
En un artículo publicado en la edición digital de la revista británica Nature, investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig, Alemania, describen el análisis efectuado a los restos fósiles de un dedo meñiqueprocedente de un solo hueso localizado en una cueva en las montañas de Altai, en el sur de Siberia (Rusia).
El grupo de expertos, liderado por Johannes Krause y Svante Pääbo, extrajo muestras de Ácido Desoxirribonucleico (ADN) del hueso, que perteneció a un menor de entre cinco y siete años, y tras analizarlas determinó que difieren notablemente del material genético presente tanto en el Homo Sapiens como en el Hombre de Neandertal, especie arcaica de humano que pobló Europa hace unos 44 mil años.
La conclusión preliminar es que el ejemplar estudiado -al que por el momento Pääbo y sus colegas han llamado “Mujer X”, aunque desconocen su sexo- corresponde a otro linaje hasta ahora no identificado, posterior a la primera salida de África de un homínido. Esa criatura habría vivido hace unos 30 mil años.
“Realmente no se parece a nada que hayamos visto antes. Su secuencia (genética) es completamente diferente a la de los humanos”, aseguró Krause en declaraciones a agencias de noticias.
El análisis también evidencia que la línea evolutiva de ese homínido se separó de la que dio origen a humanos y neandertales hace un millón de años.
Eso hace a la “Mujer X” más joven que el Homo Erectus, la especie prehumana que se dispersó desde nuestra cuna en el continente africano hacia diversas partes del mundo hace aproximadamente un millón 900 mil años.
Los ancestros del Neandertal emigraron hace unos 500 mil años. “Es una nueva criatura que hasta ahora no había estado en el monitor de nuestro radar”, expresó Svante Pääbo.
Pese a esta evidencia, los investigadores alemanes mostraron cautela al decir se trate de una nueva especie.
Pääbo, pionero en decodificar ADN de restos humanos, dijo que antes de afirmarlo con toda certeza, será necesario descartar la posibilidad de que haya pertenecido a una población formada por mezclas entre individuos del nuevo linaje y de las especies conocidas.
El material analizado por los expertos es el llamado ADN mitocondrial, es decir, material genético procedente de las mitocondrias que están dentro de las células y que solamente puede ser transferido por la madre a sus descendientes a través de sucesivas generaciones.
Pero todavía falta que se estudie el resto del ADN contenido en el fósil, el que se encuentra en el núcleo celular (puede ser heredado por el padre) y que podría aportar pistas adicionales sobre la presunta nueva especie.
“En la época en la cual este linaje de humanos partió desde África, debió haber sido un grupo distinto, quizá una especie distinta. Pero para saber si fue así, tendremos que esperar el (resultado del análisis del) ADN nuclear”, explicó el científico alemán.

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