Un anfiteatro griego repleto aplaudió de pie a Gustavo Santaolalla

En el día en el que el cine argentino ganó su segundo Oscar, un bonaerense -oriundo de El Palomar y mendocino por adopción- que por su cuenta obtuvo dos estatuillas de Hollywood (en 2005 y 2006 por la banda sonora de las películas Babel y Secretos en la montaña) logró concretar su sueño de hace 40 años: tocar en el anfiteatro griego Frank Romero Day, en la noche de la segunda repetición del Acto Central de la Fiesta Nacional de la Vendimia.





Y por si todo estos honores fueran poco, el tango electrónico de su grupo Bajo Fondo deslumbró a los 20 mil mendocinos y turistas presentes en el escenario mayor de la fiesta de la vid y del vino. El nivel musical de Gustavo Santaolalla y su banda logró sacudir las estrellas del pedemonte mendocino y el público, en varias ocasiones, lo aplaudió de pie.

Santaolalla, quien a los 17 años, durante su viaje de fin de curso, dijo al pie del anfiteatro “yo algún día voy a tocar acá” concretó ese sueño con el entusiasmo de una primera vez, una sensación potente y enérgica que el público vendimial captó con fuerza y emoción, haciendo uno de los mejores conciertos - o quizá el mejor- que se hayan dado en el anfiteatro griego.

En la noche del domingo se realizó la primera repetición del Acto Central de la Vendimia 2010 y a diferencia del 2009, cuando en la segunda noche de la Vendimia el Anfiteatro colmó su capacidad –cerca de 20.000 localidades–, anoche unas 15.000 personas acompañaron al dúo mendocino de Tilín Orozco y Fernando Barrientos, que musicalizó la primera repetición de la fiesta del 2010, y en la que estuvo presente el vicepresidente Julio Cobos.