El socio mayoritario de Cerro Vanguardia dijo que el Gobierno los “decepcionó”

Para el ingeniero australiano Mark Cutifani, director ejecutivo de la empresa minera AngloGold Ashanti, el cambio en las reglas de juego aparece como un manchón en medio de la veta de buenos resultados económicos que encontró su compañía en la Argentina.





Este australiano, con más de treinta años de experiencia en minería, se refiere puntualmente a la decisión del gobierno local de aplicar retenciones a las exportaciones mineras, en violación de la ley de estabilidad fiscal, que rige desde 1998. “El cambio de reglas de juego por parte del Gobierno nos decepcionó”, afirmó el empresario, en diálogo con el diario La Nación.

AngloGold Ashanti es una de las cuatro firmas mineras más importantes del mundo. Su única explotación en el país es Cerro Vanguardia, en la que es socio mayoritario con el 92,5 % de las acciones, el otro 7,5 % lo tiene la estatal provincial Fomicruz.
Cutifani dijo que el negocio en la Argentina “está muy bien y ha mejorado en el último tiempo” y señaló que en el caso de la empresa Cerro Vanguardia, “el último año hemos mejorado la performance de seguridad en un 80 %, la producción en un 30 % y nuestros costos en un 50 %”.

El titular de AngloGold aseguró que la inversión inicial fue de 270 millones de dólares y hoy siguen contando con diez años de sobrevida. “Consideramos invertir durante los próximos 10 años, unos 25 millones de dólares por año en capital y alrededor de unos siete millones de dólares en exploración.

Además de ese capital, que es para sostener el negocio, en los próximos tres años vamos a hacer una inversión de aproximadamente 100 millones de dólares en dos operaciones, destinadas a modificar el método de explotación”, en referencia al proyecto ya iniciado de explotación subterránea, que transformaría a Cerro Vanguardia en una empresa de explotación mixta.

Lo que deja la minería
Según el empresario, la explotación minera deja réditos en el país. “Obtiene el 90 % de lo que ingresa por ventas. Ingresan por ventas de oro 430 millones de pesos, de los que 367 quedan en la Argentina bajo distintas formas, como impuestos, reinversiones, obras en la comunidad, dividendos de Fomicruz, que es nuestro socio provincial, entre otros. Dicho de otra manera, del precio de cada onza que se vende, AngloGold se queda con el 10 %, que se reparte entre sus accionistas. ¿Nuestra compañía deja muchas ganancias al país!”, aseguró.

También se defendió ante la pregunta de qué ocurrirá cuando la explotación termine, algo que pasará indefectiblemente. “Estamos invirtiendo en la educación de los niños, que va a perdurar luego de que nos vayamos.

Colaboramos con la universidad, y no sólo en carreras de minería”, aunque reconoció que eso no alcanza, “reconozco que tenemos que hacer más, debemos trabajar con las comunidades locales en los problemas que presente Puerto San Julián, como desarrollar algún tipo de industria alternativa y hacer que haya algo para que podamos aprovechar mejor el agua, que siempre es un recurso finito”, indicó Marck Cutifani.

Ante la consulta sobre cuánto ayudó la ley de estabilidad fiscal para la inversión en el país, ante el reclamo del empresario de que exista seguridad jurídica y un retorno razonable por el riesgo que se toma, Cutifani indicó que la ley “fue un simple atractivo más”, pero que el verdadero motivo de inversión fue la propia mina y el recurso. La ley “fue un estímulo más, pero no el principal”.

El brazo de Moreno
Sobre la aplicación el 5 % de retenciones a las exportaciones mineras fijado por el Gobierno nacional y ejecutado por el polémico Guillermo Moreno, el titular de Anglo Gold sostuvo que “el cambio de reglas de juego por parte del Gobierno nos decepcionó”.

Dijo que si bien no conoce todos los detalles, confirmó que “estamos en litigio con el Estado” por la medida. “Igual voy a decir una cosa: como crítica a nuestra industria en general, veo que no existen muchos casos donde las empresas hayan llegado a acuerdos que favorezcan a las dos partes, el Estado y los inversores, y en circunstancias que son cambiantes. Esa es una autocrítica a la industria en general. Como buenos socios, deberíamos sentarnos y buscar la forma de enfrentar estos cambios para que favorezcan a ambas partes”.

Reconoció que se intentó llegar a un acuerdo con el Gobierno nacional, pero que no se pudo, puesto que el Gobierno hace “una interpretación muy particular de la ley” y para Cutifani, la ley “está para cumplirse”, de allí el litigio que supuso “probablemente termine en la Corte Suprema de Justicia” y se mostró confiado en que el fallo judicial será finalmente a favor de las empresas, “hay antecedentes suficientes para ello”, indicó.
El empresario aseguró que esas retenciones del 5 % significan “unos 15 millones de dólares”, los que pagan “bajo protesta”.

Ese reconocimiento del dinero oblado por retenciones muestra una contradicción en los dichos publicados en el matutino nacional, toda vez que para pagar 15 millones de dólares de retenciones, implicaría una facturación anual de 300 millones de dólares, un número bastante lejos de los 430 millones de pesos que dijo al principio de la nota facturar.

Para el empresario, el cobro de las retenciones “nos ha hecho pensar y ser más cuidadosos a la hora de decidir una inversión”, aunque sostuvo que siguen adelante con los planes de inversión “para los próximos 18 meses”, aunque advirtió que si existiera “cualquier otro cambio, lo tomaremos como una luz roja, que hará que nos preguntemos si vale la pena invertir acá”.

La advertencia sonó dura, pero inmediatamente el empresario aclaró que “jamás amenazaría con irme” y bajando el tono, dijo “creemos que podemos armar una relación y mejorarla. Y la puerta para la negociación está siempre abierta”.


 
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