
Santa Cruz es un hervidero. Si bien la situación urgente se ubica hoy en la dura pelea en el sector petrolero que requirió la intervención inmediata del gobierno nacional, el asunto no es más que la punta del iceberg: las cuentas públicas están al borde del colapso, con un déficit galopante y el abandono manifiesto de la Casa Rosada a la misma provincia que catapultó a los Kirchner a la presidencia.
El conductor del barco naufragante es Daniel Peralta, quien llegó a la gobernación luego de un breve período como interventor avalado por el propio Néstor Kirchner, para luego obtener el cargo mediante las urnas. Pero la derrota histórica del kirchnerismo en Santa Cruz el pasado 28 de junio fue la muestra más dura de la realidad política que enfrentó el ex presidente. Fiel a su estilo, en lugar de hacer autocrítica salió a buscar culpables. Lo encontró en Peralta y lo abandonó a la buena de Diós.
Déficit patagónico
La realidad de Santa Cruz puede entenderse a través de sus números: con un presupuesto para 2009 de 4.500 millones de pesos, reforzado por otros 1.000 que a principio de año envió Cristina Kirchner de las arcas nacionales, el déficit para este año está estimado en el orden de los 2.000 millones.
En síntesis: el rojo financiero es casi la mitad del presupuesto total –sin contar el “extra” envíado por Nación- y se ubicaría segundo a nivel nacional, detrás del déficit de la provincia de Buenos Aires, nada menos.
“Cuando Peralta manda a crear un fideicomiso y a pedir la renegociación de una deuda con el Banco Nación, el fideicomiso era de más de 1.300 millones de pesos y la renegociación de 460 millones. Ahí tenés ya casi 1.800 millones. El gobernador y el ex ministro de Economía, Juan Manuel Campillo, decían que eso era el déficit y querían tener el resguardo”, avanzó el senador nacional por Santa Cruz, Alfredo Martínez, en diálogo con La Política Online.
El diputado nacional también del radicalismo –fuerza que triunfó en Santa Cruz en las últimas elecciones nacionales-, Juan Acuña Kunz, detalla un poco más: el déficit total estimado para este año es de 2.040 millones de pesos. “La diferencia es porque en esa cifra se refleja el ajuste docente reciente”, explicó a este medio-
“El problema es la falta de transparencia. Peralta ha gastado la plata en obra pública con casas y caminos provinciales. Hay varias cosas en las que han invertido plata de la provincia. El déficit es el segundo de la Argentina, después de Buenos Aires. Chubut tiene déficit cero y Mendoza, 600 millones”, detalló el legislador.
Cuentas que no cierran
Tras la ruptura tácita entre Peralta y Kirchner, la canilla de dinero que viaja desde las cuentas nacionales a las santacruceñas de cerró. Esto no hizo más que empeorar una dura tarea que, históricamente, tienen los gobernadores de Santa Cruz: pagar los sueldos.
El dato es crítico. De casi 240 mil habitantes que tiene la provincia, 55 mil son empleados del Estado, entre municipales, médicos, docentes y policía. Si de ahí se restan los jubilados y los niños, no sería extraño que de la población económicamente activa, uno de cada dos santacruceños recibe un sueldo provincial.
Pagar los sueldos de los empleados públicos le cuesta a la provincia, aproximadamente, 200 millones de pesos mensuales. Para colmo, la provincia de Néstor Kirchner es una de las pocas que mantiene la jubilación en el ansiado 82% móvil.
“Tenemos un desequilibrio grande –advierte Acuña Kunz-. Hay gente que cobra 30 mil pesos. El docente es un hombre bien pago recién ahora, después de mucha lucha. Pero hay una sobreactuación con la excusa de los empleados públicos. Hay una gran cantidad que están en la lista para cobrar pero no trabajan”.
Con los fondos de Nación cortados, la única herramienta a la que puede apelar Santa Cruz para hacer frente a esta situación es a la renta petrolera. La misma que desde hace casi 20 días se dejó de cobrar por el paro del sindicato de petroleros, generando un agujero enorme en las finanzas públicas.
Para peor, las empresas del sector ya habían adelantado cerca de dos meses de renta a la provincia, por pedido expreso del gobernador. “Peralta dice que tiene para pagar los sueldos, pero en dos meses más esto estalla y no vamos a poder pagarlos”, afirma con preocupación el diputado de bigotes gruesos.
Refuerzo petrolero
700 mil dólares por día. Esa es la suma que en la caja provincial deja la exportación de petróleo, calculada en épocas de buena salida entre 7 y 8 millones de dólares por día, gravada con regalías en un 12% que van netos para Santa Cruz. La Nación, en cambio, se queda con la diferencia entre el precio internacional del barril –ubicado entre 74 y 77 dólares- y el interno –de 44 dólares-.
Serían unos 20 millones de dólares o 75 millones de pesos mensuales, lejos de los 200 millones que le cuesta a la provincia pagar los sueldos. Todo esto agravado por la actualidad del mercado, ya que cuando años atrás había saldo exportable, la realidad muestra hoy que hay dificultades incluso para cubrir el consumo interno.
El rebote de esta situación llega a los municipios, ya que la división –con la excusa de que el Estado provincial es el que paga médicos, docentes, policías y empleados estatales- de esos ingresos es muy desigual. Del total recaudado por regalías petroleras, 93% queda en la provincia y sólo el 7% baja a las cajas municipales.
“Todo se reparte entre Caleta Olivia y Río Gallegos y al resto le llega muy poco. Es absolutamente desigual. La estructura que es que cada uno se administre con sus propios impuestos”, explicó a La Política Online una fuente provincial.
La misma fuente, para subrayar aún más esa desigualdad, contó que mientras de la monoboya de Caleta Olivia sale el 80% del petróleo de Santa Cruz –unos 18 metros cúbicos diarios cuando hay exportación- la municipalidad tiene año tras años un déficit de 80 millones de pesos que siempre termina cubriendo la caja provincial.
“Con la renta petrolera, se calculaba en alrededor de 50 millones de pesos la pérdida por no producir en 17 días, a causa de este conflicto. A eso se suma la coparticipación que ha ido fluctuando. El efecto final es que las regalías golpean, por coparticipación secundaria, a los municipios”, lamentó “Freddy” Martínez .