El 'caso Pomar' y la derrota legislativa le mojaron las 2 velitas a Cristina, ¿qué hará Oyarbide?

Los Kirchner festejaron la sucesión de leyes que consiguieron en el Congreso desde la derrota del 28/06.

Ellos ganaron

> El Presupuesto 2010,

> La prórroga de la emergencia económica,

> La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual,

> La Ley de Reforma Política,

> La prórroga de delegación de facultades del Legislativo al Ejecutivo.

> El desastre de Mauricio Macri con su mal gestionado proyecto de Policía Metropolitana.





Sin embargo, los Kirchner son incorregibles. En vez de aprovechar sus triunfos para proponer (a la ciudadanía enojada, ni siquiera a los dirigentes opositores) diálogo, tregua y algunas formas de acuerdo, siguieron presionando.

Entonces, de pronto, la buena racha se cortó.

La inseguridad en general, y la bonaerense en particular, y la muy previsible instalación de la nueva relación de fuerzas legislativa, le impidieron a Cristina de Kirchner festejar sus 2 años en el gobierno.

Luego de un 3er. trimestre y parte del 4to. en ofensiva permanente y con jolgorio incluido, los Kirchner llegaron al 12/10 en retroceso. Eso se llama impericia. Pero... ese mismo día perdieron hasta la presidencia del Concejo Deliberante en Río Gallegos, Santa Cruz ¿qué podría esperarse?

De todos modos, el fin de año de los Kirchner lo establecerá, en parte, el juez federal Norberto Oyarbide, a quien presionan para que resuelva favorablemente (a ellos) la denuncia por irregularidades en las declaraciones juradas y supuesto enriquecimiento ilícito.

Aqui algunos recortes:

Carlos Abrehu en La Gaceta, de San Miguel de Tucumán:

"El 10 de diciembre pasó inadvertido para la liturgia kirchnerista. Nadie celebró el segundo aniversario de la asunción de Cristina Fernández de Kirchner (CFK) a la presidencia. Con la imagen por el piso, el matrimonio K no tenía nada que festejar en público. El revés electoral del 28 de junio empezó a sentirse ahora, a partir de los primeros movimientos de madurez de la oposición antigubernamental.

El Congreso, nuevo escenario del combate político, quedó clausurado desde ese día hasta marzo de 2010. La concentración ruralista del jueves pasado en el Rosedal, aun menos numerosa que la de 2008, testimonió que se mantiene intacto el malestar con la política agropecuaria del kirchnerismo.

Sin embargo, las expresiones antidemocráticas de Hugo Biolcati (Sociedad Rural) le dieron pie al oficialismo para defender al desgastado gobernador Daniel Scioli y desviar el debate hacia terrenos más cómodos para su perspectiva ideológica. Biolcati había dicho que correspondía, en realidad, el descabezamiento de Scioli, por su ineptitud para resolver distintos problemas, entre ellos el de la inseguridad en la provincia de Buenos Aires. (...)".


Carlos Salvador La Rosa en Los Andes, de la ciudad de Mendoza:

"(...) Cuando pase el tiempo y el análisis del presente sea remplazado por la crónica histórica, quizá se podrá entender el intento de Kirchner como uno de los más osados desde San Martín a la fecha, pero no por su grandeza sino por su despropósito, su imposibilidad, su utopía invertida: Querer transformarse en amo y señor de toda la actividad pública y privada de la Argentina.

Políticamente mediante la reelección indefinida de él, su esposa y -con el tiempo- quizá, su hijo. Económicamente, haciendo del país una estancia, no tanto para saquearla sino para poseerla, asumirla como propiedad exclusiva ni siquiera de un partido político, sino de una familia con nombre y apellido que no tiene la menor idea de la separación entre lo público y privado.

Los enemigos imaginarios de Néstor. Durante los cuatro años y medio de Néstor Kirchner, todo esto no se vio, o se vio como una excentricidad personal en la medida que todo parecía una simulación, una actuación para las tribunas, puesto que los “enemigos” con los que Kirchner buscó medirse eran más bien imaginarios, casi una excusa para decir que tenía a alguien enfrente. Los principales fueron cuatro:

1) Un Partido peronista al que quiso destruir, cuando la mayoría de sus caudillos sólo deseaban un guiño para devenir sus más obsecuentes seguidores, como se verificó luego del fracaso de las transversalidades con las que K no pudo remplazar al PJ.

2) Una conducción de la Iglesia Católica que sólo tenía diferencias con el gobierno en temas puntuales, al que Kirchner buscó definir como un grupo de conspiradores, pero sin lograr que estos desafiaran su poder, más allá de la defensa institucional que el sector religioso hizo para preservarse.

