Luego de que el Ejecutivo remita a diputados el Proyecto de Reforma Política, el ministro del interior, Florencio Randazzo, fue al plenario de comisiones a explicar los detalles y fundamentos del proyecto del gobierno. También se defendió de las críticas de la oposición, que muestra intenciones de dar batalla. Aunque, cabe destacar que tampoco los aliados del oficialismo ven con buenos ojos la iniciativa. Comienza otra jornada maratónica de debates para sacar leyes a mansalva antes del 10 de diciembre.Las comisiones en las que se expuso fueron: Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Justicia de la Cámara de Diputados. Según Randazzo la reforma “va a imponer igualdad de oportunidades a todos los partidos y aportará transparencia a la financiación de las campañas electorales”.
Respondiendo a las críticas de la oposición sobre la precipitación del Gobierno, el ministro dijo que "no existe un tiempo bueno para discutir la reforma política y no hay un ningún interés subalterno ni mezquindad que haya motivado este debate".
Además afirmó que la mayoría de los puntos del proyecto surgieron de las reuniones con la oposición, que habían sido convocadas por la presidencia luego de perder las elecciones legislativas. Cabe recordar que al poco tiempo de iniciado el debate, la oposición no halló utilidad alguna a la convocatoria (incluso Elisa Carrió, se negó a participar y a otorgar legitimidad a lo que consideraba una movida política de los K), aunque ahora comienzan a salir a la luz sus sutiles frutos.
No obstante, el ministro no pudo dejar de admitir que “los partidos que no acrediten la adhesión del piso mínimo” (5 por mil) “pueden perder su personería jurídica. Es necesario reordenar el sistema”. Ésta sería la pata antidemocrática del proyecto, que quita posibilidad electoral a los partidos de izquierda que hace años que se presentan y representan a varias minorías.
Varios afirman que hay ciertos puntos del proyecto que están hechos a la medida de Néstor Kirchner. Por esta razón es que la reforma no pasaría por diputados sin las modificaciones exigidas, principalmente aquellas que ponen trabas electorales a casi todos los partidos opositores.
Según Urgente 24, la UCR, la Coalición Cívica, el socialismo, el peronismo desidente, el PRO, la centro izquierda y hasta los partidos aliados de la concertación, se oponen a votar el texto tal cual está. Todos proponen la boleta única y bajar el piso para que los partidos puedan conservar su personería jurídical. También el 3 % necesario para que el candidato que surge de una interna abierta pueda participar de las elecciones generales.
Varios puntos claves afectan directamente los intereses de los bloques aliados a los K, entonces es probable que aprobar esta iniciativa no sea tan sencillo como sucedió con los anteriores proyectos. En cuanto al resto de los bloques opositores, en mayor o menor medida se ven afectados por la posible reforma. Muchos acusan a la iniciativa de favorecer el bipartidismo y atentar contra las expresiones minoritarias.
Pero el problema no pasa aquí por defender la suerte de las izquierdas, se trata de defender al sistema democrático, de exigir que el Gobierno Nacional lo defienda. Y precisamente, el espíritu de un sistema democrático y republicano es la convivencia de opiniones divergentes. No es necesario dar ejemplos de sistemas políticos que silenciaron la voz minoritaria.
La reforma política favorece a las mayorías políticas, más precisamente al Kirchnerismo, porque ni siquiera el peronismo disidente tiene cabida. ¿Qué será de la Argentina "No-kirchnerista"? quién sabe... Pero mal que pese a varios, en un sistema democrático no debe existir la censura, todos deben tener las mismas posibilidades de expresarse. Y es derecho constitucional de los argentinos elegir y ser elegidos como representantes.
En este sentido, también se está atentando contra el derecho de las minorías a elegir a sus candidatos. Ahora, sólo resta esperar para conocer que tan fuerte se tornará la postura opositora.
