El primer hallazgo se produjo a media tarde en cercanías de la Isla del Medio, a unos tres kilómetros del lugar de la tragedia. Y al anochecer, una lancha particular encontró otro cuerpo sobre la costa paraguaya, a unos diez kilómetros aguas abajo de Posadas. Ambos cadáveres fueron llevados a la Morgue Judicial, donde los familiares hicieron el reconocimiento.
Durante toda la jornada de ayer, lanchas de la Prefectura, un helicóptero y embarcaciones privadas surcaron el río en busca de los desaparecidos. En el muelle del puerto de Posadas, decenas de familiares con los rostros desencajados y ojos enrojecidos rezaban a la espera de un milagro.
El paso de las horas fue mellando las esperanzas de que nadadores y palistas aparecieran con vida. Pese a ello, la vista de los parientes y amigos de las víctimas se aferraban al horizonte, tratando de divisar las embarcaciones que se perdían a lo lejos, rastrillando metro a metro el enorme Paraná que dejó de ser un río para convertirse en un lago por efecto de la represa de Yacyretá.
La tragedia ocurrió el sábado alrededor de las 10.30 y obligó a los organizadores a suspender la competencia pese a que unos pocos nadadores consiguieron llegar a la meta sin advertir que por poco habían zafado de la muerte.
Un total de 65 competidores se lanzaron al agua en el club Pacu Cuá de Encarnación, Paraguay, y comenzaron a desandar los 6.500 metros de la prueba. A menos de un kilómetro del punto de partida, en el canal del río, algunos de los nadadores y sus guías decidieron cruzar en diagonal por delante de varias barcazas que estaban ancladas a la espera de un lugar en el puerto para cargar soja. La fuerte corriente del agua y el viento que empezaba a soplar con fuerza hizo impactar contra la mole de hierro a un pelotón de unos 20 nadadores que venía más rezagado.
Las lanchas que brindaban seguridad lograron rescatar a algunas personas, pero otras desaparecieron cuando fueron virtualmente "succionadas" bajo las barcazas.
El primero en ser llevado hasta el puerto de Posadas fue el profesor Luis Saide, de Reconquista, quien perdió la vida pero evitó que su hija nadadora fuera arrastrada bajo la nave fondeada. El hombre llegó muerto al Hospital "Doctor Ramón Madariaga". Allí mismo permanece internado en grave estado el nadador paraguayo Santiago Coll y otro competidor fue dado de alta el sábado a la noche.
Los desaparecidos fueron identificados como Sebastián Ruzecki, Fernando Solé Masés, Nicolás Levequi y León Seró, el rescatista Rodrigo Bacigalupi y los acompañantes César Víctor y Manuel Leiva.
A raíz de la tragedia, la Justicia de Encarnación inició una investigación penal para establecer si hubo negligencia por parte de los organizadores.
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