
El kirchnerismo sigue generando discusiones políticas con cada uno de sus actos, es que ahora salió al cruce de los que criticaban los fondos de campaña de la elección legislativa del pasado 28 de junio, al subestimar esas críticas y aducir que la campaña fue pagada con fondos que fueron dados por los propios funcionarios nacionales y provinciales que ayudaron con dinero a que el Frente para la Victoria llevara adelante sus actividades proselitistas.
Aun cuando hoy todavía circulan las dudas por los fondos con los cuales se financió la campaña de la actual presidenta Cristina Fernández, el kirchnerismo ha tenido que salir al cruce de las dudas que se generaron por la fuerte incertidumbre que hay sobre los fondos de campaña de los partidos políticos en épocas de elecciones.
En un informe publicado hoy por el diario La Nación, se habla de que las empresas farmacéuticas y los laboratorios (algunos, investigados por la Justicia en el caso de los remedios falsos) que poblaban la rendición del Frente para la Victoria de hace dos años no figuran en el informe de la lista que encabezó el ex presidente Néstor Kirchner. Los grandes aportantes declarados por el oficialismo en la provincia son todos funcionarios. De los 14 que, según lo informado, contribuyeron con más de $ 50.000, no hay ninguno sin cargo público.
Ellos pusieron buena parte de los $ 13,3 millones que el Frente Justicialista para la Victoria dijo haber gastado en la campaña, la mayor parte, $ 12.638.185 en propaganda. En el detalle de los gastos no figuran las erogaciones por los viajes de Kirchner en avión, habitualmente de la flota oficial. La empresa que se encargó de la transmisión en vivo de los actos, Prensa Satelital, es la misma que emite los actos de la Presidenta y cobró $ 240.000.
Los gastos de Kirchner sólo fueron un poco inferiores a los $ 14.397.777 que desembolsó el ganador de esos comicios, Francisco De Narváez, que dijo haber destinado $ 12.811.412 del total a publicidad. En la ciudad de Buenos Aires, la que más gastó también fue la candidata de Pro, Gabriela Michetti, que consignó egresos por $ 3.348.952, informa el diario fundado por Bartolomé Mitre.
Con la ausencia de empresas en su rendición, el kirchnerismo rompió una costumbre: los aportes de firmas del sector salud habían superado el 30% del total en las elecciones presidenciales de 2003, en las legislativas de 2005 y en las presidenciales de 2007.
Sólo en la rendición de gastos que hizo en la Capital Federal el frente que encabezó Carlos Heller pueden encontrarse laboratorios, droguerías y empresas de medicina prepaga. Son 14 en total, pero de ellas sólo cuatro pusieron más de $ 5000: Laboratorio Bagó, $ 30.000; Núcleo Farma SA, $ 12.000; Droguería Promec SA, $ 6000, y Droguería Avantfar SA, $ 6000. El aporte más importante de esa campaña lo hizo la presidenta del grupo Piero, Luisa Vara, que puso $ 75.000.
Recordemos las dudas que se generaron durante el 2007 con la campaña de la actual presidenta Cristina Fernández, donde se destinaron 17.121.870 pesos en concepto de ingresos totales, de los cuales 13.585.316 (el 80%) fueron aportes privados y 2.506.160, en concepto de aporte público. Los restantes 1.030.394 pesos corresponden a trasferencias de otros órganos/distritos o se incorporaron bajo la categoría “Otros ingresos”.
De los ingresos a la campaña de Cristina Fernández, puede verse que el 79% de los aportes de las empresas se destinaron en octubre, es decir, en el mes de las elecciones. Si se compara las elecciones del 2003 con las del 2007, hay algunos datos sobresalientes, como que por ejemplo Cristina Fernández gastó un 547% más que su marido para legar a la presidencia. La fórmula Cristina Fernández – Julio Cobos, destinó el 88% de lo declarado a la publicidad, es decir, 15.092.046 pesos, y no declara gastos en concepto de asesores de campaña; impresión de boletas; ni retribución a fiscales.
De esta manera, los fondos de campaña vuelven a estar en el centro de la escena política, sin que muchos de los candidatos puedan despejar claramente las dudas sobre el dinero recibido y que hacen que día a día la clase política se siga alejando de la sociedad, que espera cambios en los modos de manejarse, cosa que hasta el momento no ha sucedido.
Fuente: agenciacna