El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró hoy en Trinidad y Tobago que su país busca un "nuevo comienzo" con Cuba para mover las relaciones bilaterales en una "nueva dirección", y dijo estar "preparado" para discutir con La Habana " un amplio abanico de temas".
"Estados Unidos busca un nuevo comienzo con Cuba. Sé que tenemos por delante un largo camino para superar décadas de desconfianza, pero hay medidas cruciales que podemos tomar de cara a un nuevo día", subrayó Obama ante los 33 jefes de Estado y de gobierno del continente americano y el Caribe durante la inauguración de la Cumbre de las Américas en Puerto España.
"Estoy preparado para que mi administración trate con el gobierno cubano sobre un amplio abanico de temas, desde las drogas, la migración y asuntos económicos hasta los derechos humanos, la libertad de expresión y la reforma democrática", enfatizó Obama, quien dijo haber tomado nota de los "numerosos comentarios" de otros mandatarios regionales sobre Cuba y la política de Estados Unidos durante la ceremonia inaugural de la cumbre.
"Dejen que sea claro: no quiero hablar por hablar. Pero creo que podemos mover las relaciones entre Estados Unidos y Cuba en una nueva dirección", apostilló.
Obama recordó que esta misma semana cambió una política hacia Cuba "que ha fracasado en su objetivo de lograr libertad u oportunidades para el pueblo cubano", en referencia a la liberación de los viajes a la isla y del envío de remesas para ciudadanos cubano-americanos que decretó el lunes.
El tema de Cuba ha pesado como una gran sombra sobre la Cumbre en Trinidad y Tobago, en cuya inauguración este viernes, los dos mandatarios latinoamericanos que hablaron -la presidenta argentina, Cristina Fernández, y el nicaragüense, Daniel Ortega,- criticaron abiertamente la exclusión de la isla en el encuentro hemisférico.
Consciente de esta posición, Obama llamó hoy a buscar los elementos comunes sobre los diversos temas que afectan a toda la región, incluida Cuba.
"Cada una de nuestras naciones tiene derecho a seguir su propio camino. Pero todos tenemos la responsabilidad de velar por que los pueblos de las Américas tengan la capacidad de perseguir sus propios sueños en sociedades democráticas", señaló.
"Cada nación ha tenido su propia historia. Aquí, en Trinidad y Tobago, debemos respetar esas diferencias mientras celebramos aquellas cosas que tenemos en común", insistió.
A la par, subrayó que si bien Estados Unidos "ha cambiado", también la región latinoamericana tiene dejar de "echarle la culpa" a su vecino del norte por todos los problemas.
"Creo que mi presencia aquí demuestra que Estados Unidos ha cambiado con el tiempo, no ha sido siempre fácil pero ha cambiado. Así que pienso que es importante recordarle a mis colegas que no es sólo Estados Unidos el que tiene que cambiar, todos tenemos responsabilidades respecto al futuro", advirtió Obama.
"La política de Estados Unidos no debería ser la de interferir en otros países, pero (ese cambio) también significa que no podemos culpar a Estados Unidos de cada problema que surge en el hemisferio", insistió.
"Eso es parte de la oferta, eso es parte del cambio que tiene que producirse, lo otro era el viejo modo y estamos en una nueva manera de hacer las cosas", reiteró.
"Les prometo que Estados Unidos estará allí como un amigo y un compañero, porque nuestro futuro está inextricablemente ligado al futuro de los pueblos de las Américas, y estamos comprometidos a conformar ese futuro mediante un compromiso fuerte, sostenido y exitoso", concluyó.