
Por decisión de los familiares más cercanos, no se realizó un velatorio convencional, sino que se llevó a cabo una ceremonia íntima con los féretros en la capilla del Parque La Merced ubicado sobre la ruta 8, en las afueras de la nuestra ciudad.
Los restos del matrimonio y las 2 nenas de 3 y 6 años habían sido trasladados el jueves 10/12 a la noche desde la Morgue Judicial de Lomas de Zamora -donde se hicieron las autopsias ordenadas por la Justicia- hacia Pergamino, en una ambulancia que los depositó en la sala velatoria, donde permanecieron en una sector sin acceso al público.
Bajo la intermitente lluvia caída durante la mañana y el mediodía del sábado, muchos pergaminenses allegados a las 2 familias le dieron el último adiós a Fernando, Gabriela y las 2 nenas en medio de un inmenso dolor.
"Más tarde, cientos de pergamineses, con velas y cintas negras, se congregaron al igual que en la manifestación realizada el miércoles 09/12 en la Plaza Merced y se solidarizaron con los deudos haciéndoles saber que la ciudad está de duelo", explicó el diario La Opinión de Pergamino.
Los oradores fueron dos personas cercanas al núcleo familiar, una de las cuales transmitió el agradecimiento a todos los presentes, “por acompañar a la familia, expresarle su solidaridad y hacerle saber que como ellos, Pergamino también está de duelo. Acá no hay ningún tipo de intención más que la de reunirnos para compartir el dolor y hacernos sentir aunque sea con el silencio, el aplauso, las velas encendidas, los lazos negros u orando por ellos, por la familia que ya no está, por la familia que queda y por este Pergamino que a partir de ahora tendrá un antes y un después”.
En tanto, el ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, seguía admitiendo que "hubo negligencia" de parte de la Policía de la Provincia en la búsqueda de la familia Pomar: "Hubo una equivocación inicial de alguien, que tiene que dar explicaciones", afirmó Stornelli.
En declaraciones a radio Rivadavia, el funcionario evaluó que "fueron negligentes en prolongar una búsqueda", por lo que "todas las pistas seguían cobrando vida ante la ausencia de datos".
Al explicar sobre los jefes policiales separados de la fuerza, Stornelli señaló que se debió a que eran "los primeros que creíamos que tenían responsabilidades".
Y admitió que "el caso Pomar precipita una reforma en la cúpula y en los mandos en la policía de la provincia".
Él aclaró que "se han unido 2 secretarías para achicar los gastos, hacer al Ministerio más eficiente y poner más inversión en la calle".
Siguió siendo un protagonista de la noticia Casimiro Frutos, el albañil que observó el auto de los Pomar volcado al costado de la ruta 31, el 16/11, 2 días después de la desaparición de la familia. Él reportó lo observado 11 días más tarde porque al volver a su casa de Del Viso, partido de Pilar, después de realizar un viaje a Rojas por motivos de trabajo, su esposa vinculó ese hecho con la tragedia del matrimonio.
“Lo que vi fue un auto volcado, con las ruedas para arriba. Bajo el zócalo pude ver que el auto era de color rojo. Lo vi cuando estaba sentado en la parte de arriba del micro que me llevó hasta Rojas, donde fui por unos trabajos de albañilería”, expresó Casimiro Frutos a Diario Popular.
Cuando su esposa lo convenció que llamara, se comunicó con la central de emergencias 911 y de acuerdo con su relato, le pidieron su nombre (brindó su apellido), su dirección y el teléfono, pero nunca lo llamaron.
“Le expliqué todo lo que había visto en el monte de la ruta 31. Lo único que le aclaré, porque tenía dudas, fue que no recordaba con exactitud si el auto volcado lo vi antes o después de llegar a Salto. Pero le expliqué que era en un montecito, al costado de la ruta 31”, explicó Frutos.
Al día siguiente, el 30/11 el hombre volvió a pasar por el lugar y nuevamene observó el auto. “La verdad, al principio pensé cualquier cosa, que era un auto abandonado, como hay tantos en todos lados. Pero después vimos el auto rojo y llamé. El 30 de noviembre volví para Rojas, y me senté del mismo lado para confirmar lo que había visto, y cuando pasé por Gahan el auto todavía estaba ahí”, recordó el hombre, que ya prestó declaración en la Dirección de Asuntos Internos bonaerense.
