
La decisión de Repsol de trabar la negociación petrolera ayer en el Ministerio de Trabajo, cuando se negó a reconocer los días caídos, cerró una de las puertas más importantes para lograr una rápida solución al conflicto petrolero que transita por el día Nº 15 y que lleva a la provincia de Santa Cruz a un caos financiero y social.
Las muestra más explícita de cómo la política ha metido su mano en el conflicto, lo da la posición irreductible del grupo Esquenazi que en todo momento ha tratado de trabar los acuerdos, tal como lo refiriera a este medio el propio Dr Sandro Levín. Sin embargo un dato que aparece hoy en el diario Jornada de Chubut pone más tensión al conflicto. Esto es porque ese medio logró declaraciones del propio Gobernador Peralta que anoche le manifestó estar evaluando una presentación penal por destrucción del medio ambiente a Repsol-YPF y la posibilidad de revisar el convenio de vinculación de Esquenazi con el banco Santa Cruz, cuyo paquete accionario se compone de un 40% en poder del estado provincial y el 15% a cargo del empresario petrolero.
A partir de allí y durante toda la mañana esta Agencia intentó ampliar los conceptos vertidos por el Gobernador ante la evidente acción de contragolpe que representan las declaraciones efectuadas al diario chubutense. En este sentido desde el entorno del gobierno provincial se nos aseguró que ante la coyuntura el propio Peralta ha dado las instrucciones necesarias para que los estamentos jurídicos de la provincia estudien los mecanismos para conocer fehacientemente los alcances del convenio firmado oportunamente con el Banco Santa Cruz y ordenó un relevamiento a través de la Secretaría de Medio Ambiente para contabilizar y mensurar los daños que ha ocasionado la operadora al entorno.
“Esta información se hará pública”, nos dijo la fuente gubernamental “y va a ser una respuesta a los más de 50 millones de pesos que le ha hecho perder a la provincia, hasta hoy, la intransigencia de Repsol”. Más adelante agregaron “Esquenazi cree que este juego lo juega solo Repsol por ser la operadora con más intereses en la provincia, pero no es así. Ellos cuentan con el respaldo de la Federación Petrolera, pero Santa Cruz tiene la mano de obra de los trabajadores que no van a dejar mover ni un litro de petróleo hasta que no haya acuerdo”.
En zona norte ya se instalaron los cortes de rutas, Repsol insiste en la amenaza de despidos y algunas empresas subcontratistas de servicios empezaron a deshacerse de personal bajo el argumento que no pueden sostener un plantel inactivo y pagar servicios cuando las operaciones están paradas hace 15 días, dado que la inactividad de los yacimientos detuvo todas los trabajos de provisión de insumos, logística y traslado de personal.