
Con la ausencia del presidente de La Caixa y también vicepresidente de la petrolera, Isidro Fainé, quien delegó su voto porque debía irse a una reunión en China, la sesión en Repsol YPF se prolongó hasta la noche.
Fainé, presidente de La Caixa y arbitro indiscutible de esta pelea, decidió hacer mutis por el foro.
Pese a que el desencadenante del conflicto había sido la rebaja de la retribución, este punto del orden del día se resolvió con rapidez, según fuentes solventes. Éstas aseguran que los socios acudieron al consejo con un pacto previo.
De momento, se ha acordado pagar el 22/12 un dividendo a cuenta de € 0,425 por título. La cifra supone un desembolso de € 519 millones y mantener la rebaja planteada inicialmente: el citado 19% o € 0,10 por acción sobre 2008.
Sin embargo, y ésta es la novedad, las actas del consejo incluyen una anotación, según la cual, la compañía se compromete, "siempre que las circunstancias lo permitan", a que el dividendo complementario a pagar en 2010, sea superior a aquélla cantidad. Una solución temporal que permitirá adaptarse a la evolución de los resultados, que este año podrían caer más del 30%.
Entonces, la pelea se traslada al dividendo complementario: tanto Sacyr como La Caixa quieren elevarlo hasta los € 0,625 por acción, de modo que el dividendo total correspondiente a 2009 sería de € 1,05, exactamente el mismo que en 2008.
¿Cómo hacer posible el milagro? ¿Cómo cuadrar el círculo con unos resultados sensiblemente inferiores a los de 2008, a cuenta básicamente de la caída de los precios del crudo?
La mayor parte de la reunión la ocupó un debate, auspiciado por Sacyr, sobre la gestión de la petrolera. Una de las discusiones más encendidas se centró en el área de exploración (upstream) a la que Repsol dedica un tercio de las inversiones del plan estratégico y le ha proporcionado importantes hallazgos.
Dado que esta actividad requiere grandes fondos y que el retorno de la inversión no llega hasta pasados seis o siete años con la producción de los pozos, Sacyr pidió que este negocio se comparta con un socio. Repsol ya cuenta con aliados en todos sus proyectos de exploración internacionales, por lo que la exigencia de la constructora hace referencia a la segregación de estos activos en una sociedad independiente, en cuyo capital entraría otro inversor. Al consejo acudieron, como es habitual en el caso de Repsol, varios ejecutivos.
El último en intervenir, precisamente, fue el director general de Exploración y Producción, Nemesio Fernández-Cuesta, que informó al consejo sobre los avances exploratorios en Brasil.
Sacyr y Criteria (el brazo inversor de la Caixa) expresaron ayer al presidente de Repsol, Antonio Brufau, que su apoyo a la distribución del dividendo de la petrolera debe estar íntimamente vinculado al establecimiento de un calendario de desinversiones no estratégicas, entre las que figuran YPF y los proyectos de exploración y producción en Latinoamérica.
Esta fue la principal demanda de los 2 accionistas de la compañía, que ayer celebró uno de los consejos de administración más intensos de los últimos años. Para Sacyr (20%) y La Caixa (14%), la venta de activos es una medida necesaria, ya que de ella dependerá que en 2010 la multinacional española incremente el dividendo complementario para compensar, en la medida de lo posible, los recortes en el dividendo a cuenta. Este fue uno de los asuntos que se debatió ayer en el órgano de gestión de Repsol.
Del Rivero, que según fuentes próximas al consejo mantuvo un debate "unilateral", también pidió explicaciones a Brufau sobre los detalles de las ofertas presentadas por las chinas CNP y Cnooc por la filial argentina YPF: cuándo han llegado, cuál ha sido el precio y por qué no se ha informado hasta ahora al consejo de administración.
Las ofertas de las petroleras estatales chinas vienen de muy lejos y, según fuentes solventes, ha sido el Gobierno argentino el que las ha frenado, por lo que Repsol se ha encontrado atado de pies y manos en esta cuestión.
Sobre la mesa se puso la última oferta que Repsol ha recibido por parte la multinacional china CNPC, que está dispuesta a abonar unos € 14.000 millones por hacerse con el control de YPF. Para alguno de los accionistas, una parte de las plusvalías de la operación podrían destinarse a un dividendo extraordinario en 2010.
Pero el planteamiento de Brufau difiere, ya que no acepta perder el control de la filial argentina y prefiere realizar sólo una venta parcial a través de una colocación en bolsa.
Repsol conserva 85% de YPF tras vender, en febrero de 2008, 15% al empresario Enrique Eskenazi por € 1.550 millones.
Los tres representantes de Sacyr en el consejo de Repsol tampoco comparten el plan de crecimiento de la compañía petrolera en el área de exploración y producción (upstream) que ha convertido las costas de Brasil en el principal polo inversor de Repsol.
Los responsables de la petrolera española estiman que los yacimientos encontrados en las costas brasileñas requerirán inversiones hasta 2020 por valor de € 12.000 millones. La constructora exige una menor exposición y, por eso, recomienda la búsqueda de socios para estos proyectos con el objetivo de compartir riesgos.