Por el relato de Frutos, en parte, la familia de Fernando Pomar ya piensa en los pasos legales. En los próximos días -luego de que estén los resultados de las pericias accidentológicas del auto- denunciarán penalmente a la Provincia de Buenos Aires por el mal estado de las rutas y la inoperancia de la Policía Bonaerense en la investigación.
Por eso, ellos pidieron una 2da. autopsia de los cuerpos, según Juan Manuel, el padre de Fernando Pomar: "Si la ruta hubiera estado en condiciones, el accidente se podría haber evitado. Confiamos en que fue un accidente pero no sabemos cómo fue y menos en cómo se trabajó".
El abogado patrocinante de la familia Pomar es el senador provincial Carlos Ferreyra; pero Cecilia, hermana de Luis Fernando llevará la causa penal.
Ferreyra le dijo a Radio 10 Pergamino que mantienen muchas críticas respecto a la actuación de la fiscal Karina Pollice, aunque no se analiza la posibilidad de encarar acciones legales contra ella.
Sí él planteó que tras la feria judicial de verano, y tras el análisis exhaustivo del expediente, se avanzará contra el Estado provincial por la falta de mantención de la ruta 31 y contra aquellos medios que fueron más allá de los límites éticos razonables.
“La familia precisa un período de tranquilidad. Está muy golpeada por manifestaciones de los medios y la inoperancia de los investigadores”, dijo Ferreyra.
“Varios medios injuriaron gravemente, sobre todo, a Fernando y las nenas, lo que afectó mucho a la familia. Incluso vemos con estupor que se siguen tejiendo otras fantasías relacionadas con la puesta en escena del accidente. Se quiere seguir haciendo una novela. Ya los golpearon demasiado y es hora de que se los deje en paz y que los medios comiencen a manejar información exclusiva con datos fehacientes”, se quejó.
El legislador/letrado respaldó los peritajes efectuados que confirmaron el accidente. “La pericia accidentológica fue hecha por expertos. Los peritos que pusimos nosotros no son improvisados, sino especialistas reconocidos con mucha solvencia técnica. Los informes que nos pasaron verbalmente dan cuenta de que se trató de un accidente”, aseveró.
Ferreyra también contó que ante la falta de avances en la investigación, el padre y la hermana de Fernando “querían salir a rastrillar 2 rutas”, y que los jefes policías los convencieron que no lo hicieran porque iba a ser contraproducente e iba a entorpecer la investigación. “Cecilia estaba convencida de que no se rastrillaba bien y que no se seguían las pistas correspondientes”, relató.
Incluso les dijeron que no estaban “preparados para hacer ese tipo de trabajos, dado que la policía había puesto sus mejores recursos humanos y técnicos para resolver la situación”.
Respecto a la remoción de jefes de la fuerza policial, Ferreyra indicó:
“Conversé el lunes con Juan Carlos Paggi (jefe de la Bonaerense) y con el subsecretario de Seguridad, (Carlos) Stagnaro y me dijeron que le llevara tranquilidad a la familia, que Paul Starc estaba viajando a Pergamino. Les respondí que el subsecretario de Investigaciones era parte del problema y no de la solución y no me equivoqué”, sostuvo.
También recordó que el intendente Héctor Gutiérrez en septiembre había solicitado la remoción del jefe de la DDI local, Julio Golpe, elegido para llevar adelante las investigaciones del caso Pomar. “El mismo que fue incapaz de descubrir 8 robos hechos con boquetes en poco más de 1 mes, algo inusual y muy extraño en Pergamino”, criticó.
Para Ferreyra, el descabezamiento que decidieron Stornelli, Starc y Paggi se sostiene en que jamás los responsables de dirigir un área asumen la responsabilidad completa. “El error es quien los designó. Nos falta entender que esas responsabilidades son nuestras. Mientras no lo entendamos, será imposible cambiar las cosas”, explicó.
Ferreyra volvió a cargar contra Stornelli, quien declaró el martes en el lugar del accidente que el rastrillaje fue un éxito. “Si fue exitoso, sigo sin entender los cambios en la policía. Y si como dijo, no se deben a la causa Pomar, entonces habrá que esperar qué nuevos cambios se van a producir. Porque la policía, en este caso, trabajó inconcebiblemente mal. Y alguien se debe hacer cargo”, añadió.
