
¿Malvinas para una banda de rock alguna vez apuntalada por la prensa londinense? ¿Los kelpers son el público objeto de los grupos británicos en ascenso? Sucede que The Draytones no es británico en un 100 por ciento. Su líder es Gabriel Bocacci, porteño de Villa Devoto, que se fue a Londres con pasaporte italiano a ver qué onda con sus canciones. Y la pegó armando una banda con sonido vintage e impronta garage que entusiasmó hasta el mismísimo Paul Weller.
Así las cosas, Malvinas aparece como una geografía para curar heridas generadas por una guerra absurda. Gabriel Bocacci amplía cómo nació la idea de tocar allí. “Surgió cuando un ex combatiente, Gabriel Sagastume, nos escribió en 2007, emocionado tras descubrir la foto del parche de nuestra batería con la bandera británica y la argentina hermanadas”, revela. “Él agradecía el mensaje de paz y unión que significaba ese ícono; nos dijo ‘quizá puedan ir a tocar a Malvinas y colaborar en el proceso de pacificación y de integración’. Nunca imaginó que al año y medio se encontraría viajando allá junto a nosotros”.
–Así que lo hicieron para cumplir un sueño.
–Nuestro propósito es llevar la música a lugares remotos del planeta. Y un mensaje de amistad, de confraternidad entre británicos y argentinos. A fin de cuentas, así está formada la banda. Nos pareció que llevar la música a las Malvinas era un buen gesto.
–¿Cómo los han recibido los kelpers?
–Bien. Me queda la impresión de que la banda les encantó. Te cuento algo, el destino quiso que en el vuelo a Malvinas Sagastume se encontrara con Carlos Alzuaga, otro ex combatiente con quien compartió momentos durante la guerra. El destino quiso, también, que Carlos viajara a Malvinas por primera vez luego del conflicto, a casarse con su novia de hace nueve años, Claudia, en un sentido homenaje a la historia que vivió en 1982. Tocamos en ese casamiento.
La unión civil de Carlos y Claudia fue consagrada por un funcionario del registro civil local en el Town Hall de la ciudad, en la que Sagastume participó como testigo. La celebración religiosa, no programada, la realizó el Pastor Evangélico Marcelo Vicente Dentaro, quien también combatió en el conflicto bélico (como marino en el Destructor Bouchard, escolta del Belgrano) y se encontraba viajando a Malvinas en tren de reencontrarse con su pasado.
La fiesta se celebró en la casa de los populares anfitriones Mariela y Tony Blake, uno de los tantos isleños que albergó a soldados argentinos en su casa en plena guerra.
–¿Tenés recuerdos de la guerra?
–Ninguno. Era niño. No recuerdo nada, ni siquiera de haber visto imágenes de televisión. Ninguno de nuestra generación la vivió. Ninguno en The Draytones tiene el lastre de la guerra. Todos venimos frescos y con otra mentalidad, traer la música que nos sale del corazón...
–¿Qué te interesa que pase con The Draytones cuando vuelvas a Inglaterra?
–Me gustaría que pase lo que tenga que pasar. Que la gente disfrute, sin importar si ésta es mucha o poca. No se trata de ser famoso, o no. Se trata de dejar algún legado. La música es como un virus, la tenés. Si no la escucha nadie, igual la vas a seguir haciendo. Es así.
Ingresando al megaportal www.cordoba.net podés ver la versión completa del diálogo con Gabriel Bocacci, además de un clip de The Draytones.