matar a los demás", dijo Trejo.
Los investigadores admitieron que muchísimas veces no podrían actuar si no fuera por los datos que les pasan los vecinos, que son quienes más conocen los movimientos de cada barrio. Eso redunda en que casi todas las semanas se pidan órdenes de allanamientos para distintos domicilios en zonas de toda la provincia. "Toda investigación parte de una información. Si la gente nos cuenta lo que pasa, es más fácil. Dependemos de ellos mismos para poder ayudarlos junto con la Justicia", dijo un policía.

Sinsentidos
Carabajal indicó que los vecinos muchas veces comentan los problemas que generan los estupefacientes en San Ramón. "Pero hay muchos que, aún sabiendo lo que está pasando, son mudos, ciegos y sordos. Lo que me comentan en el barrio es que acá sigue habiendo venta de drogas, pero eso es algo que debe investigar la Policía", señaló. Remarcó que muchos padres no están cumpliendo adecuadamente con su rol. "Hubo casos en los que un joven es arrestado porque robaba para drogarse. Y las madres, en vez de ayudarlos a respetar la ley, les rompen el auto a los policías. Es una situación difícil. No es la forma adecuada de conseguir ayuda para un hijo", concluyó.