Un político gay sería el próximo ministro de Relaciones Exteriores de Alemania

Guido Westerwelle, presidente del Partido Demócrata Libre alemán, es un victorioso político alemán, gay y con pareja conocida (se llama Michael Mronz), que plantea un nuevo escenario, de asumir como ministro de Relaciones Exteriores de Alemania. Por ejemplo, ¿cómo sería un encuentro de Weterwelle y Silvio Berlusconi, por ejemplo?

Guido Westerwelle y su compañero gay, Michael Mronz, son la nueva “pareja en el poder” de Alemania, según el diario sensacionalista pero de mayor tirada del país, Bild, que publicó una fotografía de ambos en primera página abrazándose el domingo 27/09, tras las elecciones parlamentarias.

Westerwelle, de 47 años, sería designado ministro de Relaciones Exteriores en el 2do. mandato de 4 años de la canciller Angela Merkel.

Bild incursionó en la homosexualidad de Westerwelle.

“Su hombre le hace lucir tan poderoso”, escribió el Bild sobre Westerwelle, en referencia a su pareja de 42 años, Michael Mronz, quien no sólo fue su consejero más importante durante la campaña, sino también alguien que “le da seguridad y… lo apoya cuando sufre un revés”.

A pesar de haber pasado 8 años como líder de los demócratas libres, un partido proempresarial, la homosexualidad de Westerwelle ha generado escasa discusión pública, aunque ahora fue empujado hacia los reflectores luego de la victoria de Merkel en las elecciones del domingo.

Nacido hace 47 años en Bad-Honnef, cerca de Bonn, fue criado por su padre tras el divorcio de sus progenitores. Estudió Derecho pero nunca ejerció y pertenece a la 1ra. generación de políticos alemanes profesionales. Su padrino político es el histórico ex ministro de Asuntos Exteriores Hans-Dietrich Genscher.

El lunes 28/09, un funcionario tuvo que disculparse por un comentario homofóbico que hizo sobre Westerwelle durante la noche de la elección. El socialdemócrata Peter Langner, ministro de Hacienda de la ciudad occidental de Duisburg, dijo: “Yo no querría un ministro de Relaciones Exteriores gay”.

Los alemanes han sido generalmente tolerantes hacia los políticos abiertamente homosexuales. El alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, en 2001 declaró: “Yo soy gay y es bueno ser así”.

Westerwelle no es un activista de los derechos de los homosexuales, pero dijo que su estilo de vida puede ser “alentador para algunos jóvenes gay”.

“Sólo o puedo decirles a todos los jóvenes homosexuales y lesbianas que no se desanimen, si no todas las cosas resultan como quieren”, dijo Westerwelle a la revista gay Siegessaeule, de Berlín. “Esta sociedad está cambiando para bien, en la dirección de la tolerancia y el respeto… aunque más lentamente de lo que yo desearía”.

Desde 2001, él es presidente federal del Partido Demócrata Libre (FDP) y desde 2006 portavoz del grupo parlamentario de este partido en el Parlamento alemán.

Westerwelle entró en el FDP en 1980, siendo uno de los fundadores de su organización juvenil, las Juventudes Liberales. De 1994 a 2001 fue secretario general de su partido, y también presidente de su comisión programática.

Después de la derrota de la coalición de CDU y FDP en las elecciones de 1998, Westerwelle fue elegido presidente federal del FDP, sucediendo a Wolfgang Gerhardt. E intentó posicionar a su partido como una "alternativa independiente de CDU-CSU y el gobierno rojiverde" (de SPD y Verdes), buscando la equidistancia entre los dos partidos grandes (CDU y SPD).

En las elecciones federales de 2002, Westerwelle se autoproclamó "candidato a la cancillería" (antes, los dirigentes del FDP sólo se habían autotitulado "candidato principal" de su partido) y anunció como objetivo obtener el 18% de los votos (el llamado Proyecto 18).

Sin embargo, la campaña electoral del FDP fue más bien errática. Mientras Westerwelle presentó a su partido como el "partido de la diversión" y visitó la casa de la versión alemana de Gran Hermano, el Nº2 del partido, Jürgen Möllemann, atacó al líder israelí Ariel Sharón y al presentador de televisión alemán judío Michel Friedman, involucrándose en un debate sobre racismo.

El porcentaje de votos del FDP sólo mejoró muy ligeramente respecto a 2002, pasando del 6,3% al 7,4%, siendo rebasado por el partido de Los Verdes, con un 8,6%.

Westerwelle se distanció de su anterior colaborador Möllemann, que en marzo de 2003 salió del partido y murió pocos meses después en un accidente —o suicidio— paracaidista.

Westerwelle fue confirmado en su cargo como presidente del partido en 2003 y 2005.

En julio de 2004, Westerwelle participó en la fiesta del cumpleaños Nº50 de Angela Merkel acompañado por su novio, el empresario Michael Mronz, y anunció públicamente su homosexualidad.

Sólo algunas voces de la CSU de Baviera, descontentos con el curso más liberal que conservador de la CDU de Merkel, llegaron a criticar que los 2 principales partidos de la burguesía alemana fueran liderados por "una protestante y un soltero".

Después del anuncio de elecciones anticipadas en 2005, Westerwelle fue nominado "candidato principal" del FDP, y anunció claramente que buscaba una coalición con la CDU-CSU, y la campaña del FDP se centró en la propuesta de medidas neoliberales para la economía —entre otras cosas, un fuerte recorte tanto de los impuestos como de la seguridad social—.

Sin embargo, a pesar de una notable mejora (llegó al 9,8%, recuperando su rol de 3ra. fuerza más votada de Alemania, los resultados no fueron suficientes.

La misma noche de las elecciones, el canciller socialdemócrata Gerhard Schröder ofreció a Westerwelle públicamente un pacto para que el FDP entrara en el gobierno de SPD y Verdes, pero Westerwelle lo rechazó.

La CDU-CSU de Angela Merkel formó una "gran coalición" con el SPD, y los liberales pasaron a ser el partido principal de la oposición.

En mayo de 2006, Westerwelle se convirtió en portavoz de su grupo parlamentario, reuniendo así todos los cargos principales de su partido en sí.

Si llega a formar gobierno con Angela Merkel tras las votaciones, los analistas coinciden en que no variaría la política exterior del país, como tampoco lo hará si vuelve a reeditarse la gran coalición con los socialdemócratas. Sí habría cambios en política económica, pues Westerwelle defiende con entusiasmo la bajada de impuestos.

A Westerwelle le gusta coleccionar arte contemporáneo e ir a conciertos de música. Gracias a ese perfil moderno ha conseguido aumentar el apoyo a un partido como el FDP, tradicionalmente visto como frío, egoísta y bastión de los 'pijo-yuppies' alemanes

 
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