3) Un EEUU de Bush y un FMI que -además de estar enfrentados entre ambos- estuvieron siempre dispuestos a aceptar a Kirchner cualquier tontería discursiva, mientras éste saliera del default y arreglara de algún modo el tema de la deuda externa, como efectivamente lo hizo.

4) Unos militares cuyo poder real presente era insignificante, ya que habían sido pulverizados mucho tiempo atrás por sus crímenes y por los ingleses.

Así, mientras sus luchas eran contra esos enemigos imaginarios y el país crecía de manera exponencial, Kirchner llegó al fin de su gestión con bastante apoyo popular, excepto las clases medias urbanas de las grandes ciudades que se fueron alejando por la inflación.

No obstante, entre sus principales bases electorales se contaba la clase media rural, debido al colosal aumento internacional de los precios de la producción agrícola, que fue cambiando la cara -para bien- a amplias zonas del país.

A los pocos meses de la asunción de Cristina, esa clase media rural fue convertida por el gobierno en su primer “enemigo” de verdad. La respuesta de los campesinos -en alianza con amplios sectores medios urbanos- consistió en una rebelión impositiva bajo la forma de pueblada, más provocada por la incomprensible intolerancia del gobierno ante un reclamo menor, que por la voluntad transgresora de los insurgentes.

Es que para “profundizar el modelo”, en vez de hacerle los arreglos que indicaba la realidad, Kirchner decidió construir artificialmente un escenario de “guerra social” de tipo faccioso en la Argentina. Para eso se apoyó en argumentaciones archivadas por largos años en ciertos cenáculos académicos, desde donde se pudieran justificar teóricamente las nuevas intenciones de Kirchner, inventando un fenomenal enemigo: el “complejo agromediático” y una palabreja multiuso: la de “destituyente”, una coartada discursiva para calificar como enemigo y golpista a todo quien no fuera lisa, llana y absolutamente oficialista.

(...) Ahora, con inmensas dificultades legislativas, con cero fervor popular y habiendo renunciado a gobernar a todos para erigirse en jefe de una facción y enemigo del resto de la sociedad, todo hace suponer que Kirchner seguirá en la misma línea. Quizá estimulando a los émulos argentinos de los “boligarcas” de Chávez para quedarse con los depósitos bancarios, o reestatizando lo que encuentre a su paso luego de que se haya consumido los recursos de las AFJP. (...)".


Eduardo van der Kooy en el diario Clarín:

"(...) Kirchner buscar descabezar, personalmente, a los presidenciables que asoman en el peronismo. De los otros, de los de la oposición, se encargan sus ministros y sus milicias. Aníbal Fernández es, en ese sentido, la primera espada. Hace rato que el jefe de Gabinete diseñó una arremetida contra Mauricio Macri. El jefe porteño facilitó esa arremetida con su impericia para manejar la creación de la nueva Policía: de esa Policía casi no se habla; se habla del escándalo del espionaje que sobrevino a esa pretensión. Se habla también de Abel Posse, el ministro de Educación, que antes de asumir levantó con palabras imprudentes e impolíticas una polvareda y la resistencia de los gremios docentes.

Aníbal Fernández es el constructor del discurso contra Macri. La pelea fue llevada a la calle la semana pasada por el piqueterismo kirchnerista. Luis D'Elía pidió la renuncia del jefe porteño pero terminó haciéndole un favor cuando abordó el disparate: habló sobre la supuesta existencia de "una Argentina blanca". Como si, por contrapartida, hubiera una "Argentina negra". La desmesura es un signo clásico del kirchnerismo. El jefe de Gabinete pretendió despegar al Gobierno de aquel acto piquetero y de aquellos disparates. Fracasó: detrás de D'Elía, subido a la tarima, sobresalió Claudio Heredia, el principal ladero de Carlos Zanini, secretario Legal y Técnico de los Kirchner.

El kirchnerismo continúa bregando, con las huestes que le quedan, para que la calle no caiga en manos de grupos que no le son afines. También intenta amortiguar en el Congreso el golpe que sufrió de parte del bando opositor, que le hizo un nítido recorte de poderes. Esa oposición heterogénea intenta no desmembrarse: Elisa Carrio, Felipe Solá, Oscar Aguad y Federico Pinedo convinieron que cualquier discusión sobre candidaturas presidenciales será demorada hasta abril del 2011. Se trataría de un buen atajo para esquivar las discordias.

