
Algunos medios de comunicación, por parte propia o por manifestaciones de los referentes gremiales, reflejaron que el petrolero baleado en cuanto a su estado de salud ya estaba “estable” y “en una sala común”. Y hasta que el proyectil en su recorrido había salido del cuerpo del petrolero.
Por el contrario, el estado de salud de Oscar David Andrade es sumamente reservado, ya que, la bala calibre 22 aún está alojada en su hígado, hecho que complica en demasía los métodos que analizan utilizar para llegar a extraer el proyectil sin ir en desmedro del paciente.
En la sala de terapia intensiva, solo están siendo autorizadas las visitas de sus familiares directos, que ante la forma en que originaron los hechos, y luego de que Andrade (conciente) contara como terminó recibiendo el disparo, la familia indignada, solo piense en abrir una causa judicial al asegurar que –desde el sindicato- “se buscó tener presencia petrolera en las inmediaciones de la sede de Caleta Olivia”.