
El devastador terremoto del martes, de magnitud 7, habría dejado entre 40.000 y 50.000 muertos, estimó este domingo la OMS, y representa, según la ONU, el peor desastre natural que ha enfrentado en su historia. Los pedidos de ayuda encontraron respuesta: decenas de aviones llegan a diario a la isla caribeña con ayuda internacional, pero su distribución se dificulta por una logística caótica.
"Dicen que el Gobierno está recibiendo millones pero nosotros no hemos visto nada. Vivimos en la calle con nuestros hijos y tenemos que marcharnos", lamenta Islaine, que al igual que muchos haitianos decidió partir de Puerto Príncipe a otra provincia.
En 'Cité soleil', el barrio de chabolas más grande de Puerto Príncipe, los habitantes se sienten "completamente abandonados": "los únicos camiones que pasan por aquí están llenos de muertos", dice una mujer.
Mientras se procesa la coordinación, centenares de tiendas, oficinas públicas y domicilios de la capital eran saqueados ante la impotencia de la policía, que tiene órdenes de no disparar.
Un periodista de AFP constató cómo el intento de distribuir alimentos desde un helicóptero finalizó en un tumulto entre cientos de hambrientos haitianos.
El sonido de balas es cada vez más frecuente, lo mismo que la presencia de hombres armados con machetes. El sábado dos dominicanos fueron gravemente heridos de bala cuando desconocidos les dispararon mientras cumplían labores de auxilio humanitario.
El Palacio de Justicia ardía en llamas mientras decenas de cadáveres en estado de putrefacción eran incinerados.
"La moral de los equipos de socorristas sigue siendo muy buena a pesar de las dificultades y de las condiciones" en las que tienen que trabajar, aseguró no obstante este domingo a AFP en Ginebra Elisabeth Byrs, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, afirmando que el organismo sigue teniendo esperanzas de encontrar supervivientes bajo los escombros.
Pero en Puerto Príncipe los equipos de rescate se preguntan cuántos días puede una persona aguantar sin beber a una temperatura superior a 30 grados Celsius, como ocurre en estos momentos en Haití.
"Algunos acaban muriendo de sus heridas, deshidratados o de traumas cerebrales", afirmó Andrés Madrigal, de la misión de Costa Rica.
Más de 40 equipos internacionales con 1.739 socorristas y 161 perros ya recorrieron el 60% de las áreas más afectadas por el seísmo.
Para quienes sobrevivieron la situación es desesperante. Las autoridades estiman que 250.000 personas resultaron heridas y 1,5 millones quedaron sin hogar.
La organización humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) afirmó este domingo "no haber visto nunca antes tantas heridas tan graves".
La ONG manifestó su inquietud por las perturbaciones en el aeropuerto de Puerto Príncipe: "El atasco representa una dificultad mayor, obligando a desviar numerosos vuelos de carga importantes".
La gestión del aeropuerto por parte de Estados Unidos creó tensiones diplomáticas después de que un avión con un hospital de campaña a bordo tuviera que dar vuelta atrás.
En el colapsado aeropuerto decenas de personas dormían sobre el asfalto porque no podían partir del país.
"¡Invadamos la pista!", grita una mujer que pretendía ser evacuada.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, quien llegó el sábado a Puerto Príncipe, rechazó las críticas y aseguró que Estados Unidos está dispuesto a ayudar a Haití "hoy, mañana y en el futuro".
Pero la falta de coordinación es sólo una parte del desastre al que se ve enfrentada la nación más pobre de América.
En Leogane, a 17 kilómetros de Puerto Príncipe y epicentro del seísmo, el 90% de los edificios fue destruido, según la ONU.
"Este es verdaderamente el epicentro del terremoto y muchas, muchas personas murieron", exclama David Orr del PAM. "Los militares hablan de 20.000 a 30.000 muertos".
El Consejo de Seguridad de la ONU indicó que se reunirá el lunes para discutir la coordinación de la ayuda. En la reunión estará presente el secretario general del organismo, Ban ki-Moon, quien llegará a Haití este domingo.
El presidente de Haití, René Preval, viajará el lunes a Santo Domingo para asistir a una reunión preparatoria de la "cumbre mundial por Haití" convocada para reconstruir el país. Ese mismo día el presidente del BID, Luis Moreno, llegará a Puerto Príncipe para discutir la ayuda del organismo.
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