Han repartido sin grandes diferencias las comisiones parlamentarias. Pretenden avanzar en Diputados con las investigaciones sobre denuncias de corrupción en el Gobierno. Solá viene teniendo reuniones con Roberto Lavagna: el ex ministro acerca ideas de cómo el Congreso podría fiscalizar la ejecución del Presupuesto, el destino y la utilización de los fondos.

Carrió ha decidido no hablar más sobre Julio Cobos. Rehizo una química aceptable con Solá. Respeta a Ernesto Sanz, el nuevo jefe radical, y tiene diálogo, no siempre estable, con Oscar Aguad. Cree que Pinedo no es lo mismo que Macri.

La líder de la Coalición parece correrse de la vehemencia al apaciguamiento. No figura ahora la hecatombe en sus palabras ni en sus tonos. Aboga por un tránsito normal del Gobierno de Cristina hasta el epílogo. Un giro que, si se conserva, ayudaría a una sociedad condenada a vivir sobresaltada por los Kirchner."


Joaquín Morales Solá en el diario La Nación:

"Mauricio Macri y Daniel Scioli están en el ojo de huracanes diferentes, pero huracanes al fin. Los dos tienen proyectos presidenciales para 2011, aunque la representación a la que aspiran es muy distinta una de la otra. La única condición que une a Macri y a Scioli es que, al revés de los otros candidatos presidenciales, ellos tienen ahora la responsabilidad de gobernar distritos difíciles, complejos y excesivamente expuestos. Las comparaciones terminan ahí.

Todo lo demás es muy diferente. Macri tiene ideas abiertamente opuestas a Kirchner; quiere ser la alternativa a las corrientes y los estilos liderados por el ex presidente, y decidió enfrentarlo con decibeles cada vez más altos. Scioli piensa distinto de Kirchner, pero dice las mismas cosas que dice Kirchner; anhela convertirse en una especie de heredero consentido de la dinastía gobernante y jamás se rebeló ni se rebelará contra el kirchnerismo. Por esta subordinación al ex presidente perdió hasta la solidaridad de su propio hermano, José Scioli, que no estará más a su lado.

Macri se enfurece a veces porque los porteños son los únicos argentinos que lo valoran menos que el resto de sus compatriotas. Su gestión como presidente de Boca lo ha hecho un hombre muy popular en el interior del país. Es un notable capital para cualquier político. Los sofisticados porteños, en cambio, lo sopesan como gobernante con implacable rigor.

Un conflicto que ningún porteño ha provocado es el de la vocación de Macri para crear escándalos donde no los hay. Hechizado por las figuras famosas (y esta atracción la comparte con Scioli), terminó haciendo de cada designación reciente una batahola de enormes proporciones. Eligió no innovar en cuestiones fundamentales ni explorar entre las generaciones jóvenes; se volcó, en cambio, hacia figuras que arrastran viejos combates.

(...) La decisión se tomó en una reunión de Macri con tres personas (Horacio Rodríguez Larreta, Marcos Peña y Jaime Durán Barba), sin consultar con nadie más. Fue una decisión express , contaron en el gobierno porteño. Posse dijo que sí no bien lo llamaron por teléfono. La consecuencia, que nadie pudo advertirle al jefe del gobierno porteño, consiste en un enfrentamiento monumental con todos los partidos opositores y con los gremios docentes, que amenazan con hacerle la vida imposible al nuevo ministro. El influyente consultor Durán Barba le aconsejó a Macri que ni siquiera pensara en dar marcha atrás.

Soy como un imán para el griterío , trataba de atemperar Macri el viernes. Dos conclusiones son, no obstante, inevitables. Una: hay un sistema de toma de decisiones en el macrismo que está en crisis y que se refiere a cierto encierro del líder porteño. Nadie quiere decirle que no a Macri , confesó un alto funcionario capitalino.

La otra conclusión: Duhalde se enteró de la designación de su amigo Posse cuando éste ya había aceptado el cargo. No hubo acuerdo previo del ex presidente ni pudo haberlo: el flamante ministro aceptó de inmediato y sin condiciones. Luego, Posse habló con Duhalde, que estaba en el exterior, para contarle la novedad. La tensa relación entre Duhalde y Macri (más por decisión de Duhalde que de Macri) está igual que antes.

Sólo Aníbal Fernández corrió en ayuda de Macri, como suele hacerlo siempre: es suficiente que el jefe de Gabinete critique una decisión del jefe capitalino para que gran parte de la sociedad se vaya con éste. El ministro y su jefe, Kirchner, socorren cuando intentan hundir y provocan la compasión cuando buscan el repudio del enemigo. El kirchnerismo es así y nunca aprendió otra lección.

