A nadie le asombra ni lo sorprende el pandemónium político que se armó en Santa Cruz debido al adelantamiento de las elecciones legislativas. Sin embargo, no es privativo de la oposición, el problema creado a la hora de buscar candidatos de apuro, sino que también (y diría que principalmente) lo es del oficialismo, ya que la medida ha sido tan inconsulta y reservada que ninguno de los actores provinciales sostenedores de la política kirchnerista en Santa Cruz sabían del movimiento que haría el gobierno nacional; por lo tanto son muchos los que quieren, pocos los que van a llegar y el que maneja la ruleta no está en sur.
Sin embargo el que está haciendo todo lo posible por despegar de su terruño para salvar las pilchas, es el Intendente de Caleta Olivia, Fernando Cotillo. El dirigente justicialista y co-equiper de Néstor a través de sus mandaderos Córdoba-Fernández que juegan de líberos entre nación y provincia, quiere evitar el desgaste de imagen que implica para un Intendente con aspiraciones, transitar por el municipio norteño en los meses por venir, frente a un panorama nada auspicioso en materia económica y con crecientes conflictos sociales.
Por este motivo, Cotillo juega muy fuerte para ser candidato estrella y pretende usar el trampolín político que le daría la diputación para quedar a la salvaguarda del Congreso donde, con el tiempo, se diluirán los ecos de sus trapisondas administrativas en Caleta, tiempo suficiente para maquillar su imagen pública y conservar algo de su buena estrella para el 2011, donde piensa volver por la corona de Gobernador.
Para Cotillo es muy importante candidatearse y ganar, porque en principio lo sacará del foco de los problemas cotidianos en una ciudad que promete conflictos interminables y por otro le otorgará la plataforma ideal (plata, suficiente tiempo para campaña y tranquilidad a la hora de negociar su futuro) para largarse a la aventura de conquistar el poder de calle Alcorta.
Kirchner no lo ve mal y por ese motivo no sería improbable que Cotillo ya sea de la partida. El único inconveniente que se le presenta al candidato K a la hora de realizar proselitismo en la zona centro y sur de Santa Cruz es que nadie lo conoce y que lo poco que hemos dicho de él, no lo pinta como el hombre adecuado que los santacruceños esperan los represente en la Cámara Baja.
