Fue por decreto y es para cubrir el rojo de las cuentas previsionales.
El dinero de los trabajadores que administra la ANSES continúa financiando el déficit fiscal. A los 7.350 millones de pesos que el Tesoro tomó del fondo de los jubilados en lo que va del año, el Gobierno sumó ayer un plan de casi 400 millones de pesos para financiar el rojo de las cuentas de la provincia presidencial, Santa Cruz. (CdA)
Cristina Fernández de Kirchner aprobó por decreto un acuerdo que suscribieron el director ejecutivo de la ANSES, Amado Boudou, y el gobernador Daniel Peralta para cubrir el faltante de la Caja de Jubilaciones provincial que representa el pozo más importante del presupuesto de ese distrito.
El decreto 347/2009, publicado ayer en el Boletín Oficial y que lleva la firma de la Presidenta, del jefe de Gabinete, Sergio Massa, y del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, convalidó un desembolso de 180 millones de pesos para este año y aprobó envíos por 212 millones correspondientes al año 2008.
La medida revela además que en diciembre último la ANSES le anticipó 35 millones de pesos al gobierno de Santa Cruz a cuenta del déficit que se esperaba para este período.
El principal argumento que ofreció el año pasado el gobierno de los de Kirchner para eliminar el sistema de las AFJP fue que el Estado sostenía a las administradoras privadas.
Según repitieron en todos los atriles del país, la ANSES había aportado el año pasado unos 4 mil millones de pesos para que el 41 por ciento de los beneficiarios de las AFJP llegaran, al menos, a la jubilación mínima.
Lo que no decía el matrimonio presidencial era que el fondo de los ahorros de la ANSES, que se nutre con el aporte de la clase activa de todo el país, también se utiliza para cubrir la administración deficitaria de la caja previsional de su propia provincia.
El acuerdo que convalidó ayer la jefa de Estado se enmarca en un programa de regularización de las cuentas provinciales que impulsó en diciembre de 1999 el entonces presidente electo, Fernando de la Rúa.
Meses más tarde, el Congreso convalidó el programa de Compromiso Federal por el Crecimiento y la Disciplina Fiscal que reclamaba el blindaje financiero.
El único mandatario provincial que se negó a suscribir aquel pacto fiscal fue Néstor Kirchner. El entonces gobernador aducía que las cuentas de su provincia no estaban en rojo: de hecho agitaba la bandera del ahorro que había hecho su administración depositando más de 500 millones de dólares en el exterior. Un año más tarde se plegó al programa para que la Nación se ocupara del déficit de su caja de jubilaciones.
El gobernador Peralta, inhabilitado para quejarse públicamente de la “herencia recibida”, promete desde el día que asumió que una reforma previsional. En realidad, el problema no es el la Caja sino la estructura del Estado, cuyo regente fue durante más de una década el propio Kirchner.
Santa Cruz destina el 70 por ciento de su presupuesto al pago de los salarios de sus más de 50 mil empleados públicos. Y por día se suma al menos un agente a la plantilla de jubilados, que pasa a engrosar el déficit fiscal estructural pingüino.