Scioli tiene problemas mucho más graves que Macri (...)

La inseguridad le muerde los talones al gobernador. Anduvo ofreciendo el cargo de ministro de Seguridad y lo único que consiguió hasta ahora es debilitarlo a Carlos Stornelli, actual ministro. Testimonios inmejorables aseguran que de algunos ofrecimientos participó, como hombre de consulta de Scioli, Mario Montoto, un ex dirigente montonero y actual empresario próspero vinculado al negocio de la venta de armas, entre otras cosas. El plan de Scioli y de su asesor ad honórem se respaldaría en un acuerdo con la policía bonaerense para establecer qué delitos deberán combatirse. Algunos viejos y conocidos comisarios de la bonaerense ayudaron a escribir ese plan.

El caso de la familia Pomar es patético. La peor de las hipótesis es que las cosas hayan sido como dicen que fueron. La policía no pudo encontrar durante 25 días los cuerpos muertos de cuatro personas víctimas de un accidente. ¿Qué podría esperarse de la policía en casos de víctimas del delito? (...)


Mauricio Maronna en La Capital, de Rosario, Santa Fe:

"(...) El 2011 comienza el primer día del 2010. Serán dos años hasta el día de las elecciones marcados por los intereses político-electorales y no por el apego a encontrar un camino que conduzca a lo que Kirchner prometió el día de su asunción: ser un país normal.

Las cartas están echadas en la oposición con un personaje que pasó de la grisura a la visibilidad más plena apenas por cinco palabras pronunciadas de madrugada: "Mi voto no es positivo". Una anormalidad en cualquier país que busque en sus gobernantes antecedentes que vayan más allá de un episodio.

Que Cobos sea hoy el político más querido por la gente y el que encabece las encuestas para suceder a Cristina demuestra la ausencia casi absoluta de líderes opositores creíbles, que se salgan del término medio.

"Cristina, Cobos y vos" era el eslogan del Frente para la Victoria, el mendocino sigue siendo el número dos en la estructura del poder. ¿No es hora de diferenciarse más allá de los gestos para las fotos recibiendo a los odiados por el oficialismo en su despacho del Senado?

¿No comenzará a limarse la imagen del vicepresidente con el correr del tiempo?

"El problema es que no asoma nadie. El problema es que Cobos al menos por ahora no le hace recordar a la gente lo que fue la Alianza. Pero no es serio que quien aceptó convivir con los Kirchner hoy sea el catalizador de la bronca", le dijo a este diario una dirigente que volvió a ocupar una banca de diputada y duda de la capacidad ejecutiva del cuyano.

Pero falta una pata de la mesa: el peronismo, hoy una especie de abanico con muchas figuritas, algunos figurones y pocas figuras.

Poco a poco Eduardo Duhalde repunta en la valoración de la sociedad, un dato que no es menor. Pese a haber sido un piloto de tormentas, el caudillo bonaerense nunca logró conquistar el cariño mayoritario. Algo hay en su figura que despacha dudas y sospechas.

El silencio que parece eterno de Carlos Reutemann contribuye a que en el justicialismo se mire de otra manera a Duhalde y que muchos ya consideren a Francisco de Narváez como el hombre que defenderá a la escudería del general.

Felipe Solá es el que mejor trabajó para darle cierta entidad legislativa al justicialismo disidente que lleva en su panza, como el caballo de Troya, algunos diputados que forman parte del tren fantasma de la política argentina.

El sueño de un peronismo liberal se termina día a día con las pésimas decisiones que toma el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien está pagando caro su falta de formación intelectual y su desapego por la política.

Al líder de PRO sólo le falta nombrar a la bruja Cachavacha como jefa de Protocolo. Sus últimas decisiones han sido repudiadas no sólo por muchos ciudadanos sino también por los legajos.

En el caso de Abel Posse atizó las brasas ya ardientes que habían generado otros nombramientos.

Hermes Binner juguetea con decirle "no" a la vicepresidencia que le ofrece Cobos tratando de armar un espacio de centroizquierda que contenga también a kirchneristas que no tengan paraguas cuando sea la hora del adiós. Pero en política todas las negativas son relativas a futuro.

"Si al Lole no lo moviliza lo que dijo Andrés Calamaro en Santa Fe apoyando una candidatura presidencial suya no lo motiva más nada", comentó ocurrente el martes un legislador provincial mientras El Salmón hablaba maravillas del senador.

El tiempo es veloz para los políticos pero cada vez más trabajoso para el ciudadano común, inseguro, con bolsillos raídos y cacerola en la alacena. Por ahora."