Finalmente, Ferreyra comentó que “flaco favor le hace al gobernador (Daniel Scioli) un ministro que se contradice permanentemente” y le sugirió que “la mejor defensa que puede tener el gobernador es el silencio”.
Raúl Kollmann explicó en el diario Página/12:
"(...) Según trascendió del peritaje del Duna Weekend, los cinturones de seguridad funcionaban bien, pero ninguno de los cuatro los tenía puesto. Eso llevó a que fueran despedidos y, en el caso de las 2 nenas, a que cayeran como bolsas de papas porque, aparentemente, estaban dormidas. Todavía no surgió del peritaje del auto la velocidad a la que iba el vehículo.
De los primeros estudios del Duna quedaría claro que no hubo choque o roce con otro coche. No hay rastros de pintura que indiquen una colisión o un toque.
En el debate judicial es probable que el Estado argumente que hubo manejo imprudente y que no tuvieron puestos los cinturones de seguridad.
Abandono de persona
Al menos por ahora, no surge de las autopsias hechas por la Procuración Bonaerense que haya existido una sobrevida extensa. En el caso de Gabriela Villagrán se habla de minutos. Quienes hicieron el estudio de los cuerpos afirman que en las uñas de la mujer había indicios de que se arrastró, o sea que tuvo una sobrevida. Debe esperarse el análisis toxicológico, de las vísceras, que siempre trae mayores precisiones.
Y después vendrá el proceso de evaluación de la autopsia por parte de los forenses que serán peritos de parte de la familia Pomar. Demasiadas veces se han producido sorpresas en las conclusiones de las autopsias, lo que indica que hay que ser, por ahora, muy cautos.
De comprobarse la sobrevida, la demanda incluirá el abandono de personas, porque el Estado debió encontrar a los Pomar mucho antes.
Las primeras horas
Durante las últimas dos semanas de la búsqueda de los Pomar, en el Ministerio de Seguridad y la fiscalía había fuertes dudas sobre Juan Pomar, el padre de Luis Fernando. Se pensaba que podía tener escondido a su hijo. Es lo que explica la búsqueda que se hizo en el campo de Rancagua, perteneciente a la familia Pomar.
La desconfianza se centraba, entre otras cosas, en que habían tardado mucho en hacer la denuncia. Los Pomar desaparecieron a las 22 de un sábado y la denuncia se hizo al mediodía siguiente.
Ahora se sabe que la verdad es otra: Juan Pomar fue a 2 comisarías, una de la Bonaerense y otra de la Federal. En ambas le dijeron que era demasiado rápido para hacer la denuncia, que esperara al día siguiente.
La ineficacia policial hace pensar que ni siquiera haciendo la denuncia aquella noche habrían encontrado el auto y los cuerpos, pero en esas primeras horas tenían una ventaja: los celulares de los Pomar todavía tenían batería y podía haberse localizado la antena por la que se cursaban las llamadas. Quienes conocen el modus operandi policial afirman que es seguro que le dijeron a Pomar que espere, que seguro que se rompió el auto, que tal vez fueron a casa de amigos y otras variantes de los mismos argumentos. Y es muy probable que aun haciéndose la denuncia no hubieran contactado de inmediato a las empresas de celulares para lograr la ubicación de los aparatos de la familia Pomar.
(...) el pasajero del micro La Estrella-Cóndor que llamó al 911 vio el auto volcado dos días después del accidente, (...) pensó que el auto volcado era un vehículo viejo. Cuando el caso tuvo gran repercusión, el pasajero recordó lo que había visto: ya habían pasado 11 días del viaje en que divisó el auto y 13 del accidente.
Su llamado al 911 fue descartado como se hizo con muchos otros que revelaban que vieron a los Pomar subiendo a un ovni o videntes que los ubicaban en distintos lugares. La base para descartar aquel llamado fue la existencia de un acta en la que decía que la zona se había rastrillado 3 veces por aire y 3 veces por tierra.
Esa comunicación es la prueba de que los rastrillajes no se hicieron o fueron groseramente mal hechos. La fiscal Pollice había ordenado lo lógico: rastrillar la vía que inevitablemente habían tomado los Pomar desde el peaje de Villa Espil, el último lugar en el que se los vio, a Pergamino. Y el auto y los cuerpos aparecieron a 20 metros de esa ruta. (...)".
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