En un rango que va del 63 al 68% se ha notado un incremento del costo de las facturas de Servicios Públicos Sociedad del Estado en Santa Cruz, en 8 meses. El titular del ente dijo que “no hubo aumento de la energía”. El gobierno hace la vista gorda y a los hogares de Santa Cruz se les hace impagable dos elementos sustanciales en estas latitudes: el gas y la luz. ¿Cómo terminará esto?.
Julián Osorio, titular de Servicios Públicos Sociedad del Estado, acudiendo al manual del buen funcionario, salió a negar lo innegable, lo incontrastable, lo ampliamente demostrable por cualquier consumidor que solo tiene que meter la mano al bolsillo y comparar las últimas facturas de luz. “No hubo aumento de la energía en Santa Cruz”, fueron más o menos las palabras del funcionario que niega una realidad palpable y se pone automáticamente en ridículo, alienta la controversia y deja al gobierno de la provincia a un mismo pie de igualdad con el gobierno nacional desde donde miran la realidad desde un Play Station.
Tal como lo pudimos comprobar a través de algunas facturas comparadas, entre el mes de octubre de 2008 y junio de 2009 la energía cobrada por Servicios Públicos en esta provincia tuvo un aumento que osciló entre el 63 y el 68%.
El kilowatio, que en octubre de 2008 fue facturado a $ 0,244 , en el último periodo de 2009 alcanzó el costo de $ 0,367 y las boletas utilizadas como testigos arrojan un importe total a pagar de $ 126,64 en el primer caso y $ 206,41 en el segundo.
El Estado provincial es responsable directo por este incremento que recae directamente en el bolsillo de los usuarios, más aún cuando el propio presidente de la empresa sostiene en cuanto micrófono se le acerca, que de ninguna manera SPSE ha reajustado sus tarifas.
Sería importante que así como la gente se preocupa por atacar el desmedido aumento de las facturas de gas, donde el 50% corresponde a impuestos que grava el Estado nacional, se movilizara en contra de SPSE para lograr la anulación de estos aumentos, dado que el mal servicio que presta la empresa, la planta de empleados y jerárquicos sobredimensionada que posee, lo que de ninguna manera la hace más eficiente, indudablemente está demandando de mayor presupuesto para solventar el déficit que tiene hoy un ente autárquico del gobierno que no cumple con las expectativas de la población pero que cobra como si lo hiciera.