Pero, ¿es esto lo que le preocupa hoy día Néstor Kirchner?

Lo que más le interesa hoy día a Kirchner es resolver cuanto antes la cuestión judicial del enriquecimiento ilícito.

Al respecto, Omar Lavieri escribió en el diario Clarín:

"Néstor Kirchner buscó justificar ante la Justicia sus ganancias en el 2008, que fueron de $ 27.802.400,50. El contador del diputado nacional y su esposa, la Presidenta, argumentó que fue, mayormente, por la venta de propiedades, alquileres e intereses de plazos fijos en pesos y dólares.

El patrimonio de la pareja presidencial asciende a $ 44.307.672,94, estableció el contador Víctor Alejando Manzanares, en una presentación en el juzgado de Norberto Oyarbide, donde se investiga el enriquecimiento ilícito del ex Presidente y de la actual Presidenta. (...)

El 22 de octubre, los Kirchner presentaron ante Oyarbide un escrito en el que proponían como perito de parte a Manzanares. En ese mismo acto, el contador hizo un análisis de cómo había crecido el patrimonio entre 2007 y 2008. El documento se titula "Informe de las variaciones patrimoniales del Dr. Néstor Carlos Kirchner en el período año 2008 respecto al período año 2007". El informe se refiere a Néstor Kirchner, pero Manzanares aclara que "la totalidad de los bienes, deudas e ingresos se encuentran declarados en ambas declaraciones juradas", haciendo referencia también a la de la Presidenta.

La presentación a la que tuvo acceso Clarín incluye:

Por alquileres, los Kirchner percibieron $ 11.730.700.

Por su pensión como ex Presidente, Kirchner cobró 332.137,02 pesos.

Por el último mes de gestión como Presidente de la Nación, Kirchner percibió $ 4.382,29.

Por intereses sobre 20 plazos fijos en pesos en el Banco de Santa Cruz, recibieron $ 1.977.466,67.

Por intereses en 29 plazos fijos en dólares en el mismo banco, US$ 646.930,53, equivalentes a $ 2.207.973,90.

Por diferencia de cambio en los plazos fijos en dólares, declararon $ 1.291.481,01. Es la diferencia entre el dólar en 2007 ($ 3,1090) y en 2008 ($ 3,4130).

Por venta de inmuebles propios, Kirchner obtuvo $ 14.195.300. El valor de costo de las propiedades vendidas -según la presentación- era de $ 606.379, 37. Así, el resultado neto fue de $ 13.588.920,63. Vendieron 14 propiedades, 12 las habían adquirido entre 1977 y 1982 y otras dos en 2003 y 2006.

Vendieron automotores por $ 120.000, pero el valor de costo de los autos era $ 132.400, por eso perdieron $ 12.400.

Como consecuencia de todas las operaciones anteriores, los Kirchner tuvieron algunos egresos. Por los alquileres fueron $ 798.447,63 de gastos en concepto de: intereses bancarios, impuestos municipales, amortizaciones e impuesto sobre los bienes personales.

En la presentación que está en el expediente que tienen a su cargo Oyarbide y el fiscal federal Eduardo Taiano, el contador también reseñó las "incorporaciones de bienes y el incremento de deudas".

En febrero de 2008, Kirchner compró un inmueble en El Calafate por $ 2.219.000, que fue alquilado durante el resto del año.

En mayo de 2008, adquirieron acciones de la firma Coma S.A. por $ 711.000. En noviembre compraron acciones de Hotesur S.A. por $ 16.292.500. Le donaron a su hijo Máximo acciones por 318.960,45 pesos.

Al cierre del año, el matrimonio tenía alquileres pendientes de cobro por $ 377.035, 93.

Realizaron "aportes irrevocables para futuras suscripciones de acciones" en Los Sauces S.A. por $ 1.900.900.

El total de las inversiones financieras y de saldos de cuentas a la vista al 31 de diciembre de 2008 era de $ 30.081.037, 86.

Deudas bancarias: los Kirchner obtuvieron "cuatro préstamos bancarios, de los cuales dos permaneces vigentes", por un total de $ 8.834.369,45.

Deudas por garantías de alquiler: deben $ 2.038.800,32. En 2007 eran $ 679.430.

Deudas a personas jurídicas: los Kirchner mantienen lo que tenían en 2007: $ 8.329.596,50. (...)

Oyarbide le pidió al Cuerpo de Peritos Contadores de la Corte Suprema de Justicia un análisis para saber si se justifica el crecimiento patrimonial del matrimonio en comparación con 2007. (...)."
 
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