
Claudia es oriunda de Bariloche y Cristina de Comodoro Rivadavia, pero el destino hizo que, tras una relación de cinco años, decidieran concretar su unión en la capital de Santa Cruz.
En una ceremonia no legal, las madres de cada una de ellas hicieron las veces padrinos de la unión, mientras que sus mejores amigos fueron los testigos.
Durante la ceremonia, lamentaron que su unión no pueda ser avalada por la ley y adelantaron que crearán una página Web con el fin de juntar firmas para la creación de una filial del “CHA” (Comunidad Homosexual Argentina), desde donde se solicita una determinada cantidad de firmas de apoyo para llegar hasta la provincia.
Con lágrimas en los ojos, Claudia y Cristina se juraron amor eterno ante sus seres queridos y prometieron luchar para que esto sea un puntapié inicial para que muchas otras parejas sigan sus pasos.
Luego de las promesas matrimoniales, ambas se abrazaron fuertemente con sus dos hijos del corazón y conversaron con la prensa para luego celebrar en la intimidad.
“Más allá de marcar a fuego esta relación, queremos dejar un mensaje a los demás para demostrar que se puede. Que somos mujeres normales como cualquier persona, que podemos educar, formar una familia y llevar adelante un hogar”, aseguró Claudia y agregó “el resto son prejuicios”.
Tiempo Sur
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