Boca de Río Gallegos se impuso por 3 a 1 a Racing Club de Avellaneda en un partido amistoso jugado en Defensores del Carmen de esta capital. El equipo comprado por el empresario kirchnerista Lázaro Báez, logró componer un cuadro reforzado con jugadores foráneos, desde el arquero hasta el DT; esto le permitió finalmente ascender a la B Nacional, y ahora ganarle a 1 de los 5 grandes de la 1ra. División de la AFA.
Boca Juniors de Río Gallegos fue comprado por el empresario de la construcción Lázaro Báez quien puso al frente del club como presidente a su hijo Martín; a éste se lo puede ver acompañando al equipo en cada partido de importancia que enfrenta el homónimo del fútbol grande.
Ayer “el Boca de Martín Báez” le ganó a Racing de Avellaneda que arribó a Río Gallegos para jugar un amistoso en el estadio Defensores del Carmen de esta ciudad, nada amenos que el barrio del histórico Rudy, allí donde el humilde chico venido de Chile pateaba piedras por las calles ventosas de la barriada en la cual, años más tarde, fabricaría su bunker político para apoyar a Néstor Kirchner.
A pesar del día típicamente patagónico, un importante marco de público asistió al evento deportivo donde Boca se impuso por 3 a 1 ante el equipo visitante. “Lázaro le destrozó el corazón al Lupo” decía en broma un asistente a la tribuna, haciendo alusión a que Racing de Avellaneda, el club de los amores del ex presidente, había caído derrotado en la cancha de césped sintético.
El club Boca de Río Gallegos fue una institución a la que le costó mucho sostenerse económicamente en los últimos años y era competitivamente mediocre. Por otra parte fue el club donde Lázaro Báez desplegó por años sus habilidades deportivas hasta que ya empresario, se encargó de inyectarle un flujo de capital que rescató deportivamente a la institución. Mediante la compra de jugadores en otros lugares del país, logró configurar un equipo muy competitivo y luego de la incorporación como DT del controvertido tandilense Mario Gambini, Boca logró ascender a la B Nacional.
Hoy la sede social del club en calle Roca ha cambiado radicalmente su fachada y las fuentes indican que Báez estaría proyectando un estadio propio que cumpla con todos los requisitos exigidos para la alta competencia.
Ayer Racing Club enfrentó a Boca de Río Gallegos con un equipo de reserva, sin embargo cabe reconocer la buena performance que tuvo el conjunto de Báez. El grupo de jugadores capitalinos llegó a la madrugada en un vuelo de Austral, sin embargo los titulares lo hicieron ayer mismo en uno de Aerolíneas que arribó a las 15:00hs y desde el aeropuerto fueron llevados directamente a la cancha en un micro de Marga con lo cual recién pudieron ingresar al juego, en el segundo tiempo.
A pesar de que Racing anida en el corazón de la familia Kirchner, curiosamente Máximo, hijo de Néstor, no estuvo presente en Defensores del Cármen para alentar al equipo; en cambio se pudo ver al presidente de Boca, el joven Martín Báez que fumaba nervioso mientras seguía atentamente el desarrollo del partido.
Entre choripanes, gaseosas y cafés que hacen al folclore de todo evento deportivo, llamó la atención el arribo de una “Raza fuerte” blanca 4X4 que en su caja acarreaba una tribuna móvil, desde cuyas gradas un grupo reducido de fanáticos boquenses observó las alternativas del juego.
A su vez, los organizadores dispusieron un “estacionamiento VIP” para los autos y camionetas cuyo paragolpes delantero rozaban el alambrado perimetral de la cancha mientras sus ocupantes, tras los vidrios polarizados, se comían las uñas en cada avance con peligro de gol; entre ellos el Ingeniero Fernando Butti a bordo de su Mercedes Benz, que no faltó a la cita.
