El millonario presenta a sus hijos

Su forma de ser padre abrió un debate moral y ético en la opinión pública. Si los chicos son felices o no sin madre, es la principal queja. Sin embargo, el excéntrico millonario Ricardo Fort está muy seguro de la familia que tiene y presentó en sociedad a sus hijos, Felipe y Marta.




Los pequeños, que este próximo 24 de febrero cumplirán 6 años, fueron concebidos mediante el método de alquilar el vientre de una mujer en California, Estados Unidos. “Vas a la clínica y te dan un catálogo con todas las madres posibles. Además de elegir si vos querés una chica rubia de ojos celestes o una morocha, tenés a disposición su historia clínica. Yo busqué que no tuviera antecedentes de cáncer ni ninguna enfermedad rara, me fijé que los abuelos hayan sido bien longevos... Y también busqué que no hubiese antecedentes de calvicie, porque en mi familia todos tenemos mucho pelo”, contó Fort en un reportaje para la revista Gente.

Luego de la elección de “la donante”, la compañía se encarga de buscar una madre para que lleve el embarazo, “la portadora”, a quien los nenes visitan. Después, y con abogado de por medio, quedan establecidas ciertas cláusulas con respecto al embarazo.



“Cada dos meses volaba a Los Ángeles para visitar a la portadora. Además, hablábamos casi a diario por teléfono. El día anterior a que nacieran los chicos me llamaron a Buenos Aires para decirme que había roto bolsa. Esa misma noche tomé un avión y, a las corridas, llegué al parto y me dejaron cortar el cordón umbilical de mis hijos”, explicó.

Como todo padre primerizo, Ricardo también tuvo sus momentos de torpeza cuando los recibió en su casa: “Estuve tres meses criándolos solo. Cambiándoles los pañales, dándoles de comer, bañándolos... Me volví loco. No dormía. La primera vez que lloraron sin parar llamé a la pediatra: ‘Vení a verlos, porque están mal’, le rogué. La mina vino, les dio dos palmadas en la espalda, los durmió... ¡y me cobró mil dólares! Ahí resolví que nunca más llamaba a la pediatra”.

Por otro lado, Fort también destacó la ayuda de su padre en el tratamiento. “Estábamos en Alemania. Lo encontré en el aeropuerto de Frankfurt para ir juntos a una exposición de chocolates en Colonia. Y en el aeropuerto le mostré la carpeta explicativa que me habían dado en la clínica. Le dije que quería tener hijos, que había un método... Se quedó callado. Repetí toda la historia y a la segunda vez me dijo que sí. Y me dio la plata... Mi viejo me regaló lo más importante que tengo en la vida: mis hijos”, dijo entre lágrimas el nuevo mediático.

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